Crítica del libro Trabajadores y sindicatos en Latinoamérica

Lau­ra Caru­so*

Reci­bi­do: 27 de noviem­bre de 2018
Acep­ta­do: 23 de diciem­bre de 2018

En los últi­mos años la refle­xión en torno a los y las tra­ba­ja­do­ras y sus orga­ni­za­cio­nes ha expe­ri­men­ta­do una fuer­te reani­ma­ción en el cam­po de las cien­cias socia­les en gene­ral, y la his­to­ria en par­ti­cu­lar, en la Argen­ti­na. Tal dina­mis­mo gira en gran medi­da en torno la revi­sión de las esca­las, expe­rien­cias y suje­tos. Ese es el mar­co de pro­duc­ción del cual da cuen­ta el libro com­pi­la­do recien­te­men­te por Sil­via Simo­nas­si y Daniel Dicó­si­mo, Tra­ba­ja­do­res y sin­di­ca­tos en Lati­noa­mé­ri­ca y edi­ta­do por Ima­go Mundi.

La com­pi­la­ción reúne quin­ce tra­ba­jos sur­gi­dos del workshop “Tra­ba­ja­do­res, empre­sa­rios y comu­ni­da­des obre­ras: con­cep­tos, pro­ble­mas y esca­las de aná­li­sis”, el cuar­to en su tipo, que nucleó a diver­sos inves­ti­ga­do­res, inves­ti­ga­do­ras y tesis­tas de uni­ver­si­da­des de la Pro­vin­cia de Bue­nos Aires, Rosa­rio, Pata­go­nia y paí­ses limí­tro­fes como Uru­guay, Bra­sil y Chi­le. Con­ti­nuan­do en la línea del tra­ba­jo colec­ti­vo y múl­ti­ple ver­ti­do en una pri­me­ra publi­ca­ción,[1] este nue­vo libro con­so­li­da un pro­ce­so de diá­lo­go for­ma­ti­vo, resul­tan­do una obra ver­da­de­ra­men­te coral, en pala­bras de sus com­pi­la­do­res, e inter­dis­ci­pli­na­ria, don­de des­de la his­to­ria, la socio­lo­gía y la antro­po­lo­gía se abor­da la expe­rien­cia de diver­sos gru­pos obre­ros y sin­di­ca­tos lati­no­ame­ri­ca­nos des­de fines del XIX has­ta el siglo XXI.

Una de las pri­me­ras apues­tas iden­ti­fi­ca­bles de la com­pi­la­ción es la de repo­ner la esca­la regio­nal lati­no­ame­ri­ca­na, refor­zan­do diá­lo­gos y puen­tes entre los estu­dios al inte­rior de nues­tra región, los que lejos de estar ago­ta­dos, se des­di­bu­jan o sub­su­men en las pro­pues­tas suge­ren­tes de la his­to­ria glo­bal o tras­na­cio­nal. Los tra­ba­jos aquí reu­ni­dos mues­tran en cam­bio lo mucho que pue­de apor­tar la his­to­ria social del tra­ba­jo pen­sa­da des­de y en Amé­ri­ca Lati­na a aque­llas pers­pec­ti­vas. En esa redi­men­sio­na­da apro­xi­ma­ción regio­nal, el libro estruc­tu­ra la región y la refle­xión corrien­do a la Ciu­dad de Bue­nos Aires y su pro­duc­ción his­to­rio­grá­fi­ca del cen­tro de enun­cia­ción, gene­ran­do otros diá­lo­gos entre espa­cios y expe­rien­cias. Esto no impli­ca por caso excluir a dicha ciu­dad del aná­li­sis; el corri­mien­to con­sis­te en todo caso en colo­car­la como un espa­cio más en la geo­gra­fía que reco­rre el libro.

La apues­ta gene­ral del libro –y el desa­fío de rese­ñar­lo- pue­de medir­se en la can­ti­dad de capí­tu­los que con­tie­ne, en las regio­nes y casos revi­sa­dos, y sobre todo, en el tiem­po exten­so que reco­rre, que va des­de la pro­ble­ma­ti­za­ción del no-tra­ba­jo y la cons­truc­ción esta­tal y esta­dís­ti­ca del des­ocu­pa­do en Chi­le y Argen­ti­na a fines de siglo XIX has­ta la con­for­ma­ción de sin­di­ca­tos glo­ba­les en el mar­co de cade­nas pro­duc­ti­vas mun­dia­les de la side­rur­gia del siglo XXI. Por cier­to, tal apues­ta se con­cre­ta en una par­ti­cu­lar estruc­tu­ra, que guía y orde­na la lec­tu­ra ya des­de la intro­duc­ción: cua­tro apar­ta­dos temá­ti­cos agru­pan al con­jun­to de los tra­ba­jos, esta­ble­cien­do cier­tos diá­lo­gos — por sobre otros posi­bles- entre ellos. El pri­mer apar­ta­do, com­pues­to por cua­tro tra­ba­jos que nave­gan des­de la his­to­ria social por la polí­ti­ca en torno al des­ocu­pa­do y por diver­sas comu­ni­da­des obre­ras en momen­tos de cri­sis y des­es­truc­tu­ra­ción. En el pri­mer capí­tu­lo, Ánge­la Ver­ga­ra pro­ble­ma­ti­za la defi­ni­ción, medi­ción y polí­ti­cas desa­rro­lla­das sobre la figu­ra / cate­go­ría del des­ocu­pa­do en Chi­le y Argen­ti­na des­de los ini­cios del siglo XX, iden­ti­fi­can­do un momen­to de esta­bi­li­za­ción o con­sen­so sobre quien es des­ocu­pa­do, como se con­ci­bió esta­tal, esta­dís­ti­ca y polí­ti­ca­men­te dicha con­di­ción des­de los esta­dos nacio­na­les. El capí­tu­lo ensa­ya una suer­te de his­to­ria del des­em­pleo des­de la ópti­ca esta­tal, una de las múl­ti­ples voces des­de las cua­les pue­de pen­sar­se el pro­ble­ma, para mos­trar­nos en prin­ci­pio tres cues­tio­nes cen­tra­les: evi­den­ciar como la expe­rien­cia de la des­ocu­pa­ción pre­exis­te a su cate­go­ri­za­ción, como la ini­cial for­ma esta­tal de abor­dar­lo fue a tra­vés de la medi­ción, cuan­ti­fi­ca­ción y con­trol, foca­li­zan­do en las agen­cias de colo­ca­ción y el segu­ro de des­em­pleo. Ter­ce­ro, dar lugar a un den­so entra­ma­do de agen­cias esta­ta­les, exper­tos y orga­nis­mos inter­na­cio­na­les como la OIT que par­ti­ci­pa­ron en la con­cep­tua­li­za­ción y cons­truc­ción de polí­ti­cas para el des­em­pleo. Advier­te tam­bién sobre la vin­cu­la­ción en torno a los momen­tos de cri­sis mun­dial y la cons­truc­ción de una mira­da esta­tal sobre el des­em­pleo, que en Amé­ri­ca Lati­na fue con­ce­bi­da de mane­ra pre­va­le­cien­te como un pro­ble­ma invo­lun­ta­rio y social, pero coyun­tu­ral y pasajero.

