¿Cómo se vive un espacio y su naturaleza? ¿Cómo se piensa el desarrollo sostenible? Estudio de los imaginarios urbanos en el conflicto entre el Club atlético Aldosivi y la Reserva Natural Puerto Mar del Plata

How are an urban spa­ce and its natu­re lived? How is the sus­tai­na­ble deve­lop­ment thought?Study of urban ima­gi­na­ries in the con­flict bet­ween Club Atlé­ti­co Aldo­si­vi and Reser­va Natu­ral Puer­to Mar del Plata

María Belén Loy­za*

Reci­bi­do: 22 de mar­zo de 2018
Acep­ta­do: 14 de octu­bre de 2018

Resumen

El inte­rés por el cono­ci­mien­to de cómo los dife­ren­tes espa­cios urba­nos son vivi­dos por los habi­tan­tes de las ciu­da­des adquie­re una rele­van­cia cre­cien­te en el mar­co de los estu­dios urba­nos. El pre­sen­te artícu­lo, que ana­li­za un con­flic­to en el área por­tua­ria de Mar del Pla­ta, par­te de ese inte­rés toman­do las voces de los acto­res median­te entre­vis­tas en pro­fun­di­dad que recons­tru­yen los sen­ti­dos que guían sus accio­nes, es decir los “ima­gi­na­rios actan­tes” (Hier­naux 2008). En el año 2010 comien­za el con­flic­to urbano ambien­tal en la zona sur de la ciu­dad de Mar del Pla­ta cuan­do el Con­sor­cio Regio­nal Por­tua­rio de Mar del Pla­ta le cede un terreno lin­dan­te a la Reser­va Natu­ral Puer­to Mar del Pla­ta al Club Atlé­ti­co Aldo­si­vi para que reali­ce su esta­dio depor­ti­vo. Al comen­zar las obras sin la corres­pon­dien­te Eva­lua­ción de Impac­to Ambien­tal se ini­cia la dispu­ta entre diver­sas agru­pa­cio­nes ambien­ta­lis­tas y veci­na­les y la enti­dad depor­ti­va. Las for­mas de enten­der el espa­cio y sus dife­ren­tes usos, la natu­ra­le­za del lugar y en gene­ral y el desa­rro­llo espe­ra­do para la ciu­dad des­de la pers­pec­ti­va de la sus­ten­ta­bi­li­dad, son algu­nos de los aspec­tos de los ima­gi­na­rios que se ana­li­zan en este trabajo.

Pala­bras cla­ve: ima­gi­na­rios urba­nos — con­flic­tos ambien­ta­les — acto­res socia­les — natu­ra­le­za — desa­rro­llo sostenible

Abstract

In the urban stu­dies field, the­re is increa­sing inter­est in kno­wing how urban spa­ces are lived by citi­zens. The current paper, which ana­li­ses a con­flict in the Port area of Mar del Pla­ta, follows that inter­est taking into account the voi­ces of the social actors through in-depth inter­views. In such inter­views, the sen­ses that gui­de their actions are rebuilt, in other words “actants ima­gi­na­ries” (Hier­naux 2008). The envi­ron­men­tal urban con­flict in the south side of Mar del Pla­ta begins in 2010, when the orga­nism in char­ge of the Port “Con­sor­cio Regio­nal Por­tua­rio de Mar del Pla­ta” gives Club Atlé­ti­co Aldo­si­vi a pie­ce of land next to the cit­y’s natu­ral reser­ve. When Club Atle­ti­co Aldo­si­vi begins to build the sta­dium without the neces­sary Envi­ron­men­tal Impact Assess­ment that is requi­red by law, dif­fe­rent envi­ron­men­tal and neigh­bo­ring orga­ni­za­tions start a dis­pu­te with the sports Club. The ways of unders­tan­ding a spa­ce and its dif­fe­rent uses, the natu­re of the area and in gene­ral, and the deve­lop­ment expec­ted for the city from a sus­tai­na­bi­lity pers­pec­ti­ve, are some of the aspects of the ima­gi­na­ries that are analy­sed in this research.

Key words: urban ima­gi­na­ries — envi­ron­men­tal con­flicts — social actors — natu­re — sus­tai­na­ble development

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Introducción

Más de la mitad de la pobla­ción mun­dial vive hoy en áreas urba­nas (54%); ese núme­ro es mucho mayor en algu­nos paí­ses, como es el caso de Argen­ti­na don­de lle­ga al 92% de pobla­ción urba­na [Jefa­tu­ra de Gabi­ne­te de Minis­tros 2017]. Fren­te a este pano­ra­ma, el desa­rro­llo urbano es un pro­ce­so de preo­cu­pa­ción cre­cien­te. Las for­mas que pue­de adqui­rir el mis­mo en las ciu­da­des pue­den ser múl­ti­ples e ir cam­bian­do. Es aquí, don­de las reser­vas natu­ra­les urba­nas adquie­ren un rol fun­da­men­tal para cier­tas for­mas de desa­rro­llo. La con­ser­va­ción que se carac­te­ri­za por pre­ser­var por­cio­nes de eco­sis­te­mas autóc­to­nos y pro­te­ger y uti­li­zar espa­cios y recur­sos garan­ti­zan­do su sos­te­ni­bi­li­dad a futu­ro, ofre­ce a los habi­tan­tes de las áreas urba­nas eco­sis­te­mas tan­to para su uso actual, como para el de las gene­ra­cio­nes venideras.

La impor­tan­cia radi­ca en pre­ser­var áreas repre­sen­ta­ti­vas de cada eco­rre­gión para su cono­ci­mien­to y dis­fru­te, pero tam­bién para man­te­ner o mejo­rar la cali­dad de los recur­sos. Debi­do al avan­ce del desa­rro­llo urbano, las reser­vas natu­ra­les urba­nas adquie­ren un rol muy impor­tan­te puri­fi­can­do el aire, evi­tan­do inun­da­cio­nes, absor­bien­do olo­res y amor­ti­guan­do rui­dos. Ade­más de los ser­vi­cios ambien­ta­les que ofre­cen, la edu­ca­ción ambien­tal que allí se brin­da, con­tri­bu­ye a gene­rar una mayor con­cien­cia hacia el desa­rro­llo sustentable.

Por lo tan­to, a nivel mun­dial gran­des ciu­da­des impul­sa­ron el desa­rro­llo y pro­li­fe­ra­ción de reser­vas urba­nas, acom­pa­ña­das por medi­das a mane­ra de impul­sos de espa­cios ver­des (par­ques, pla­zas, jar­di­nes y bal­co­nes). Estos dos tipos de áreas ver­des poseen dife­ren­cias, ya que uno recrea y pre­ser­va un eco­sis­te­ma autóc­tono, logran­do cum­plir con el obje­ti­vo de la diver­si­dad bio­ló­gi­ca, y el otro pre­sen­ta una “natu­ra­le­za orde­na­da”; sin embar­go, ambos espa­cios impul­san la idea “sus­ten­ta­bi­li­dad” al inte­rior de las ciudades.

La Reser­va Natu­ral Puer­to Mar del Pla­ta sigue esta línea de con­ser­va­ción, sien­do la úni­ca reser­va urba­na de la ciu­dad de Mar del Pla­ta.[1] Su apor­te de ser­vi­cios ambien­ta­les se rei­vin­di­ca con mayor fuer­za ya que se ubi­ca en un área de múl­ti­ples usos don­de se encuen­tran acti­vi­da­des pro­duc­ti­vas, recrea­ti­vas, turís­ti­cas y resi­den­cia­les con­vi­vien­do de for­ma armó­ni­ca en algu­nos casos y pro­ble­má­ti­ca en otros. Al mis­mo tiem­po que brin­da ser­vi­cios ambien­ta­les, con­ser­va par­te de los eco­sis­te­mas autóc­to­nos de la región, encon­trán­do­se repre­sen­ta­dos una varie­dad de ellos: hume­dal, médano, lagu­na, pas­ti­za­les y pla­ya. A su vez, estos eco­sis­te­mas alber­gan una impor­tan­te diver­si­dad de espe­cies de flo­ra y fau­na: 170 espe­cies de vege­ta­les, más de 150 espe­cies de aves que repre­sen­tan el 79% de la avi­fau­na del Par­ti­do de Gene­ral Puey­rre­don, el 50% de mamí­fe­ros, el 70% de los peces de agua dul­ce, el 50% de los anfi­bios y el 27% de los rep­ti­les [Solís 2010–2018; De Mar­co 2011].

La sos­te­ni­bi­li­dad de las ciu­da­des se abor­da des­de dife­ren­tes aris­tas, sien­do la con­ser­va­ción de las áreas pro­te­gi­das una de ellas. La posi­bi­li­dad de entrar en con­tac­to con natu­ra­le­za sil­ves­tre se vuel­ve suma­men­te impor­tan­te fren­te a una ciu­dad que se expan­de y den­si­fi­ca cada vez más.

Con el avan­ce de la con­cien­cia ambien­tal a nivel mun­dial se pro­pa­ga­ron orga­nis­mos y pro­gra­mas para impul­sar otras for­mas de desa­rro­llo que abor­den los aspec­tos ambien­ta­les como lo es el desa­rro­llo sos­te­ni­ble. Es bajo este con­tex­to que se crea la Fun­da­ción de la Reser­va Natu­ral Puer­to Mar del Pla­ta en el año 1987 impul­san­do la efec­ti­va pro­tec­ción de dicho espa­cio. En el año 1990 se san­cio­na la Orde­nan­za N° 7.927 que la decla­ra Reser­va Muni­ci­pal, pero al per­te­ne­cer dicho espa­cio a la juris­dic­ción pro­vin­cial siem­pre se bus­có y se impul­só, tam­bién duran­te el con­flic­to, una Ley que la decla­re Reser­va Provincial.

Des­de su con­for­ma­ción como Reser­va, se enfren­tó a dife­ren­tes pro­ble­mas para su con­ser­va­ción como, por ejem­plo, la expo­si­ción a pro­ce­sos de con­ta­mi­na­ción por par­te de la hari­ne­ra Molien­das del Sur que ver­tía sus resi­duos. Sin embar­go, el mayor con­flic­to al cual se enfren­tó comen­zó en el año 2010 cuan­do el Con­sor­cio Regio­nal Por­tua­rio de Mar del Pla­ta le cede median­te la Ley N° 14.193 un terreno lin­dan­te a la Reser­va al Club Atlé­ti­co Aldo­si­vi[2] para cons­truir allí su can­cha. Con el ini­cio de las obras, como des­ma­le­za­mien­to y relleno de lagu­nas, sin con­tar con la corres­pon­dien­te Eva­lua­ción de Impac­to Ambien­tal (exi­gi­da por la Ley Gene­ral de Ambien­te N° 25.675 a nivel nacio­nal y la Ley N° 11.723 a nivel pro­vin­cial) dife­ren­tes veci­nos y orga­ni­za­cio­nes se agru­pa­ron para defen­der el área pro­te­gi­da. La tras­cen­den­cia que tuvo dicho con­flic­to, como así tam­bién la cla­ri­dad del mis­mo para evi­den­ciar los diver­sos usos de los espa­cios urba­nos y los dife­ren­tes sig­ni­fi­ca­dos ancla­dos a los mis­mos, con­for­ma­ron esta dispu­ta en un obje­to de inte­rés para la pre­sen­te investigación.

El aná­li­sis de un con­flic­to urbano ambien­tal[3] pue­de ser enten­di­do des­de dife­ren­tes ángu­los; sin embar­go, nos enfo­ca­mos des­de el aná­li­sis de la pro­duc­ti­vi­dad social de los mis­mos [Melé 2003, Mer­linsky 2009]. Un con­flic­to deja múl­ti­ples efec­tos que trans­for­man el esta­do de cosas ante­rior a su apa­ri­ción, que son nece­sa­rios ana­li­zar, como son los cam­bios jurí­di­cos (juri­di­fi­ca­ción), polí­ti­cos (irrup­ción del con­flic­to en el espa­cio públi­co) y de apro­pia­ción sim­bó­li­ca (terri­to­ria­li­za­ción).

En este caso nos enfo­ca­re­mos en cómo el con­flic­to per­mi­te ver las dife­ren­tes sig­ni­fi­ca­cio­nes refe­ri­das al espa­cio, estu­dian­do para ello las voces de los acto­res inter­vi­nien­tes. Los espa­cios son con­ce­bi­dos, per­ci­bi­dos y al mis­mo tiem­po son vivi­dos [Lefeb­vre 1974]. Este tra­ba­jo per­mi­te con­tri­buir a los estu­dios urba­nos que se cen­tran en este últi­mo aspec­to res­ca­tan­do de esta for­ma la lógi­ca pro­pia de los habi­tan­tes de las ciu­da­des. Estos sen­ti­dos que guían a los acto­res en sus viven­cias de los espa­cios son los diver­sos ima­gi­na­rios urba­nos actan­tes [Hier­naux 2008] que se ana­li­zan en el pre­sen­te trabajo.

¿Cómo se vive el espa­cio del con­flic­to? ¿Qué usos debe tener el mis­mo? ¿Cómo se entien­de la natu­ra­le­za en gene­ral? ¿Y en este espa­cio pro­te­gi­do? ¿Cómo se pien­sa el desa­rro­llo sos­te­ni­ble? ¿Es incor­po­ra­do lo ambien­tal en las mira­das del desa­rro­llo? ¿Para quién es pen­sa­do el desa­rro­llo? Son algu­nas de las pre­gun­tas que se bus­can res­pon­der pro­fun­di­zan­do para ello en “las repre­sen­ta­cio­nes, los sím­bo­los, las ideo­lo­gías, las uto­pías, los sue­ños, los pla­nes de vida, los modos de tra­ba­jo; en fin, lo que aquí se bus­ca inte­grar en un solo con­cep­to: los ima­gi­na­rios socia­les” [Ipa­rra­gui­rre 2017: 251].

Consideraciones metodológicas

Para recons­truir los dife­ren­tes sen­ti­dos que guían las accio­nes de los acto­res [Hier­naux 2008] den­tro de sus dispu­tas urba­nas, es fun­da­men­tal con­tar con las voces en pri­me­ra per­so­na de los invo­lu­cra­dos. Para ello se efec­tuó un aná­li­sis cua­li­ta­ti­vo con­for­ma­do por entre­vis­tas en pro­fun­di­dad y aná­li­sis documental.

Sobre el pri­mer aspec­to, se rea­li­za­ron un total de sie­te entre­vis­tas (cin­co a ambien­ta­lis­tas y dos a hin­chas). Para la selec­ción de casos se toma­ron en cuen­ta los acto­res cla­ve del con­flic­to por el lado de los defen­so­res de la Reser­va, es decir aque­llos refe­ren­tes de cada orga­ni­za­ción, sien­do una de las encar­ga­das de edu­ca­ción ambien­tal (que ade­más fue cla­ve en el con­flic­to como expre­sa­ron los demás entre­vis­ta­dos y como se evi­den­cia en el mane­jo del blog de la Reser­va) la infor­man­te enla­ce que per­mi­tió con­tac­tar a los demás entre­vis­ta­dos. Por el lado de Aldo­si­vi, se toma­ron en cuen­ta las voces de los hin­chas del Club. Esta deci­sión res­pon­de a cau­sas ana­lí­ti­cas y ope­ra­ti­vas, como lo son la impo­si­bi­li­dad de con­tac­tar a los miem­bros de la comi­sión direc­ti­va y la inten­ción de dar­le lugar a aque­llos ima­gi­na­rios de los ciu­da­da­nos “de a pie”.

Sobre el segun­do aspec­to se inda­ga­ron los prin­ci­pa­les por­ta­les de noti­cias elec­tró­ni­cos y sus res­pec­ti­vos comen­ta­rios, videos en You­Tu­be y artícu­los de opi­nión en blogs, como así tam­bién docu­men­tos ofi­cia­les, como infor­mes ambien­ta­les pre­sen­ta­dos por el Club o reso­lu­cio­nes judi­cia­les. Este pro­ce­so que se desa­rro­lló en pro­fun­di­dad duran­te un año, abor­dó fuen­tes des­de el 2010 has­ta el 2017.

Como pue­de obser­var­se, el aná­li­sis de los ima­gi­na­rios se carac­te­ri­za por la sepa­ra­ción en dos gran­des gru­pos, los defen­so­res de la Reser­va y los defen­so­res del Club, abor­dan­do no sólo los sen­ti­dos que entran en ten­sión sino ade­más bus­car aque­llos pun­tos de con­tac­to. Si bien exis­ten dife­ren­cias inter­nas en cada uno de ellos, a las que se hará refe­ren­cia cuan­do sea nece­sa­rio, no serán teni­das en cuen­ta en la pre­sen­te investigación.

A con­ti­nua­ción, des­cri­bi­mos el con­flic­to cen­trán­do­nos en los usos del espa­cio en cues­tión, los acto­res inter­vi­nien­tes y lo suce­di­do en la dispu­ta de mane­ra sin­té­ti­ca para des­pués aden­trar­nos pro­pia­men­te en los imaginarios.

Breve descripción del conflicto urbano ambiental

El espa­cio don­de radi­ca la Reser­va y su zona ale­da­ña, actual­men­te per­te­ne­cien­te al Club Atlé­ti­co Aldo­si­vi, es un área de con­fluen­cia de dife­ren­tes acti­vi­da­des y por ende, dife­ren­tes usos y repre­sen­ta­cio­nes. Esto se rela­cio­na al mis­mo tiem­po con el carác­ter mul­ti­pro­pó­si­to del Puer­to que com­ple­ji­za aún más el uso que se hace de esa zona, tenien­do así acti­vi­da­des indus­tria­les, de depó­si­to y comer­cia­li­za­ción, nava­les, turís­ti­cas, recrea­ti­vas, pes­que­ras, entre otras. Sabien­do que el Puer­to ade­más cuen­ta con una zona resi­den­cial, al mis­mo tiem­po que limi­ta con otro barrio como es el de Pun­ta Mogo­tes y los bal­nea­rios que le per­te­ne­cen, deci­mos que es una zona de muy diver­sos usos, que en muchos casos, y en este en par­ti­cu­lar, entran en conflicto.