Por su par­te, Rodol­fo Porri­ni ana­li­za en el capí­tu­lo 2 la his­to­ria del barrio-comu­ni­dad de El Cerro en Mon­te­vi­deo en las déca­das inter­me­dias del siglo XX. A par­tir de tes­ti­mo­nios, memo­rias y entre­vis­tas, jun­to a bole­ti­nes de empre­sa, pren­sa y foto­gra­fías, se pien­sa aquí la expe­rien­cia obre­ra y la movi­li­za­ción arti­cu­la­da ante la rees­truc­tu­ra­ción y cie­rre del fri­go­rí­fi­co local des­de los años 50, su impac­to en las for­mas de pro­tes­ta barria­les, en la orga­ni­za­ción gre­mial y en las deman­das obre­ras, ana­li­zan­do  las dispu­tas inter­gre­mia­les y la par­ti­ci­pa­ción de las muje­res en ese pro­ce­so que trans­for­mó aquel barrio ya en los seten­tas, el cual dejó de ser el lugar de tra­ba­jo y de vida obre­ra, per­dien­do su con­di­ción comu­ni­ta­ria. De esta for­ma el caso de El Cerro per­mi­te pen­sar la comu­ni­dad obre­ra con­cep­tual, his­tó­ri­ca y geo­grá­fi­ca­men­te situa­da, rede­fi­nien­do su ciclo his­tó­ri­co y el suje­to que la pro­du­ce y habi­ta, las y los tra­ba­ja­do­res nuclea­dos en torno al fri­go­rí­fi­co, jun­to a veci­nos, comer­cian­tes y otros iden­ti­fi­ca­dos ‑den­tro y fue­ra del lugar de tra­ba­jo- con la pro­tes­ta obre­ra y sus demandas.

En el capí­tu­lo 3 Raphael da Cos­ta Lima se sitúa en la comu­ni­dad de Vol­ta Redon­da (RJ) con­fi­gu­ra­da en torno a la Com­pa­ñía Side­rúr­gi­ca Nacio­nal pri­va­ti­za­da a comien­zos de los 90, para pen­sar las recon­fi­gu­ra­cio­nes iden­ti­ta­rias y las deman­das de los y las tra­ba­ja­do­ras de la loca­li­dad. Des­de el para­dig­ma de las com­pany town, el autor sos­tie­ne que aún tras la pri­va­ti­za­ción, e inclu­so tras el divor­cio apa­ren­te entre la ciu­dad y la com­pa­ñía, entre el vivir y el tra­ba­jar, dicha ciu­dad per­vi­vió bajo los aspec­tos sim­bó­li­cos y la cul­tu­ra de cla­se mar­ca­da por aque­lla indus­tria, en tan­to com­pany town. Cons­trui­da por cri­te­rios polí­ti­cos en la segun­da pos­gue­rra como com­pa­ñía esta­tal, Allí en Vol­ta Redon­da se gene­ró enton­ces un amplio movi­mien­to de opo­si­ción, don­de las ins­ti­tu­cio­nes tra­di­cio­na­les como el sin­di­ca­to per­die­ron cen­tra­li­dad y dina­mis­mo, para dar paso a nue­vos suje­tos y deman­das: el dere­cho a la ciu­dad, al acce­so a aque­llos espa­cios pri­va­ti­za­dos jun­to con la com­pa­ñía, don­de fun­cio­na­ban nodos comu­ni­ta­rios de socia­bi­li­dad como clu­bes y espa­cios ver­des. De este recla­mo colec­ti­vo por la devo­lu­ción de tie­rras antes públi­cas sur­gió en 2015 el Colec­ti­vo Terras da Vol­ta, nuclean­do otros movi­mien­to des­ple­ga­dos en la “ciu­dad del ace­ro”, com­pues­to por uni­ver­si­ta­rios, pro­fe­sio­na­les, tra­ba­ja­do­res y movi­mien­tos socia­les loca­les, que cons­ti­tu­ye el coro­la­rio del pro­ce­so analizado.