En sus orí­ge­nes el espa­cio don­de radi­ca la Reser­va fue uti­li­za­do como fuen­te de mate­rias pri­mas para la cons­truc­ción de blo­ques de hor­mi­gón nece­sa­rios para con­for­mar las esco­lle­ras del Puer­to. Este uso de un espa­cio don­de sólo tie­ne valor por lo que posee y apor­ta para otros, dio ori­gen a un uso muy dife­ren­te que se fue des­en­ca­de­nan­do con el tiem­po. La extrac­ción de rocas por los fines antes men­cio­na­dos gene­ró la for­ma­ción de cavas, que fue­ron con­vir­tién­do­se en depó­si­tos de agua. La imper­mea­bi­li­za­ción de la zona por el incre­men­to de resi­den­tes, como así tam­bién la cons­truc­ción de los esta­cio­na­mien­tos de cemen­to de los bal­nea­rios en la déca­da del ´80 aumen­ta­ron el escu­rri­mien­to hacia esa zona [De Mar­co 2011] con­for­man­do lo que es hoy día la Reser­va del Puer­to y la cade­na de lagu­nas con­ti­gua (decla­ra­das tam­bién en 1997 como par­te del área pro­te­gi­da). Así, apa­re­ce un eco­sis­te­ma que con el auge de la preo­cu­pa­ción ambien­tal y diver­sos acto­res que bus­can lle­var­lo a cabo a nivel local, requie­re ser pre­ser­va­do. Pasa­mos de esta for­ma de un espa­cio que se usa para ser­vir a otros, a uno que bus­ca ser con­ser­va­do (tam­bién exis­te la idea de ser­vi­cio ambien­tal, pero no a par­tir de la extrac­ción y modi­fi­ca­ción del mismo).

Sin embar­go, al mis­mo que tiem­po que se quie­re con­ser­var esa zona a par­tir de la con­for­ma­ción en 1987 de la Fun­da­ción de la Reser­va, el sec­tor esta­ba sien­do uti­li­za­do para alma­ce­na­je de gas en los carac­te­rís­ti­cos “glo­bos de Gas del Esta­do” y de com­bus­ti­ble en los tan­ques de YPF, que hoy día se encuen­tran abandonados.

La ins­ta­la­ción tam­bién de dife­ren­tes hari­ne­ras, como Molien­das del Sur, puso en ten­sión el uso que se hacía del espa­cio. Como lugar para arro­jar los dese­chos que apa­re­cen como exter­na­li­da­des nega­ti­vas del pro­ce­so pro­duc­ti­vo fren­te a la nece­si­dad de pro­te­ger el área. El sec­tor indus­trial toma el espa­cio enton­ces, como lugar para loca­li­zar­se y desa­rro­llar sus acti­vi­da­des de for­ma com­ple­ta, ya que tam­bién se inclu­ye el fin en for­ma de dese­chos. Cual­quier otro uso no es teni­do en cuen­ta, ya que, el obje­ti­vo al ser un actor mera­men­te eco­nó­mi­co [Pírez 1995] es obte­ner bene­fi­cios. En este sen­ti­do empre­sa­rios del Puer­to como tam­bién infor­mes del Con­sor­cio Regio­nal Por­tua­rio de Mar del Pla­ta mos­tra­ron su inte­rés de uti­li­zar el espa­cio don­de se encuen­tra empla­za­da la Reser­va para poder expan­dir el área indus­trial del Puer­to, median­te la cons­truc­ción de via­duc­tos para trans­por­te pesa­do, depó­si­to de con­te­ne­do­res o ins­ta­la­ción de plan­tas pes­que­ras. El espa­cio era vis­to de esta mane­ra como un espa­cio “vacío” y nece­sa­rio para poder seguir cre­cien­do como sector.

Con el paso del tiem­po la ins­ta­la­ción de bal­nea­rios con­ti­guos a la Reser­va tam­bién gene­ró ten­sio­nes, pero que fue­ron solu­cio­na­das con pron­ti­tud dada la ade­cua­ción de los mis­mos a la Eva­lua­ción de Impac­to Ambien­tal corres­pon­dien­te, como fue el caso del bal­nea­rio Are­nas Blancas.

El otro uso que aquí se des­ta­ca es el depor­ti­vo-eco­nó­mi­co[4] des­en­vuel­to por Aldo­si­vi. Con ante­rio­ri­dad a la cesión de tie­rras como pro­yec­to de cons­truc­ción de la can­cha pro­pia (Ley N° 14.193/10), el club ya dis­po­nía de un terreno lin­dan­te a los Glo­bos de Gas, don­de se dis­po­nían can­chas y ves­tua­rios úni­ca­men­te. Este fue el perío­do de rela­ción armó­ni­ca con la Reser­va, dado que com­par­tían el edi­fi­cio con la sede de dicha Fun­da­ción. Sin embar­go, en el año 2010 con otros obje­ti­vos mayo­res (cuan­do la Man­za­na de los Cir­cos dejó de ser una opción) la con­vi­ven­cia se vol­vió insos­te­ni­ble dada la no pre­sen­ta­ción de la Eva­lua­ción de Impac­to Ambien­tal pre­vio al comien­zo de obras que impli­ca­ban modi­fi­ca­cio­nes sus­tan­cia­les a ese sue­lo, como relle­nos y desmalezamientos.

Pode­mos decir enton­ces, que los usos son muy diver­sos y que en algu­nos casos se da con­vi­ven­cia y rela­ción, y en otros ten­sio­nes e incom­pa­ti­bi­li­da­des de uso. Esto últi­mo es lo que suce­de en el con­flic­to con el Club Atlé­ti­co Aldo­si­vi aquí estudiado.

La apa­ri­ción de un obje­ti­vo de mayor enver­ga­du­ra por par­te del Club gene­ró la par­ti­ci­pa­ción de veci­nos preo­cu­pa­dos por el futu­ro del área pro­te­gi­da, dado que un esta­dio ponía en ries­go su con­ti­nui­dad. Las pri­me­ras accio­nes fue­ron lle­va­das a cabo por la Fun­da­ción de la Reser­va Natu­ral de Mar del Pla­ta que deman­dó que se fre­nen las obras has­ta con­tar con la habi­li­ta­ción correspondiente.

Al mis­mo tiem­po que esta orga­ni­za­ción téc­ni­co-pro­fe­sio­nal crea­da para la pro­tec­ción de la Reser­va efec­tua­ba las accio­nes lega­les, un gru­po de per­so­nas (veci­nos, pro­fe­sio­na­les, acti­vis­tas ambien­ta­les) se reu­nían para poder saber lo que esta­ba pasan­do. Ante la nega­ti­va de la Fun­da­ción de con­ti­nuar con las accio­nes lega­les cuan­do un juez sobre­se­yó al pre­si­den­te del Club, los veci­nos con­for­ma­ron la Asam­blea de Veci­nos Auto­con­vo­ca­dos Tra­ba­jan­do en Accio­nes por la Reser­va (A.V.A.T.A.R.). Así, con­tra­ta­ron al abo­ga­do de la Fun­da­ción y de esta for­ma con­ti­nua­ron rea­li­zan­do accio­nes lega­les para fre­nar las obras de la enti­dad depor­ti­va. Si bien, las mis­mas nun­ca para­ron a pesar de las múl­ti­ples deci­sio­nes judi­cia­les, pro­vin­cia­les y muni­ci­pa­les, en el año 2015 la Cor­te Supre­ma de Jus­ti­cia falló a favor de la Reserva.

Duran­te todo este pro­ce­so legal lle­va­do a cabo por la Asam­blea de Veci­nos, que al mis­mo tiem­po desa­rro­lla­ban diver­sas accio­nes para colo­car el tema en la agen­da públi­ca y polí­ti­ca, se les sumó un actor de rele­van­cia: Green­pea­ce. Algu­nos volun­ta­rios ya par­ti­ci­pa­ban de la defen­sa de la Reser­va den­tro de la Asam­blea, pero fue recién en el año 2012 cuan­do la ONG enca­be­zó su pro­pia cam­pa­ña, la pri­me­ra de índo­le local a nivel nacio­nal, “Sal­vá la Reser­va del Puer­to”. La mis­ma tenía como obje­ti­vo poder lograr una Ley que decla­re a la Reser­va como pro­vin­cial, ya que el terreno era de esta juris­dic­ción como se dijo ante­rior­men­te (hubo inten­tos ante­rio­res, pero sin éxi­to). Dado el impac­to polí­ti­co que tuvo el con­flic­to como tam­bién la capa­ci­dad de lobby de dicha orga­ni­za­ción se pudo san­cio­nar la Ley N° 14.688 que decla­ra a la Reser­va como Reser­va Pro­vin­cial de Obje­ti­vos defi­ni­dos Mix­tos, Botá­ni­co, Fau­nís­ti­co y Edu­ca­ti­vo en el año 2014.

Usos incom­pa­ti­bles, diver­sos acto­res y dis­tin­tas for­mas de enten­der el espa­cio, la natu­ra­le­za y el desa­rro­llo sos­te­ni­ble en jue­go. Aspec­tos que se desa­rro­lla­rán a continuación.

Algunos de los imaginarios presentes

La natu­ra­le­za sil­ves­tre, ¿peli­gro­sa o valiosa?

Uno de los aspec­tos a ana­li­zar sobre las diver­sas ideas pre­sen­tes en los acto­res del con­flic­to es la noción de natu­ra­le­za[5] ya que se está hablan­do de un área natu­ral pro­te­gi­da. ¿Qué se entien­de por natu­ra­le­za en gene­ral y en este espa­cio en particular?

Una de las ideas recu­pe­ra­das habla del carác­ter útil de la natu­ra­le­za. Des­de algu­nos sec­to­res se enfa­ti­za en la natu­ra­le­za como dado­ra de mate­rias pri­mas mera­men­te, mien­tras que defen­so­res de la Reser­va, por ejem­plo, res­ca­tan los múl­ti­ples ser­vi­cios ambien­ta­les que brin­da sin nece­si­dad de sacar nada de ella, como puri­fi­ca­ción de aire, regu­la­ción hídri­ca y cli­má­ti­ca, reduc­ción de olo­res y rui­dos. Estas apre­cia­cio­nes se evi­den­cian en este caso en par­ti­cu­lar, mos­tran­do si la Reser­va tie­ne o no utilidad.