Este pri­mer apar­ta­do cie­rra con el capí­tu­lo 4, don­de Daniel Cabral Már­quez refie­re a las comu­ni­da­des petro­le­ras de la Pata­go­nia argen­ti­na en cla­ve his­to­rio­grá­fi­ca y en el mar­co de la com­pa­ra­ción con otras regio­nes de Amé­ri­ca Lati­na, tam­bién de la mano del con­cep­to de com­pany towns. En esta revi­sión se da cuen­ta de los diver­sos regis­tros gene­ra­dos sobre las comu­ni­da­des petro­le­ras pata­gó­ni­cas, que van des­de un rela­to perio­dís­ti­co his­tó­ri­co-con­me­mo­ra­ti­vo, has­ta su con­fi­gu­ra­ción en obje­to / tema de las cien­cias socia­les, que die­ron pie a diver­sas expli­ca­cio­nes para­dig­má­ti­cas ampa­ra­das en la anor­ma­li­dad, o des­arrai­go para carac­te­ri­zar­las. Otro eje lo cons­ti­tu­ye la his­to­ria de las empre­sas esta­ta­les, como es el caso de YPF que está en el cen­tro de las preo­cu­pa­cio­nes del autor, his­to­ria que por cier­to ha teni­do esca­so desa­rro­llo en nues­tro cam­po. Sobre esta base el autor ana­li­za el trau­ma social y comu­ni­ta­rio del pro­ce­so pri­va­ti­za­dor de los años 90, la emer­gen­cia de nue­vos movi­mien­tos y acto­res, y la pos­te­rior “petro­la­ri­za­ción” de los años 2000, con la pues­ta en valor del petró­leo des­de lo his­tó­ri­co, eco­nó­mi­co, social y cul­tu­ral en esas loca­li­da­des, con mar­cas tam­bién en el regis­tro de las cien­cias socia­les. Cie­rra el capí­tu­lo una refle­xión inquie­tan­te sobre el esta­do de des­pro­tec­ción de los archi­vos de la empre­sa YPF, su frag­men­ta­ción juris­dic­cio­nal /regional y el acce­so inexis­ten­te a las empre­sas de carác­ter pri­va­do y su acer­vo documental.

El segun­do apar­ta­do del libro reúne tra­ba­jos que refle­xio­nan sobre la dimen­sión polí­ti­ca de la expe­rien­cia obre­ra, en tres reali­da­des espa­cio tem­po­ra­les diver­sas. Patri­cio Herre­ra Gon­zá­lez ana­li­za en el capí­tu­lo 5 los supues­tos y accio­nes que die­ron for­ma al pro­gra­ma y orga­ni­za­ción de la Con­fe­de­ra­ción de Tra­ba­ja­do­res de Amé­ri­ca Lati­na (CTAL), duran­te la segun­da pos­gue­rra. Siguien­do diver­sas ins­tan­cias de cons­truc­ción tales como el Con­gre­so Indi­ge­nis­ta de 1940, las reunio­nes de la pro­pia cen­tral y su par­ti­ci­pa­ción en las Con­fe­ren­cias Regio­na­les del Tra­ba­jo impul­sa­das por la OIT, iden­ti­fi­ca acto­res y diná­mi­cas diver­sas de cons­truc­ción de la CTAL. Esto le per­mi­te a Herre­ra mos­trar las múl­ti­ples dimen­sio­nes de esa expe­rien­cia regio­nal, como la bus­ca­da par­ti­ci­pa­ción y for­ta­le­ci­mien­to de las cen­tra­les nacio­na­les de los paí­ses par­ti­ci­pan­tes, las con­si­de­ra­cio­nes del pro­ble­ma del cam­pe­si­na­do y la cues­tión indí­ge­na en el espa­cio lati­no­ame­ri­cano y sus suje­tos. Este argu­men­to con­so­li­da su dis­cu­sión his­to­rio­grá­fi­ca, cen­tral en el tex­to aun­que no expli­ci­ta­da: dis­cu­tir la lec­tu­ra mera­men­te polí­ti­ca e ins­tru­men­tal de la CTAL como pro­duc­to de la mili­tan­cia par­ti­da­ria comu­nis­ta. Por el con­tra­rio, el tra­ba­jo mues­tra el arrai­go pro­fun­do de la CTAL en rela­ción al mun­do del tra­ba­jo en la región, su cono­ci­mien­to, y la arti­cu­la­ción de polí­ti­cas en fun­ción de su pro­gra­ma. El res­ca­te his­tó­ri­co de esta expe­rien­cia plan­tea así una fuer­te dife­ren­cia­ción de sus dimen­sio­nes polí­ti­cas y sin­di­ca­les, las que ni autó­no­mas ni escin­di­bles, ame­ri­tan una revi­sión para cali­brar su vin­cu­la­ción y perio­di­za­ción, iden­ti­fi­can­do momen­tos de mayor cer­ca­nía y direc­cio­na­li­da­des cam­bian­tes y mutuas.

Sobre la polí­ti­ca gre­mial del PRT-ERP entre 1965 y 1976, Lau­ra Scop­pet­ta y Pablo Torres en el capí­tu­lo 6 foca­li­zan en la rela­ción exis­ten­te entre la cons­truc­ción del par­ti­do y la polí­ti­ca sin­di­cal. Los auto­res recons­tru­yen la lec­tu­ra de la reali­dad nacio­nal pro­du­ci­da por el par­ti­do para iden­ti­fi­car allí posi­cio­nes sobre el suje­to revo­lu­cio­na­rio y el des­plie­gue de una polí­ti­ca pro­pia en el fren­te sin­di­cal y sus trans­for­ma­cio­nes en cada coyun­tu­ra, por cier­to ver­ti­gi­no­sa y cam­bian­te, de los pri­me­ros años 70 en Argen­ti­na. A par­tir de una revi­sión his­to­rio­grá­fi­ca, jun­to al aná­li­sis de cier­tos docu­men­tos inter­nos, los auto­res mues­tran los dis­tin­tos des­pla­za­mien­tos en la línea polí­ti­ca del par­ti­do, y su corri­mien­to des­de el mun­do obre­ro rural hacia el ámbi­to fabril urbano, sus for­mas y momen­tos. El PRT leyó la reali­dad nacio­nal de una mane­ra par­ti­cu­lar y des­ple­gó en fun­ción de estas un víncu­lo con la cla­se tra­ba­ja­dor; esta es la idea estruc­tu­ran­te del tra­ba­jo que, en defi­ni­ti­va, quie­re dis­cu­tir la tesis de la ple­na auto­no­mía del PRT en fun­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, mos­tran­do que, entre el mili­ta­ris­mo y el sin­di­ca­lis­mo, exis­tió una mira­da aten­ta y refle­xi­va del par­ti­do sobre la cla­se, la dic­ta­du­ra, y el cam­bio de con­di­cio­nes y eta­pas. Así, en con­tras­te, el tra­ba­jo de Scop­pet­ta y Torre bus­ca repo­ner la cen­tra­li­dad y orga­ni­ci­dad del víncu­lo de la expe­rien­cia obre­ra con las corrien­tes polí­ti­cas, una rela­ción cla­ve basa­da en la poli­ti­za­ción y poli­ti­ci­dad de dicha expe­rien­cia, que invi­ta a revi­sar una vez más el víncu­lo par­ti­do-sin­di­ca­tos, en sen­ti­do inver­so al bus­ca­do en el capí­tu­lo ante­rior, don­de se pen­sa­ba de mane­ra más dilui­da la acción y agen­cia del Par­ti­do Comu­nis­ta en la inter­pre­ta­ción his­tó­ri­ca de la CTAL.

En el capí­tu­lo 7 que da cie­rre a esta segun­da par­te Andrés Car­mi­na­ti pone en el foco a otro suje­to de la tra­ma de rela­cio­nes cons­ti­tu­ti­vas del mun­do del tra­ba­jo: los empre­sa­rios y sus orga­ni­za­cio­nes cor­po­ra­ti­vas, su acción des­ple­ga­da en la con­fi­gu­ra­ción en dis­tin­tos momen­tos y fases de un con­sen­so polí­ti­co y civil a tra­vés de múl­ti­ples voces, incluí­das cier­tas diri­gen­cias sin­di­ca­les, polí­ti­cos y guber­na­men­ta­les a esca­la local y nacio­nal, en torno al “enemi­go interno” empre­sa­rial, enten­di­do como la “sub­ver­sión indus­trial” o gue­rri­lla fabril, que, como efec­to bus­ca­do o no, colo­ca en pri­mer plano la res­pon­sa­bi­li­dad empre­sa­rial y civil en la repre­sión y per­pe­tra­ción del terro­ris­mo de esta­do. En los años que van des­de 1974 al momen­to del gol­pe, toman­do como base suce­sos, enun­cia­cio­nes y enun­cian­tes en torno a la UOM Villa Cons­ti­tu­ción en cru­ce con dis­cur­sos, decla­ra­cio­nes y tex­tos de este con­jun­to de acto­res, Car­mi­na­ti mues­tra la cons­truc­ción y trans­for­ma­ción de los argu­men­tos y figu­ras que se tejen en torno al ausen­tis­mo anti­pa­trió­ti­co en las fábri­cas, y cul­mi­nan en la gue­rri­lla o sub­ver­sión indus­trial, figu­ras polí­ti­cas pro­duc­to de un coro de voces que con­flu­ye­ron y suma­ron ele­men­tos en la cons­truc­ción públi­ca de con­sen­so sobre el terror esta­tal, voces ras­trea­das de mane­ra cui­da­do­sa por el autor inclu­so en docu­men­tos des­cla­si­fi­ca­dos del Depar­ta­men­to de Esta­do de los Esta­dos Unidos.

Un jue­go explí­ci­to de esca­las de aná­li­sis hil­va­na la ter­ce­ra par­te del libro, que con­tie­ne mira­das sobre la con­flic­ti­vi­dad a esca­la micro, en el lugar del tra­ba­jo, en la loca­li­dad y la región en tres capí­tu­los diver­sos. Lau­ra Bada­lo­ni escu­dri­ña en el capí­tu­lo 8 las huel­gas en el Ferro­ca­rril Cen­tral Argen­tino en Rosa­rio y Pérez, con­flic­tos pre­vios a la huel­ga gene­ral ferro­via­ria de sep­tiem­bre de 1917. En el aná­li­sis se evi­den­cia la rique­za de ana­li­zar la pro­tes­ta en y des­de el lugar de tra­ba­jo, visi­bi­li­zan­do diri­gen­tes, rela­cio­nes, reali­da­des y diná­mi­cas par­ti­cu­la­res. La auto­ra logra cuan­ti­fi­car los des­pi­dos a con­se­cuen­cia de la cri­sis de la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial y su vin­cu­la­ción con la rees­truc­tu­ra­ción del tra­ba­jo ferro­via­rio. En este pro­ce­so se des­ta­ca la figu­ra del inge­nie­ro inglés Cruouch, quien eje­cu­ta y per­so­ni­fi­ca una par­ti­cu­lar cul­tu­ra empre­sa­rial en esa coyun­tu­ra, y mues­tra las prác­ti­cas y for­mas diver­sas en las que se cons­tru­ye la auto­ri­dad patro­nal, sobre un jue­go de frag­men­ta­cio­nes vin­cu­la­das al pro­ce­so de tra­ba­jo, los gru­pos obre­ros y sus cali­fi­ca­cio­nes y alian­zas, para cons­truir un mayor con­trol y dis­ci­pli­na­mien­to en aquel mun­do del riel sobre el que aún res­ta una den­sa y exhaus­ti­va historia.