Des­de los defen­so­res, como se dijo con ante­rio­ri­dad, res­ca­tan el valor de este espa­cio por los ser­vi­cios ambien­ta­les que otorga.

Uno de los objetivos es mencionar, hablar, introducir el tema de los servicios ambientales, como superador de los recursos naturales de algo que yo uso, lo gasto y ya está (…) Entonces depende de qué grupo de edad, en todos se puede introducir el tema de servicios ambientales, de servicios ecosistémicos. Entonces, un parche chiquito, aunque sea chiquito de naturaleza, en la ciudad, me da muchos servicios, pero yo no me doy cuenta. No me doy cuenta porque como el aire no lo veo, digamos el oxígeno no lo veo, la absorción del agua no la veo y hay un montón de cosas que no las veo y como nadie me las muestra y no me la enseñaron en la escuela y mi papá y mi mamá no la saben, entonces, ese es un tema que trabajamos mucho (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).

Pero no sólo poseen una pers­pec­ti­va antro­po­cén­tri­ca, es decir, valo­rar el espa­cio por lo que le brin­da a la socie­dad, sino que se encon­tra­ron algu­nos aspec­tos que dan cuen­ta del valor de la bio­di­ver­si­dad inde­pen­dien­te­men­te del humano, es decir pos­tu­ras bio­cén­tri­cas[6] don­de se resal­ta el reco­no­ci­mien­to de la flo­ra y la fau­na. Gudy­nas [2015] hace refe­ren­cia al giro bio­cén­tri­co rea­li­za­do des­de diver­sos movi­mien­tos que lue­go se plas­man en dos cons­ti­tu­cio­nes, la de Ecua­dor y la de Boli­via, don­de la natu­ra­le­za comien­za a ser vis­ta como suje­to de dere­cho.[7] Si bien no es la mira­da pre­do­mi­nan­te en este con­flic­to, hay indi­cios de algu­nas incor­po­ra­cio­nes de este enfoque.

Y la importancia justamente por la diversidad de fauna, de flora autóctona y por ser una estación donde las aves nidifican y hay una variedad y una cantidad impresionante de aves. En un contexto donde, bueno yo también me interesé por el tema porque hace tantos años que vivo en el bosque y siempre me interesó el tema de la naturaleza, y sobre todo el tema de las aves es un tema que siempre me gustó. Y creo que somos una sociedad que nos vamos alejando de la naturaleza, entonces la posibilidad de tener una (piensa) un lugar dentro de lo que es la ciudad y con plena naturaleza es más que interesante (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).

Por par­te de los hin­chas del Club la natu­ra­le­za del lugar no tie­ne nin­gún tipo de uti­li­dad ya que se encuen­tra en el medio de eji­do urbano y por ende des­co­nec­ta­da de otros espa­cios de natu­ra­le­za, como al mis­mo tiem­po no brin­da nin­gún recur­so y apa­re­ce ante la vis­ta de gran par­te de los hin­chas como un lugar aban­do­na­do y peligroso.

Que se yo, está todo, encima tenés ahí los globos de YPF, todo y decís, está bien una reserva natural, pero está como muy contaminada ya de por sí. Está como en un centro de caos, entonces ya ¿qué tanto de Reserva hay?, ¿de qué tanto sirve que esté ahí? (Entrevista hincha de Aldosivi 1, enero de 2018).

Yo creo que ese lugar dejó de ser natu­ral hace mucho tiem­po, en el momen­to que lo sepa­ra­ron del hume­dal de toda la cos­ta (…) Para mí ya no que­da nada de natu­ral, para mí ya está con­ta­mi­na­do todo” (Entre­vis­ta hin­cha de Aldo­si­vi 2, enero de 2018).

Des­de los dos gru­pos de acto­res encon­tra­mos enton­ces un pun­to en común, la natu­ra­le­za tie­ne uti­li­dad. Sin embar­go, en este caso pode­mos obser­var las dife­ren­tes acep­cio­nes al momen­to de pen­sar en la mis­ma, como mero recur­so que se uti­li­za y des­car­ta o como ser­vi­cios que brin­da siem­pre y cuan­do se con­ser­ve los espa­cios don­de se encuen­tra la mis­ma. Estas dife­ren­cias se tras­la­dan a la mane­ra de enten­der el espa­cio: como vacío[8] de recur­sos por lo tan­to no es valio­sa su natu­ra­le­za o como lleno de bio­di­ver­si­dad y ser­vi­cios ambientales.

Sin embar­go, hay otro deba­te que está por detrás cuan­do se hace refe­ren­cia a un espa­cio natu­ral: la cues­tión de su ori­gen y de su apa­ri­ción den­tro de la ciu­dad. Fola­do­ri, al rea­li­zar una sín­te­sis de las dife­ren­tes nocio­nes de natu­ra­le­za expli­ci­ta una de ellas como “b) natu­ra­le­za como con­jun­to de las cosas que exis­ten sin inter­ven­ción huma­na, con espon­ta­nei­dad no deli­be­ra­da. Esta con­cep­ción dis­tin­gue lo natu­ral como aque­llo que exis­te fue­ra de la inter­ven­ción huma­na, de lo arti­fi­cial pro­duc­to de la acción huma­na” [2005: 96]. Esta defi­ni­ción está pre­sen­te en algu­nas repre­sen­ta­cio­nes reco­lec­ta­das de medios elec­tró­ni­cos de hin­chas de Aldo­si­vi don­de se expo­ne como una posi­ción dico­tó­mi­ca, lo arti­fi­cial de lo natu­ral, real­zan­do enton­ces el ori­gen antró­pi­co de la Reser­va como una defi­ni­ción que exclu­ye su carác­ter de área natu­ral dig­na a proteger:

La laguna no es natural, se formó cuando se construyó el conducto pluvial que cruza todo este sector paralelo a la playa y que por lógica hace las veces de tapón al deslizamiento de las aguas (Opinión de Daniel Sosa).[9]
Es el día de hoy que en ese sector todavía hay enterradas partes de barcos que se desguazaban, por ende, ese predio era de piedra, arena y tierra firme. No se lo puede considerar laguna o humedal natural, toda vez que fue la mano del hombre la que modificó el sector (Opinión de Daniel Sosa).
Le dicen Reserva Natural, pero de natural no tiene nada. Porque 1977 eso estaba seco (Opinión de Ricardo Alonso).[10]

Den­tro de los ima­gi­na­rios refe­ri­dos a la natu­ra­le­za encon­tra­mos la idea de uti­li­dad, el ori­gen y apa­re­ce otro aspec­to, el mie­do a lo sal­va­je y aban­do­na­do.[11] La leja­nía de los espa­cios natu­ra­les gene­ra una fal­ta de con­tac­to que se tras­la­da en mie­dos hacia la mis­ma, como lo expre­san veci­nos defen­so­res de la Reser­va entrevistados.

Esperan África y peligro, son preconceptos. Entonces implica mucho peligro, meterse en un lugar donde no está cortado el pasto ya debe ser peligroso (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).
Yo lo que veo es que las personas ven la naturaleza como algo extraño al ser humano o como paisaje, pero como paisaje que miro como podría mirar un cuadro. Sí ya me tengo que poner en contacto con la tierra, con las plantas, con los animales, yo creo que hasta se vive con miedo, con extrañeza, con indiferencia. Como algo que es ajeno (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).

Esta natu­ra­le­za sil­ves­tre, infun­de temor, por sus “perros sal­va­jes” y “enfer­me­da­des infec­to­con­ta­gio­sas” por ejem­plo. Y al mis­mo tiem­po, se pre­sen­ta como un lugar aban­do­na­do con todo lo que esto mis­mo con­lle­va. Sin uti­li­dad, sucio, peligroso.

No podías pasar, no podías pasar porque era mugre en serio, mugre de bolsas, de todo, basura, basura, basura, era un lugar con basura (Entrevista hincha de Aldosivi 2, enero de 2018).
Yo creo que lo que pasa en el Puerto, por lo que he hablado con mucha gente del Puerto que dice “bueno es una mugre, etc.” Es verdad, siempre es una mugre, peligroso, con gatos salvajes, con perros salvajes, etc. Las organizaciones estas no se preocupaban mucho antes de que salte la perdiz del tema Aldosivi. Había un abandono total (Entrevista hincha de Aldosivi 2, enero de 2018).
Las tareas de limpieza del Predio Deportivo y sus zonas aledañas produjeron también un impacto positivo para la salud ya que se retiraron residuos acumulados a cielo abierto, y de esta manera se eliminó un importante potencial foco de enfermedades infectocontagiosas, y de vectores transmisores de las mismas (Estudio de Impacto ambiental presentado por el Club Atlético Aldosivi).

La natu­ra­le­za para los hin­chas del Club tie­ne que tener algu­na uti­li­dad, refe­ri­da prin­ci­pal­men­te como recur­so y no al espa­cio natu­ral en sí mis­mo, y esta aso­cia­da con la idea de sal­va­je y peli­gro, por lo tan­to, gene­ra mie­dos a los habi­tan­tes de las ciu­da­des. Es nece­sa­rio inter­ve­nir­la y con­tro­lar­la, bus­can­do así la pre­sen­cia de natu­ra­le­za orde­na­da en las ciu­da­des. El ima­gi­na­rio que está pre­sen­te en los defen­so­res del Club hace alu­sión a que siem­pre la inter­ven­ción y cons­truc­ción de los seres huma­nos es posi­ti­va para con­tro­lar aque­llo que infun­de temor. Los espa­cios urba­nos debie­ran ser inter­ve­ni­dos y la natu­ra­le­za sólo es desea­da siem­pre y cuan­do apa­rez­ca de modo orde­na­do, no sal­va­je. Así, el Club mejo­ró ese espa­cio por­que lim­pió el “yuyal” y plan­tó cés­ped y pal­me­ras, ele­men­tos que se des­ta­can de la con­ser­va­ción de la natu­ra­le­za según el Estu­dio de Impac­to Ambien­tal pre­sen­ta­do.[12] Este aspec­to sin embar­go, es recha­za­do por algu­nos de los entre­vis­ta­dos por el lado de la Reser­va, don­de se defien­de la idea de la natu­ra­le­za de modo silvestre.

Los animales están, la gente tiene conceptos, espera ir como si fuera el zoológico. Pasás por la jaula del mono y el mono está, pasás por la jaula del águila y el águila está, pasás por la jaula de la jirafa y la jirafa está, siempre están no importa si es 31 de diciembre a las 12 de la noche. Siempre están en el mismo lugar. Entonces hacés el mismo recorrido y vas a encontrar. Bueno, la naturaleza no es así. Los animales si no quieren que vos los veas se van a esconder y eso se lo tenés que mostrar a las personas, no mostrarles donde se esconden (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).
O lo ven con ojos urbanitas, de persona que vive en la urbe, con ese funcional de la plaza de pasto cortito y árboles plantados y flores en hilera que se mueren a los dos meses y vienen y plantan flores en hilera, la naturaleza no crece en hilera, no es ordenadita. Esos jardines ordenaditos, todas flores celestes acá, las flores amarillas allá no existen en la naturaleza (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).

Tan­to las entre­vis­tas, como docu­men­tos, car­te­les e imá­ge­nes dan cuen­ta de las nocio­nes sobre la natu­ra­le­za que for­man par­te de los ima­gi­na­rios que están pre­sen­tes en este con­flic­to. La repre­sen­ta­ción de aban­dono y el mie­do que trae apa­re­ja­da la natu­ra­le­za sil­ves­tre en la ciu­dad, el con­trol median­te la inter­ven­ción y la cons­truc­ción orde­na­da y la con­tra­ca­ra de pen­sar los ser­vi­cios ambien­ta­les y los valo­res intrín­se­cos que trans­for­man un área den­tro de la ciu­dad como un espa­cio digno y nece­sa­rio para pro­te­ger son ideas fuer­tes que se pien­san como algu­nos de los tan­tos ima­gi­na­rios pre­sen­tes duran­te el conflicto.

El desa­rro­llo sos­te­ni­ble, des­de las prio­ri­da­des has­ta la armonía

Los mie­dos a lo aban­do­na­do, la con­fian­za en las obras y en la cons­truc­ción como sím­bo­lo de pro­gre­so, la con­ser­va­ción de áreas natu­ra­les sin inter­ven­ción, son algu­nos de los ima­gi­na­rios que se rela­cio­nan con la natu­ra­le­za y se refie­ren al aspec­to que se ana­li­za a con­ti­nua­ción: los mode­los de desa­rro­llo y las ideas sobre el desa­rro­llo sostenible.

Des­pués de ana­li­zar las entre­vis­tas y docu­men­tos sobre los invo­lu­cra­dos, pode­mos decir que la idea del desa­rro­llo está pre­sen­te, se sigue pen­san­do en este como un obje­ti­vo desea­ble, pero no se depo­si­ta en él una fe cie­ga, sino que se pien­sa al mis­mo ancla­do en una serie de con­di­cio­nes. Esto sig­ni­fi­ca que siem­pre se pien­sa en el pro­gre­so, pero esta idea vie­ne acom­pa­ña­da de una serie de cues­tio­na­mien­tos como ¿Qué inclu­ye el desa­rro­llo? ¿A quié­nes tie­ne en cuen­ta? ¿Cuá­les son los obje­ti­vos prin­ci­pa­les? ¿Cómo se logra? ¿Quié­nes participan?

Estas dife­ren­cias mues­tran que ade­más del desa­rro­llo tra­di­cio­nal, aquel que está mayor­men­te enfo­ca­do en los aspec­tos eco­nó­mi­cos y socia­les, apa­re­cen nue­vos obje­ti­vos y aspec­tos que deben ser teni­dos en cuen­ta. Como, por ejem­plo, los ambien­ta­les. Así, la pre­sen­cia o no de ima­gi­na­rios sobre el desa­rro­llo sos­te­ni­ble y de qué mane­ra apa­re­ce este mode­lo de desa­rro­llo en las cos­mo­vi­sio­nes de los acto­res es lo que se abor­da a continuación.

Antes de comen­zar a mar­car estas dife­ren­cias sobre cómo enten­der el desa­rro­llo sos­te­ni­ble es nece­sa­rio dar cuen­ta de un aspec­to fuer­te­men­te incor­po­ra­do en todas las visio­nes, de una for­ma natu­ra­li­za­da: la idea de crecimiento.

Den­tro de las pro­yec­cio­nes de los diver­sos acto­res para el futu­ro como algo desea­ble, se encuen­tra el pro­gre­si­vo avan­ce de sus acti­vi­da­des. Si bien podría pen­sar­se que esto se encuen­tra con mayor fuer­za en los obje­ti­vos de aumen­tar los espa­cios dis­po­ni­bles ya sea con­tan­do con una can­cha pro­pia por par­te de los hin­chas del Club o espa­cio para cre­ci­mien­to de la zona indus­trial por par­te de los empre­sa­rios por­tua­rios invo­lu­cra­dos, tam­bién des­de los acto­res rela­cio­na­dos con la Reser­va se mues­tra como algo posi­ti­vo poder dis­po­ner por ejem­plo de sen­de­ros y cen­tros de inter­pre­ta­ción, y demás accio­nes de mane­jo don­de se evi­den­cie un avan­ce de la situa­ción actual.

Par­tien­do de este aspec­to com­par­ti­do don­de se per­ci­be el cre­ci­mien­to como algo inne­ga­ble y desea­ble, apa­re­ce una cues­tión más con­tro­ver­sial, ¿qué ele­men­tos debe incor­po­rar el desa­rro­llo? ¿Cómo se incor­po­ra la preo­cu­pa­ción ambiental?

La nece­si­dad de abo­car las cues­tio­nes ambien­ta­les gene­ró el sur­gi­mien­to de un con­cep­to refe­ri­do a una nue­va for­ma de desa­rro­llo, el desa­rro­llo sos­te­ni­ble. Esta noción vio la luz en el año 1987 con el infor­me Brundtland que inten­tó man­co­mu­nar dos aspec­tos que la teo­ría del cre­ci­mien­to cero[13] había sepa­ra­do: el cre­ci­mien­to y la preo­cu­pa­ción ambien­tal. Se pue­de con­ti­nuar el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co siem­pre y cuan­do se lo haga de mane­ra ade­cua­da para poder pre­ser­var el ambien­te para las gene­ra­cio­nes veni­de­ras. Se pasa enton­ces de la pri­me­ra pers­pec­ti­va ambien­tal don­de la solu­ción era fre­nar el cre­ci­mien­to a esta idea de la sos­te­ni­bi­li­dad don­de se bus­ca la for­ma de inter­co­nec­tar estos aspectos.

Esta nue­va pers­pec­ti­va que hace refe­ren­cia a una com­ple­ji­dad de ele­men­tos a tener en cuen­ta bus­có ser ope­ra­cio­na­li­za­da en la Cum­bre de Río de 1992 don­de se gene­ra­ron obje­ti­vos y pro­gra­mas con­cre­tos para poder abo­car­se al mis­mo. Hoy en día esta noción, sin embar­go, ter­mi­na actuan­do como un con­cep­to para­guas don­de deba­jo apa­re­cen diver­sas posi­cio­nes. Las dis­tin­tas corrien­tes den­tro del aba­ni­co del desa­rro­llo sos­te­ni­ble pue­den ser cla­si­fi­ca­das tenien­do en cuen­ta aspec­tos como des­de don­de foca­li­zar las cau­sas y las posi­bles solu­cio­nes de las pro­ble­má­ti­cas ambien­ta­les y los “dis­tan­cia­mien­tos y las crí­ti­cas a las estra­te­gias de desa­rro­llo con­ven­cio­na­les” [Gudy­nas 2015: 251], tenien­do así nocio­nes más mode­ra­das y otras más radi­ca­li­za­das. Gudy­nas [2015] y Fola­do­ri y Pie­rri [2005] cla­si­fi­can estas nocio­nes en dis­tin­tos gra­dien­tes de sus­ten­ta­bi­li­dad, tenien­do la sus­ten­ta­bi­li­dad débil, fuer­te y super­fuer­te que con­lle­van el paso des­de un ambien­ta­lis­mo mode­ra­do a una eco­lo­gía profunda.

Esta incor­po­ra­ción de la pro­ble­má­ti­ca ambien­tal que se da des­de los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les se ve refle­ja­da en las dife­ren­tes orga­ni­za­cio­nes eco­lo­gis­tas y ambien­ta­lis­tas que par­ti­ci­pa­ron del con­flic­to. La preo­cu­pa­ción ambien­tal en este caso está encar­na­da en el deseo de con­ser­var la Reser­va Natu­ral Puer­to Mar del Pla­ta. Por eso, la aris­ta ambien­tal que inten­ta reva­lo­ri­zar esta pers­pec­ti­va del desa­rro­llo es enar­bo­la­da por este sec­tor del conflicto.