Luciano Baran­dia­rán por su par­te ana­li­za his­tó­ri­ca­men­te la for­ma­ción y com­po­si­ción de la cla­se obre­ra tan­di­len­se, y las mane­ras par­ti­cu­la­res en que allí se cons­tru­ye­ron las huel­gas gene­ra­les de los años 20. El tra­ba­jo dota de visi­bi­li­dad a dichas huel­gas y su expre­sión en la ciu­dad, con una cla­ra preo­cu­pa­ción his­to­rio­grá­fi­ca en torno a res­ti­tuir a los “tran­qui­los 20” una dimen­sión con­flic­ti­va, mos­tran­do la movi­li­za­ción obre­ra en torno a coyun­tu­ras nacio­na­les e inter­na­cio­na­les, como fue­ron en 1923 el ase­si­na­to de Kurt Wilc­kens, en 1924 el paro en con­tra de Ley de Jubi­la­cio­nes, y en 1927 el recla­mo con­tra la eje­cu­ción de Sac­co y Van­zet­ti. En el des­plie­gue del capí­tu­lo el autor logra mos­trar como el mirar “huel­gas nacio­na­les” des­de una geo­gra­fía dis­tin­ta da cuen­ta de la hete­ro­ge­nei­dad de tiem­pos y for­mas de la pro­tes­ta obre­ra, repen­san­do al mis­mo tiem­po su carác­ter “nacio­nal”. Cie­rra este ter­cer apar­ta­do el capí­tu­lo 10, en el cual Sil­via Simo­nas­si y Veró­ni­ca Vogel­mann ana­li­zan la con­flic­ti­vi­dad des­ata­da en la ciu­dad de Rosa­rio en el perío­do 1955–62, coyun­tu­ra por demás con­flic­ti­va y rela­ti­va­men­te poco estu­dia­da en sus for­mas y expe­rien­cias loca­les. De mane­ra nove­do­sa y suge­ren­te, el tra­ba­jo mues­tra momen­tos y espa­cios diver­sos de la pro­tes­ta inme­dia­ta al gol­pe de 1955: si en un pri­mer momen­to la calle y los barrios fue­ron el espa­cio pri­vi­le­gia­do, con el cam­bio de año en 1956, el esce­na­rio y pro­ta­go­nis­mo se tras­la­dó a los luga­res de tra­ba­jo, con el des­plie­gue de sus for­mas habi­tua­les ausen­tis­mo, sabo­ta­jes, huel­gas, paros por sec­cio­nes para resis­tir y com­ba­tir la rees­truc­tu­ra­ción indus­trial y esta­tal muni­ci­pal y pro­vin­cial. Ade­más de dar luz a la tra­ma de expe­rien­cia local, el tra­ba­jo logra iden­ti­fi­car y ana­li­zar las con­ti­nui­da­des exis­ten­tes entre las polí­ti­cas racio­na­li­za­do­ras, mate­ria­li­za­das en des­pi­dos, diver­sas reduc­cio­nes de sala­rio, con­di­cio­nes y anti­güe­dad, entre otras, sos­te­ni­das e imple­men­ta­das por la dic­ta­du­ra y el desa­rro­llis­mo des­ple­ga­do por el gobierno de Fron­di­zi, tan­to en gre­mios indus­tria­les, como la indus­tria fri­go­rí­fi­ca y meta­lúr­gi­ca, como en el esta­do, evi­den­cia­do en los casos del empleo muni­ci­pal y la docen­cia. Tales con­flic­tos deri­van en una cri­sis polí­ti­ca local y la inter­ven­ción de la ciu­dad, lo cual per­mi­te a las auto­ras redi­men­sio­nar las luchas obre­ras que con­fron­ta­ron las polí­ti­cas de racio­na­li­za­ción y sus resul­ta­dos diver­sos a nivel local y nacional.

El cuar­to y últi­mo apar­ta­do, titu­la­do “Trans­for­ma­cio­nes en el accio­nar sin­di­cal en la his­to­ria recien­te: entre lo local, lo nacio­nal y lo trans­na­cio­nal” se refle­xio­na sobre la his­to­ria del sin­di­ca­lis­mo, sus trans­for­ma­cio­nes y agen­cias en las últi­mas déca­das. En los cin­co capí­tu­los que lo com­po­nen toman pleno cuer­po y pro­ta­go­nis­mo las juven­tu­des, la pre­ca­rie­dad y la glo­ba­li­za­ción. Es posi­ble allí repen­sar el perio­do ini­cia­do en los años 90 en una esca­la que va de lo muni­ci­pal a lo glo­bal. En el capí­tu­lo 11 Flo­ren­cia Minar­do abor­da los pro­gra­mas de empleo desa­rro­lla­dos en la ciu­dad de Tan­dil entre 1994 y 2007, sus nue­vas diná­mi­cas, suje­tos y res­pues­tas de los sin­di­ca­tos. Allí se ilu­mi­na una expe­rien­cia local de res­pues­ta a trans­for­ma­cio­nes estruc­tu­ra­les nacio­na­les, cuan­do no mun­dia­les, vis­tas des­de el esta­do muni­ci­pal: la refor­ma del esta­do y la pre­ca­ri­za­ción, for­ma­do­ras de pro­gra­mas loca­les en los que emer­ge la fle­xi­bi­li­za­ción, las cesan­tías, los ser­vi­cios comu­ni­ta­rios, y diver­sas for­mas en que el pro­pio esta­do ins­ti­tu­cio­na­li­za la pre­ca­rie­dad del tra­ba­jo en esos años. Esta idea fuer­te del aná­li­sis, la ins­ti­tu­cio­na­li­za­ción del tra­ba­jo pre­ca­rio por par­te del esta­do muni­ci­pal, inclu­ye al sin­di­ca­to muni­ci­pal; este últi­mo con posi­cio­nes ambi­guas entre la soli­da­ri­dad con los pre­ca­ri­za­dos y su deman­da de plan­ta per­ma­nen­te, y la cons­truc­ción de seg­men­ta­cio­nes o fron­te­ras en el pro­pio mun­do del tra­ba­jo y su exclu­sión, ambi­güe­dad que carac­te­ri­zó los con­flic­tos en el perío­do 2002–2007, con mati­ces entre los casos de los tra­ba­ja­do­res del cemen­te­rio y las tra­ba­ja­do­ras beca­rias del área de mino­ri­dad. Entre otros, sur­ge aquí el inte­rro­gan­te en torno al géne­ro como ele­men­to cons­ti­tu­ti­vo de la diver­si­dad de esta expe­rien­cia dis­par de la pre­ca­ri­za­ción, expe­rien­cia ana­li­za­da tan­to en su mate­ria­li­dad y con­di­cio­nes obje­ti­vas como en su dimen­sión sub­je­ti­va, la hue­lla pre­sen­te en sen­ti­mien­tos de insa­tis­fac­ción, incer­ti­dum­bre, des­co­no­ci­mien­to de repre­sen­ta­cio­nes sindicales.

Mari­na Ada­mi­ni en el capí­tu­lo 12 titu­la­do “En los már­ge­nes de la revi­ta­li­za­ción sin­di­cal: accio­nes y orga­ni­za­cio­nes colec­ti­vas de jóve­nes tra­ba­ja­do­res pre­ca­ri­za­dos duran­te el perío­do kirch­ne­ris­ta”, abor­da los casos de Jóve­nes Cien­tí­fi­cos Pre­ca­ri­za­dos y los tra­ba­ja­do­res de los call-cen­ters orga­ni­za­dos en la Coor­di­na­do­ra de Tra­ba­ja­do­res Pre­ca­ri­za­dos, ambos afin­ca­dos en la Ciu­dad de Bue­nos Aires. Des­de la teo­ría de la acción colec­ti­va la auto­ra pien­sa la acción y orga­ni­za­ción de estos jóve­nes como cons­ti­tu­ti­vas de las már­ge­nes del para­dig­ma de la revi­ta­li­za­ción sin­di­cal, con­si­de­rán­do­los como par­te de una revi­ta­li­za­ción peri­fé­ri­ca, defi­ni­da por la caren­cia de dere­chos y rela­cio­nes labo­ra­les bási­cas, y carac­te­ri­za­da por nue­vas prác­ti­cas sin­di­ca­les demo­crá­ti­cas y auto­no­mis­tas. Se mues­tra en defi­ni­ti­va un pro­ce­so de reno­va­ción del movi­mien­to sin­di­cal des­de sus már­ge­nes, en un con­tex­to de cre­ci­mien­to sobre la base de la con­ti­nui­dad nodal del empleo pre­ca­ri­za­do. Esa reno­va­ción pro­vie­ne de un mun­do del tra­ba­jo juve­nil, pre­ca­rio, con una fuer­te seg­men­ta­ción e inter­sec­ción etá­rea en la expe­rien­cia obre­ra, con orga­ni­za­cio­nes sin­di­ca­les infor­ma­les que suman reper­to­rios de pro­tes­ta nove­do­sos, per­for­man­ces artís­ti­cas, que com­bi­nan un reper­to­rio tra­di­cio­nal sin­di­cal con un fuer­te acti­vis­mo cultural.

En otra cla­ve, el capí­tu­lo 13 a car­go de San­tia­go Duhal­de, brin­da una mira­da teó­ri­ca­men­te infor­ma­da en torno a los recur­sos de poder y de orga­ni­za­ción, mos­tran­do la cen­tra­li­dad de las rela­cio­nes y diná­mi­cas inter­nas de un sin­di­ca­to a la hora de pen­sar su acción, su expe­rien­cia, y sobre todo, ana­li­zar la efi­ca­cia de su polí­ti­ca. El caso ana­li­za­do es la expe­rien­cia de la Jun­ta Inter­na de dele­ga­dos de base de ATE (Aso­cia­ción de Tra­ba­ja­do­res del Esta­do) del Minis­te­rio Desa­rro­llo Social de la Nación entre 1997 y 2009, a par­tir del cual se mues­tra su hete­ro­ge­nei­dad polí­ti­ca inter­na, las diver­sas tra­yec­to­rias y for­ma­cio­nes de sus miem­bros, su diná­mi­ca y arti­cu­la­ción en la defi­ni­ción de una estra­te­gia y de su acción, y sobre todo, las eta­pas que atra­vie­sa esa expe­rien­cia, no sólo en fun­ción de los cam­bios en el gobierno nacio­nal y con­tex­to minis­te­rial, sino y sobre todo en fun­ción de las rela­cio­nes y posi­cio­nes al inte­rior del gre­mio, sus diná­mi­cas, dispu­tas y afinidades.

Los últi­mos dos capí­tu­los que cie­rran la com­pi­la­ción ponen el foco en temas cla­ves del mun­do labo­ral: la for­ma­ción sin­di­cal y la orga­ni­za­ción glo­ba­li­za­da. Daniel Dicó­si­mo inda­ga en el capí­tu­lo 14 la expe­rien­cia de los cen­tros de for­ma­ción sin­di­cal como res­pues­ta a la fle­xi­bi­li­za­ción en los años 90, una reac­ción o herra­mien­ta para infor­mar­se, pre­pa­rar­se, resis­tir y/o nego­ciar, estra­te­gia gre­mial amplia­da y reno­va­da ante la nue­va eta­pa y la polí­ti­ca labo­ral neo­li­be­ral. Esta estra­te­gia supo­ne una rela­ción entre dos cam­pos dis­tin­tos, el de los exper­tos y pro­fe­sio­na­les y el mun­do sin­di­cal, rela­ción que data de comien­zos de siglo XX y cuya genea­lo­gía Dicó­si­mo recu­pe­ra. En los diver­sos casos de la CGT, el MTA y la CTA en par­ti­cu­lar, se mira las for­mas y casos de incor­po­ra­ción de cen­tros de estu­dio y for­ma­ción gre­mial, la incor­po­ra­ción de sec­to­res no obre­ros para arti­cu­lar una res­pues­ta polí­ti­ca a nivel local, nacio­nal, e inter­na­cio­nal a la situa­ción estruc­tu­ral de fle­xi­bi­li­za­ción labo­ral, pro­ce­so que inclu­ye a la OIT como are­na de for­ma­ción, legi­ti­ma­ción y nego­cia­ción. EL tra­ba­jo pasa revis­ta de diver­sos casos, entre los que se des­ta­ca el Cen­tro de Estu­dios de For­ma­ción Sin­di­cal crea­do en 1982 en Villa Cons­ti­tu­ción. Allí es posi­ble iden­ti­fi­car el pasa­je de una fun­ción polí­ti­ca a otra, de la tras­mi­sión de una expe­rien­cia mili­tan­te com­ba­ti­va en los años 80 al estu­dio e infor­ma­ción pro­fe­sio­nal ante la rees­truc­tu­ra­ción pro­duc­ti­va y la nece­si­dad de for­mar­se e infor­mar­se de una nue­va mane­ra para las nego­cia­cio­nes colec­ti­vas en los 90.