La pre­gun­ta que nos hace­mos es, ¿Qué valo­ri­za­ción de las pro­ble­má­ti­cas ambien­ta­les se encuen­tran más allá de las pers­pec­ti­vas de los defen­so­res de la Reser­va, es decir, en los hin­chas del Club? Y aquí es cuan­do encon­tra­mos que en la actua­li­dad con­vi­ven diver­sas for­mas de pen­sar el desarrollo.

La bús­que­da de armo­ni­zar múl­ti­ples aspec­tos del desa­rro­llo es pues­ta fuer­te­men­te en duda por los hin­chas entre­vis­ta­dos y los comen­ta­rios reca­ba­dos de medios elec­tró­ni­cos, don­de apa­re­ce una idea con recu­rren­cia: las prio­ri­da­des. Si bien reco­no­cen en algu­nos casos la cues­tión ambien­tal no la con­si­de­ran prio­ri­ta­ria. Las siguien­tes fra­ses dan cuen­ta de esta situación:

Entonces al lado nos está pasando un tsunami, y por otro lado están preocupados por el vientito (Entrevista hincha Aldosivi 2, enero de 2018).
Hay un montonazo de ítems que nadie ve, nos preocupamos por lo ambiental, pero acá hay personas, me parece que hay personas, mujeres, niños, una sociedad que se está rompiendo en todo sentido. Eso va en contra del Puerto. (…) Un montonazo de cosas que se suman que hacen que nos preocupamos por el medioambiente, pero nos olvidamos de un montonazo de cosas, pero por qué, la realidad es tan en contra, es tan abstracta la diferencia, que este se preocupa por lo medioambiental porque nunca se entera de esto o no le interesa enterarse o pasa algo que. (Entrevista hincha de Aldosivi 2, enero de 2018).
Les parece, es más, cuando yo he tenido oportunidad de hablar con alguien que podía tomar alguna decisión en ese sentido, el concepto de la Justicia ‘con todos los problemas que tenemos vienen con esas pavadas. (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).
Lo que está haciendo Aldosivi ahí, en un futuro nos va a hacer mejor que un montón de agua podrida, mugre y perros pulgosos. si quieren hacer algo que de verdad ayude, porqué no usan toda esa energía que usan para jodernos a nosotros, para ayudar a comedores infantiles que no tienen ayuda del estado, con pañales, ropa o comida? estoy segura que haciendo eso tendrían todo nuestro apoyo (Comentario hincha de Aldosivi en Internet).[14]
¿Por qué la justicia no se ocupa más de los delincuentes y deja que el club siga que le está dando mucho a los chicos y a los hinchas? (Comentario hincha de Aldosivi en Internet).
Son más importantes los chicos que saca Aldosivi de la calle que los cuatro patos que según ustedes perdemos (Comentario hincha de Aldosivi en Internet).

El tema de las prio­ri­da­des es enton­ces una cues­tión com­ple­ja. Una mili­tan­te de una orga­ni­za­ción eco­lo­gis­ta plan­tea­ba que en el día a día pue­den apa­re­cer deman­das con mayor urgen­cia, pero ello no pue­de impe­dir que se vea lo de fon­do tam­bién. Es decir, aun­que haya prio­ri­da­des socia­les, la cues­tión ambien­tal no debe ser rele­ga­da a un segun­do plano.

Está bien por ahí la situación en general, la gente tiene otros problemas en el día a día, pero a veces tenés que levantar la cabeza de tu día a día y ver que mañana y pasado y traspasado y eso va a influir que tu día a día sea mejor (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).
Por ahí en una sociedad con tantos problemas y carencias tan básicas algunos pueden ver que dedicarse al medioambiente es como un lujo, vos decís si tuviéramos otras cuestiones básicas resueltas podemos... pero en algún momento tenemos que empezar a hacerlo porque si no lo hacés los problemas básicos van a empeorar (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).

Des­de los demás defen­so­res de la Reser­va tam­bién se des­ta­ca la impor­tan­cia de abor­dar la cues­tión ambien­tal, pero en este aspec­to pun­tual­men­te hay diver­gen­cias al mis­mo tiem­po a su inte­rior. Si bien en este tra­ba­jo las dife­ren­tes posi­cio­nes inter­nas no serán deta­lla­das, pode­mos esta­ble­cer aquí una bre­ve refe­ren­cia a las mis­mas. Des­de algu­nas veci­nas par­ti­ci­pan­tes del con­flic­to se des­ta­ca que más allá de la preo­cu­pa­ción eco­ló­gi­ca, a la cual reco­no­cen, no se pue­den des­aten­der cues­tio­nes socia­les, es decir, no tomar un ses­go que impi­da ver otros aspec­tos. Estas veci­nas no com­par­ten ple­na­men­te las accio­nes de las orga­ni­za­cio­nes más eco­lo­gis­tas, por­que muchas veces no toman en cuen­ta las nece­si­da­des o dife­ren­cias socia­les. Esta con­tra­ca­ra de enfo­ques de una Asam­blea de Veci­nos a una orga­ni­za­ción eco­lo­gis­ta es un aspec­to intere­san­te que se pro­po­ne abor­dar en futu­ras investigaciones.

A pesar de estas diver­gen­cias inter­nas pode­mos dar cuen­ta que para un sec­tor hay prio­ri­da­des dejan­do así lo ambien­tal a un lado. Para el otro lado, no pue­de haber un ses­go ni eco­ló­gi­co ni social de mane­ra com­ple­ta y todo debe ser teni­do en cuen­ta, pode­mos decir, de for­ma armó­ni­ca. Aquí pue­de plan­tear­se que hay una uti­li­za­ción de con­cep­tos y visio­nes del desa­rro­llo sos­te­ni­ble, aun­que no hay un uso muy vas­to del con­cep­to de ambien­te (el cual inclu­ye los aspec­tos socia­les y eco­ló­gi­cos) [Leff 2006].

Y en armonía con el medio ambiente, no hay otra forma. Sino no es sostenible, tiene que estar en armonía con el medioambiente (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).
Hay varias ciudades que son interesantes en el mundo para tomar de ejemplo, como Curitiba, ciudades que tienen mucho, ciudades sustentables y basadas con energías alternativas, energías limpias y con buenos procesos de la basura y con mucha naturaleza dentro de la ciudad bien manejada (…) Sí, como imaginar imagino montones de cosas interesantes que se podrían hacer para que la ciudad sea más amigable con la naturaleza, pero lo veo imposible (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).
Si no hay un crecimiento sustentable, no vamos a seguir (Entrevista vocera de Greenpeace, julio de 2017).

La idea de la com­ple­men­ta­rie­dad de aspec­tos a tener en cuen­ta, no foca­li­zán­do­se en nin­guno en par­ti­cu­lar sino toman­do la inter­re­la­ción de los mis­mos, es un ele­men­to pre­sen­te de esta idea de la sos­te­ni­bi­li­dad en los acto­res defen­so­res de la Reser­va. Sin embar­go, exis­te otra carac­te­rís­ti­ca aso­cia­da al desa­rro­llo sos­te­ni­ble que poseen todos los gru­pos inter­vi­nien­tes del con­flic­to: pen­sar en las gene­ra­cio­nes veni­de­ras en las pro­yec­cio­nes a futu­ro. Este aspec­to se inclu­ye en la defi­ni­ción clá­si­ca de este tipo de desa­rro­llo “un desa­rro­llo que satis­fa­ga las nece­si­da­des del pre­sen­te sin poner en peli­gro la capa­ci­dad de las gene­ra­cio­nes futu­ras para aten­der sus pro­pias necesidades”.

Es algo que te trasciende, no es algo que hacer por un bien para vos. Es algo que a vos te trasciende. Porque vos se lo estás dejando a las generaciones que vienen, y no hay un motivo tuyo personal, económico, egoísta (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).
Estamos afectando la vida y la posibilidad de vida de las generaciones que vienen, no sólo de la nuestra (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).
Los que defendemos la reserva y todos los espacios naturales de la ciudad somos marplatenses que nos preocupa el futuro ambiental del barrio y la ciudad (Opinión vecino en página de Internet).
Dejen crecer al barrio, dejen crecer a la ciudad, nosotros no tenemos la culpa que en sus barrios no haya un club como Aldosivi que está apostando al futuro, a ustedes los mata la envidia (Opinión hincha en página de Internet).
El estadio y las canchas auxiliares el predio en si es un beneficio para la comunidad y los chicos que van a tener un lugar para tener un futuro lejos de la calle de la mano con el deporte. (Opinión hincha en página de Internet).

Pode­mos con­cluir que los habi­tan­tes de las ciu­da­des, de mane­ra gene­ral, tie­nen incor­po­ra­dos dos aspec­tos: el cre­ci­mien­to y la preo­cu­pa­ción por las gene­ra­cio­nes veni­de­ras. El pri­me­ro de ellos corres­pon­de a aque­lla cos­mo­vi­sión tra­di­cio­nal del desa­rro­llo, mien­tras que el segun­do mues­tra el impac­to del para­dig­ma del desa­rro­llo sostenible.