En el últi­mo capí­tu­lo Julia Soul abor­da las redes sin­di­ca­les glo­ba­les en este caso en el sec­tor side­rúr­gi­co, dan­do cuen­ta de una nue­va for­ma gre­mial que per­mi­te dis­cu­tir de mane­ra arti­cu­la­da ante las empre­sas mul­ti­na­cio­na­les. Lejos de las fede­ra­cio­nes inter­na­cio­na­les por sec­tor como las del trans­por­te, que datan inclu­so de fines del siglo XIX y nuclea­ban a sin­di­ca­tos nacio­na­les, y lejos tam­bién de los espa­cios ins­ti­tu­cio­na­les y la estruc­tu­ra que la pro­pia empre­sa pro­po­ne para incor­po­rar la repre­sen­ta­ción sin­di­cal, estas nue­vas for­mas orga­ni­za­cio­na­les sur­gen del des­di­bu­ja­mien­to de la rama/sector y las fron­te­ras nacio­na­les en la con­fi­gu­ra­ción de la cade­na pro­duc­ti­va. El caso side­rúr­gi­co de Tena­ris y Ger­dau ana­li­za­dos mues­tra la impo­si­bi­li­dad de dispu­tar con­di­cio­nes de tra­ba­jo y sala­ria­les sobre anti­guas bases industriales/sectoriales, y a la vez la diver­si­dad de las expe­rien­cias desa­rro­lla­das. El capí­tu­lo nos para así fren­te a un fuer­te pro­ce­so actual de reor­ga­ni­za­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra mun­dial y la con­fi­gu­ra­ción de nue­vas for­mas sin­di­ca­les en torno a las cade­nas de pro­ce­sos de tra­ba­jo y valo­ri­za­ción glo­ba­les. Des­de los pri­me­ros años del siglo XXI se des­plie­gan estas redes, con su pro­pia agen­da (en abier­to dia­lo­go con la OIT) cen­tra­das en cier­to tipo de accio­nes glo­ba­les como cam­pa­ñas en torno al tra­ba­jo feme­nino y juvenil.

Tras este no tan bre­ve pero nece­sa­rio repa­so por los temas, capí­tu­los y pers­pec­ti­vas des­ple­ga­das en la com­pi­la­ción, es posi­ble afir­mar que el libro colo­ca el foco en la tra­ma social y sin­di­cal del mun­do del tra­ba­jo en la región lati­no­ame­ri­ca­na, a los esta­dos nacio­nal y muni­ci­pal, a los empre­sa­rios, par­ti­dos y gre­mios nacio­na­les y sin­di­ca­tos de base, muni­ci­pa­les, nacio­na­les y regio­na­les, y al mis­mo tiem­po mar­ca los tiem­pos y for­mas de la pre­ca­ri­za­ción y las már­ge­nes de ese mun­do obre­ro, la des­ocu­pa­ción y la repre­sión. En suma, iden­ti­fi­ca y orde­na una serie de pro­ble­má­ti­cas noda­les en la his­to­rio­gra­fía obrera.

Tam­bién es posi­ble iden­ti­fi­car en el con­jun­to de tra­ba­jos momen­tos estruc­tu­ran­tes glo­ba­les de la expe­rien­cia obre­ra que son vis­tos des­de otras lati­tu­des y cone­xio­nes: coyun­tu­ras como las cri­sis de la pri­me­ra gue­rra, la de ini­cios de los 30 o la segun­da pos­gue­rra son deli­nea­das en diver­sos tra­ba­jos. Con mayor énfa­sis pue­den visua­li­zar­se los momen­tos de reor­ga­ni­za­ción pro­duc­ti­va en torno a los años 50, o a los 90, a tra­vés de pro­ce­sos estruc­tu­ra­les que glo­bal­men­te han recon­fi­gu­ra­do de mane­ra diver­sa a amplios sec­to­res del tra­ba­jo, gene­ran­do deman­das y acti­van­do sub­je­ti­vi­da­des múl­ti­ples (obre­ras, esta­ta­les, empre­sa­ria­les) ante su impac­to local y regio­nal en las for­mas pro­duc­ti­vas, en las rela­cio­nes y expe­rien­cia labo­ra­les, en la orga­ni­za­ción y la for­mas de lucha. Dichos momen­tos que atra­vie­san el libro mues­tran una fuer­te vin­cu­la­ción con los cam­bios en los pro­ce­sos pro­duc­ti­vos, pro­ce­sos de tra­ba­jo y estruc­tu­ra­ción de cada sec­tor, y su impac­to, res­pues­tas, y las agen­cias de los tra­ba­ja­do­res invo­lu­cra­dos. Así lo mues­tra la pro­tes­ta ferro­via­ria en Rosa­rio duran­te la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial, y las téc­ni­cas de racio­na­li­za­ción del tra­ba­jo imple­men­ta­das por Crouch, pro­du­cien­do nue­vos des­ocu­pa­dos que están sien­do medi­dos y cata­lo­ga­dos por los esta­dos nacio­na­les. Otra mues­tra es la res­truc­tu­ra­ción pro­duc­ti­va y la racio­na­li­za­ción ante la cri­sis en los años 60 tan­to en la indus­tria fri­go­rí­fi­ca, meta­lúr­gi­ca, como en la docen­cia y el empleo esta­tal en Rosa­rio, pero tam­bién en El Cerro mon­te­vi­deano. Un nue­vo momen­to se pre­sen­ta ante la cri­sis y las polí­ti­cas neo­li­be­ra­les en la déca­da de 1990, cuan­do tan­to en la Pata­go­nia y las comu­ni­da­des petro­le­ras, la side­rúr­gi­ca y pri­va­ti­za­cio­nes en Vol­ta Redon­da en Bra­sil, en la recon­fi­gu­ra­ción del empleo públi­co en Tan­dil, impac­ta una situa­ción estruc­tu­ral que recon­fi­gu­ra suje­tos y polí­ti­cas gre­mia­les y comunitarias.