Des­pués de estos pun­tos en común obser­va­mos cómo hay diver­gen­cias entre sec­to­res que prio­ri­zan más un lado de la balan­za que el otro (socia­les, eco­nó­mi­cos, ambien­ta­les) mien­tras que otros recal­can la nece­si­dad del equi­li­brio. Aquí vemos como si bien se incor­po­ró la temá­ti­ca ambien­tal a las agen­das públi­cas y polí­ti­cas[15] no todos la con­si­de­ran impor­tan­te colo­cán­do­la deba­jo en una esca­la de prio­ri­da­des, o los que sí rei­vin­di­can su rele­van­cia lo hacen de mane­ra tal que no encuen­tran un equi­li­brio. Podría­mos atre­ver­nos a esbo­zar una hipó­te­sis tenien­do en cuen­ta el caso ana­li­za­do: esta­mos en un perío­do con pers­pec­ti­vas fuer­te­men­te dico­to­mi­za­das, prio­ri­dad a lo ambien­tal con­tra la igno­ran­cia de este aspec­to, don­de se encuen­tran algu­nas visio­nes de equi­li­brio, pero de for­ma minoritaria.

Cómo se plas­man estas nocio­nes sobre la natu­ra­le­za y el desa­rro­llo sos­te­ni­ble a los espa­cios urba­nos de la ciu­dad es lo que abor­da­re­mos a continuación.

¿Con­ser­var o cons­truir? Ideas del espacio 

Las nocio­nes de natu­ra­le­za y de desa­rro­llo se com­bi­nan de for­ma tal de plas­mar los temo­res, obje­ti­vos y deseos en los espa­cios urba­nos de las ciu­da­des, y en este espa­cio en particular.

Si bien nota­mos las diver­gen­cias inter­nas, pode­mos sin­te­ti­zar que exis­te un gru­po que ve a la natu­ra­le­za del lugar como sin uti­li­dad, peli­gro­sa, y ade­más cual­quier cues­tión ambien­tal no es fuer­te­men­te rele­van­te para preo­cu­par­se de ella. Fren­te a esto encon­tra­mos un gru­po de acto­res que des­ta­ca la rele­van­cia de la natu­ra­le­za sal­va­je de la Reser­va, dada su bio­di­ver­si­dad, la pre­ser­va­ción de la iden­ti­dad natu­ral ori­gi­na­ria [Ber­to­nat­ti 2015] y los ser­vi­cios ambien­ta­les que brin­da, suma­do esto a la incor­po­ra­ción de la aris­ta ambien­tal en sus preocupaciones.

Estas dos posi­cio­nes se tras­la­dan en cómo el espa­cio es vivi­do: como un esce­na­rio para otras acti­vi­da­des o como un espa­cio con valor en sí mis­mo. Si el lugar es sal­va­je y peli­gro­so es nece­sa­rio inter­ve­nir­lo y desa­rro­llar allí algún tipo de acti­vi­dad que se abo­que a las prio­ri­da­des socia­les, como sacar a lo chi­cos de la calle como dicen algu­nos hin­chas. Si el espa­cio es sal­va­je, sien­do esto es un aspec­to posi­ti­vo ya que la natu­ra­le­za no debe apa­re­cer de for­ma orde­na­da, y es de vital impor­tan­cia sus ser­vi­cios y su bio­di­ver­si­dad, es nece­sa­rio con­ser­var­lo de la for­ma que se encuentra.

Si bien como vimos en la his­to­ria de los usos del espa­cio pue­den con­vi­vir en un espa­cio acti­vi­da­des disí­mi­les, es común que se des­ta­quen posi­cio­nes del esti­lo ‘blan­co o negro’ como bien lo expre­sa un hin­cha, “Era hacer la can­cha o era no hacer­la, como que no había un pun­to medio decir bueno hace­mos una can­cha acá, enton­ces guar­da­mos una par­te por­que tam­po­co es un espa­cio muy gran­de (Entre­vis­ta hin­cha de Aldo­si­vi 1, enero de 2018)”.

A pesar de que el obje­ti­vo de los defen­so­res de la Reser­va, guia­dos por el pro­ce­di­mien­to legal para pro­te­ger­la, era lograr que Aldo­si­vi pre­sen­te la Eva­lua­ción de Impac­to Ambien­tal para pre­ve­nir y corre­gir cual­quier impac­to nega­ti­vo al ambien­te por las obras y acti­vi­da­des a desa­rro­llar allí pudien­do con­vi­vir des­pués de ello, en los ima­gi­na­rios exis­te una incom­pa­ti­bi­li­dad de usos, obje­ti­vos e ima­gi­na­cio­nes sobre el espa­cio. Cons­truir como sím­bo­lo de orden, lim­pie­za y pro­gre­so o man­te­ner todo como está como señal de pro­tec­ción y pro­gre­so tam­bién hacia un futu­ro más sos­te­ni­ble son las dos visio­nes en fuer­te tensión.

Conclusiones

Ana­li­zar los con­flic­tos urba­nos des­de una mira­da de pro­duc­ti­vi­dad social per­mi­te enten­der que los mis­mos no son ano­ma­lías que ocu­rren cuan­do hay des­ajus­tes, sino que son par­te cons­ti­tu­ti­va de las socie­da­des. Pro­du­cen efec­tos en las are­nas polí­ti­cas, judi­cia­les y sim­bó­li­cas. Pero más allá de esas con­se­cuen­cias rele­van­tes, evi­den­cian las dife­ren­tes cos­mo­vi­sio­nes que entran en ten­sión en las socie­da­des y en la pro­duc­ción de las ciudades.

Con res­pec­to a esos ima­gi­na­rios en ten­sión cabe hacer­nos algu­nas pre­gun­tas, ¿es posi­ble que pue­den con­vi­vir usos dife­ren­tes del sue­lo urbano cuan­do los obje­ti­vos de desa­rro­llo y las visio­nes de natu­ra­le­za son incom­pa­ti­bles? ¿Se pue­den ajus­tar a los meca­nis­mos lega­les exis­ten­tes para lograr una con­vi­ven­cia? ¿Cómo se actúa des­de las pla­ni­fi­ca­cio­nes esta­ta­les para rela­cio­nar estas pos­tu­ras? Pue­de con­cluir­se, abrien­do de esta for­ma una hipó­te­sis para mayo­res pro­fun­di­za­cio­nes, que las con­tra­dic­cio­nes que se ven en los ima­gi­na­rios, exis­ten en las pla­ni­fi­ca­cio­nes urba­nas, por ejem­plo coexis­ten polí­ti­cas para lograr ciu­da­des sos­te­ni­bles y apo­yos a la finan­cia­ri­za­ción de las ciudades.

Al mis­mo tiem­po sur­ge otra pre­gun­ta, ¿es una uto­pía pen­sar que pue­de exis­tir una visión ideal que nos guíe para pro­du­cir ciu­dad? La res­pues­ta en este momen­to de la inves­ti­ga­ción es que esas con­tra­dic­cio­nes e incom­pa­ti­bi­li­da­des que apa­re­cen en todos los nive­les no se pue­den solu­cio­nar eli­mi­nan­do deter­mi­na­das visio­nes y reva­lo­ri­zan­do otras, sino que hay que mirar en cada caso par­ti­cu­lar la for­ma de gene­rar meca­nis­mos don­de los múl­ti­ples acto­res pue­den no sólo opi­nar sino tener inci­den­cia en qué valo­res y usos dar­le a los espa­cios urbanos.

Com­pren­der a los acto­res radi­ca en enten­der aque­llas idea­cio­nes men­ta­les que le dan sen­ti­do a sus accio­nes, los ima­gi­na­rios actan­tes, y ade­más es nece­sa­rio pro­fun­di­zar en sus tra­yec­to­rias que modi­fi­can sus mira­das hacia los espa­cios en cues­tión. Esto quie­re decir que se posi­cio­nan de acuer­do a sus pasa­dos, por ejem­plo, que los hin­chas van a ‘entrar’ al con­flic­to con muchas des­ilu­sio­nes a cues­tas por no haber podi­do con­cre­tar su sue­ño de con­tar con un esta­dio pro­pio, o para el caso de los ambien­ta­lis­tas, con pér­di­das de bio­di­ver­si­dad en otros con­flic­tos en dife­ren­tes escalas.

Estas tra­yec­to­rias y estos ima­gi­na­rios en su con­jun­to carac­te­ri­zan a los diver­sos acto­res que jue­gan sus pape­les en las ciu­da­des. Bus­car com­pa­ti­bi­li­dad, con­vi­ven­cia y homo­ge­nei­dad es una tra­ba­jo casi impo­si­ble y se podría dudar si es desea­do, por lo que la tarea que nos que­da como inves­ti­ga­do­res o ges­to­res de polí­ti­cas urba­nas es escu­char e inter­pre­tar a los acto­res des­de sus mira­das com­ple­jas per­mi­tien­do que se den todos los meca­nis­mos de par­ti­ci­pa­ción posi­ble, en con­so­nan­cia con el prin­ci­pio de la ges­tión demo­crá­ti­ca de las ciu­da­des. Res­ca­ta­mos enton­ces la impor­tan­cia de los ima­gi­na­rios y de los estu­dios loca­les, ya que de esta for­ma pro­fun­di­za­mos las mira­das y posi­cio­nes que van cons­tru­yen­do las ciu­da­des de hoy en día.

Citas

* Lic. En Socio­lo­gía, Beca­ria de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Mar del Pla­ta (UNMdP). Inte­gran­te del Gru­po de Estu­dios Socio­ur­ba­nos, Cen­tro de Estu­dios Socia­les y Polí­ti­cos (CESP) de la Facul­tad de Huma­ni­da­des, Uni­ver­si­dad Nacio­nal de Mar del Pla­ta. mbelenloyza@gmail.com

[1] Exis­ten otras reser­vas natu­ra­les en la ciu­dad, como la Reser­va Natu­ral de la Lagu­na de los Padres o la Reser­va Fores­tal Edu­ca­ti­va Ver­de Mun­do, pero no están loca­li­za­das den­tro de áreas pro­pia­men­te urbanizadas.