Como pro­pu­si­mos en el ini­cio, pen­sar este libro como puer­ta de entra­da al cam­po his­to­rio­grá­fi­co y su pro­duc­ción, en cier­to sen­ti­do per­mi­te iden­ti­fi­car tam­bién las vacan­cias o sos­te­ni­das ausen­cias, que en este caso giran en torno al mun­do del tra­ba­jo rural y a la mira­da des­de el géne­ro para inter­pre­tar los gran­des pro­ce­sos y expe­rien­cias a las que el libro refie­re. Sobre el mun­do obre­ro rural, hay hue­llas en diver­sos capí­tu­los que per­mi­ten for­mu­lar la pre­gun­ta, como la con­si­de­ra­ción del pro­ble­ma cam­pe­sino e indí­ge­na por la CTAL en los años 40, por men­cio­nar algu­na de peso. Sobre cues­tio­nes de géne­ro, hay refe­ren­cias explí­ci­tas, como es el caso del tra­ba­jo de Porri­ni es don­de apa­re­ce con más cla­ri­dad la pre­gun­ta por la par­ti­ci­pa­ción de las muje­res, su pre­sen­cia en la indus­tria fri­go­rí­fi­ca por sec­ción ‑las fri­ye­ras -, mos­tran­do al sin­di­ca­to como un uni­ver­so pro­fun­da­men­te mas­cu­lino, y el caso para­dig­má­ti­co de las her­ma­nas Lor­dón, que lle­van a inte­rro­gar­se por las rela­cio­nes de géne­ro en el mer­ca­do de tra­ba­jo y sec­to­res pro­duc­ti­vos, pero sobre todo, en las for­mas de las pro­tes­ta y la orga­ni­za­ción sin­di­cal. Por sobre estas las ausen­cias, la preo­cu­pa­ción por la gene­ra­ción de cono­ci­mien­to en torno al mun­do del tra­ba­jo lati­no­ame­ri­cano, sus suje­tos, sus trans­for­ma­cio­nes y ten­den­cias actua­les, y sobre todo, la recu­pe­ra­ción de su cen­tra­li­dad his­tó­ri­ca y social en la esce­na local y regio­nal son el fuer­te de esta nue­va com­pi­la­ción, que colo­ca el foco de una mane­ra reno­va­da en las expe­rien­cias de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. El libro ilu­mi­na así el mun­do obre­ro des­de el siglo XX y en el siglo XXI, abar­ca una mul­ti­pli­ci­dad de suje­tos (empre­sas, téc­ni­cos, inge­nie­ros, gre­mios, esta­dos nacio­na­les, muni­ci­pa­les) y por supues­to, la cla­se tra­ba­ja­do­ra en su hete­ro­ge­nei­dad (jóve­nes, estu­dian­tes, des­ocu­pa­dos, pre­ca­ri­za­dos), repen­san­do expe­rien­cias polí­ti­co-sin­di­ca­les en diver­sas esca­las, paí­ses y sec­to­res, visi­bi­li­zan­do tra­mas inter­na­cio­na­les, tan­to inte­lec­tua­les como orga­ni­za­ti­vas, del mun­do del tra­ba­jo, colo­cán­do­nos así de una mane­ra más refle­xi­va e infor­ma­da ante las inquie­tu­des e incer­ti­dum­bres del pre­sen­te laboral.

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Simo­nas­si, Sil­via y Daniel Dicó­si­mo (comp.) 2018 Tra­ba­ja­do­res y sin­di­ca­tos en Lati­noa­mé­ri­ca. Ima­go Mun­di, Bue­nos Aires. 320p. ISBN 978–950–793–295–3

* CONICET (Con­se­jo Nacio­nal de Inves­ti­ga­cio­nes Cien­tí­fi­cas y Téc­ni­cas). IDAES-UNSAM (Ins­ti­tu­to de Altos Estu­dios Socia­les, Uni­ver­si­dad Nacio­nal de San Mar­tín). lauracaruso@gmail.com

[1] Simo­nas­si, Sil­via y Daniel Dicó­si­mo 2011 Tra­ba­ja­do­res y empre­sa­rios en la Argen­ti­na del Siglo XX: inda­ga­cio­nes des­de la his­to­ria social. Pro­his­to­ria, Rosario.

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  Cómo citar ¬

Laura caruso, «Crítica del libro Trabajadores y sindicatos en Latinoamérica», Revista de Estudios Marítimos y Sociales [En línea], publicado el [insert_php] echo get_the_time('j \d\e\ F \d\e\ Y');[/insert_php], consultado el [insert_php] setlocale(LC_ALL,"es_ES"); echo strftime("%e de %B del %Y");[/insert_php]. URL: https://estudiosmaritimossociales.org/archivo/rems-14/resena-caruso/
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