[2] Des­de su Fun­da­ción en el año 1913 el Club mues­tra su ancla­je con el Puer­to de la ciu­dad, trans­for­mán­do­se en un sím­bo­lo de la iden­ti­dad por­tua­ria, que poseían sus tra­ba­ja­do­res, en gran par­te inmi­gran­tes, y todas las fami­lias que allí resi­dían. Pero no sólo el aspec­to iden­ti­ta­rio y terri­to­rial lo defi­nen como el Club del Puer­to. Los acto­res que par­ti­ci­pan en la comi­sión direc­ti­va del Club son par­te de los empre­sa­rios de este sec­tor pro­duc­ti­vo, tan­to des­de el comien­zo has­ta la actua­li­dad. Pue­den des­ta­car­se así ape­lli­dos de renom­bre en el sec­tor pro­duc­ti­vo en car­gos como pre­si­den­tes, vice­pre­si­den­tes entre otros de la comi­sión direc­ti­va en dife­ren­tes épo­cas del Club, sien­do Mos­cuz­za, Salerno, Mat­te­ra, ejem­plos de ello. Esto per­mi­te ver al Club no sólo como enti­dad social y depor­ti­va, sino como rela­cio­na­da con algu­nos de los gru­pos eco­nó­mi­cos más fuer­tes de la ciudad.
El Club cuen­ta con su equi­po de fút­bol en pri­me­ra, usan­do el Esta­dio de la ciu­dad, José María Mine­lla, para jugar sus par­ti­dos, des­pués de haber con­ta­do con dos can­chas en el barrio como lo fue­ron “La Can­te­ra” y la can­cha del Minis­te­rio de Obras Públi­cas, ambas cerra­das por dis­tin­tos moti­vos. Hoy en día, como lo evi­den­cia este con­flic­to los hin­chas quie­ren con­tar con un esta­dio pro­pio en su zona.

[3] Los con­flic­tos socio­am­bien­ta­les se mul­ti­pli­can en la actua­li­dad, sien­do de muy diver­so ori­gen y loca­li­za­ción. Sin embar­go, pode­mos recu­rrir a una cla­si­fi­ca­ción rea­li­za­da por Danny Trom [1999] reto­ma­da por Mer­linsky [2015]. Los con­flic­tos ambien­ta­les enton­ces se divi­den en dos aque­llos que afec­tan a los cuer­pos de las per­so­nas, sin impor­tar la loca­li­za­ción; por ejem­plo, la con­ta­mi­na­ción o los desas­tres nuclea­res y los que se mani­fies­tan en un espa­cio par­ti­cu­lar el cual está dota­do de carac­te­rís­ti­cas propias.

[4] Cabe acla­rar que hace­mos esta nomi­na­ción dado que el Club si bien tie­ne obje­ti­vos depor­ti­vos al ser una enti­dad civil son acto­res eco­nó­mi­cos que bus­can el rédi­to en este caso tam­bién. Por ejem­plo, la cons­truc­ción de la can­cha le deja­ría ingre­sos al momen­to de poner­la en uso, como así tam­bién al no tener que pagar­le a la Muni­ci­pa­li­dad para alqui­lar el esta­dio Mine­lla. El buen mane­jo del Club impac­ta en su carác­ter de acto­res eco­nó­mi­cos con inci­den­cia en la ciudad.

[5] Deba­tes sobre este con­cep­to que sir­vie­ron de guía y sopor­te para este aná­li­sis se encuen­tran en Gudy­nas [2010].

[6] Esta dis­tin­ción entre antro­po­cen­tri­si­mo y bio­cen­tris­mo va a estar desa­rro­lla­da por Gudy­nas [2015] plan­teán­do­las como dos éti­cas dife­ren­tes que como su nom­bre lo indi­ca lo ponen el foco en dis­tin­tos aspec­tos, ya sea en los intere­ses del hom­bre (antro­po­cen­tris­mo) o en pen­sar al hom­bre como uno más den­tro de todo el eco­sis­te­ma don­de todos los seres vivos tie­nen el mis­mo valor (bio­cen­tris­mo o eco­cen­tris­mo) Por ejem­plo, pro­te­ger un bos­que pue­de ser vis­to des­de una pers­pec­ti­va antro­po­cén­tri­ca pen­san­do en que esto garan­ti­za mayo­res recur­sos y ser­vi­cios ambien­ta­les a los hom­bres o que los seres vivos allí tie­nen dere­cho a vivir, ancla­dos en los dere­chos de la naturaleza.

[7] Cabe des­ta­car una dis­tin­ción entre lo que son los dere­chos de ter­ce­ra gene­ra­ción y los dere­chos de la natu­ra­le­za. Mien­tras que los pri­me­ros que hacen refe­ren­cia al dere­cho ciu­da­dano de con­tar con un ambien­te sano se basan en una pers­pec­ti­va antro­po­cén­tri­ca, los dere­chos de la natu­ra­le­za que se enfo­can en su pro­tec­ción por­que se debe pre­ser­var la vida inde­pen­dien­te­men­te de cual­quier tipo de uti­li­dad al hom­bre se basan en la pers­pec­ti­va bio­cén­tri­ca. En Argen­ti­na en el año 1994 se incor­po­ra­ron a la Cons­ti­tu­ción los dere­chos ambien­ta­les, no así los dere­chos de la natu­ra­le­za que de mane­ra explí­ci­ta se encuen­tran en las cons­ti­tu­cio­nes de Ecua­dor y de Bolivia.

[8] Esta idea se pue­de rela­cio­nar con el con­cep­to de vacío urbano que da cuen­ta de la cons­truc­ción de espa­cios como vacíos para des­pués lle­nar­los con cier­tos pro­yec­tos par­ti­cu­la­res. Ver Mar­cús y Váz­quez en Mar­cús [2017].

[9] Per­so­na impor­tan­te del Puer­to, crea­dor del par­ti­do “Mar del Pla­ta, Puer­to y Región. Ase­sor del Con­sor­cio Regio­nal Puer­to Mar del Pla­ta Recu­pe­ra­da en https://revistapuerto.com.ar/2013/03/el-consorcio-va-por-la-reserva-del-puerto/ febre­ro de 2017.

[10] Diri­gen­te sin­di­cal del per­so­nal ferro­por­tua­rio, recu­pe­ra­do en https://revistapuerto.com.ar/2013/04/debate-sobre-la-reserva-del-puerto/ febre­ro de 2017.

[11] Esto pue­de encon­trar­se como las dife­ren­tes topo­fo­bias ana­li­za­das des­de los estu­dios urba­nos. Un desa­rro­llo sobre este tema pue­de encon­trar­se en Lin­dón [2008].

[12] Duran­te el con­flic­to el Club pre­sen­tó un Estu­dio de Impac­to Ambien­tal el cual fue apro­ba­do por el OPDS, pero no tuvo vali­dez dado que por el tipo de empren­di­mien­to la Eva­lua­ción debía ser rea­li­za­da por la Muni­ci­pa­li­dad. Al mis­mo tiem­po los dife­ren­tes par­ti­ci­pan­tes ambien­ta­lis­tas des­de sus tra­yec­to­rias y acom­pa­ña­dos por una bió­lo­ga mos­tra­ron la poca soli­dez de dicho Estu­dio por no corres­pon­der con lo soli­ci­ta­do por la ley y por no con­tar con nin­gún indi­ca­dor sobre qué accio­nes tomar para miti­gar los impac­tos de las obras. Por esto, dicho estu­dio nun­ca fue apro­ba­do por la Municipalidad.

[13] Esta teo­ría sur­ge a par­tir de un infor­me ela­bo­ra­do en 1972 por el Mas­sa­chus­sets Ins­ti­tu­te of Tech­no­logy (MIT) deno­mi­na­do Los lími­tes del cre­ci­mien­to don­de expre­sa­ron que la tie­rra tie­ne lími­tes físi­cos por lo que no podía seguir cre­cien­do ni eco­nó­mi­ca ni demo­grá­fi­ca­men­te para evi­tar cual­quier con­se­cuen­cia nega­ti­va como los daños al ambiente.

[14] Los comen­ta­rios fue­ron recu­pe­ra­dos de las siguien­tes noti­cias http://www.0223.com.ar/nota/2015–8‑28-la-justicia-ordeno-a-aldosivi-a-parar-las-obras; http://www.somosaldosivi.com.ar/2013/08/agresion-hacia-el-club-y-mas-mentiras.htm; http://www.0223.com.ar/nota/2015–9‑22–los-pajaros-elijen-estar-del-lado-de-las-canchas;http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/rc/la-reserva-del-puerto/;http://www.0223.com.ar/nota/2015–8‑28-reserva-del-puerto-con-el-fallo-de-la-suprema-corte-no-hay-mas-excusas; https://www.youtube.com/watch?v=beX90X8F6Ao; http://reservapuertomdq.blogspot.com/
Muchas pági­nas hoy en día des­ac­ti­va­ron sus comen­ta­rios por lo que aque­llas fra­ses encon­tra­das en el año 2015, hoy en día es impo­si­ble vol­ver a ver­las y citar­las espe­cí­fi­ca­men­te como correspondiera.

[15] Para ver deta­lles sobre la con­for­ma­ción del ambien­ta­lis­mo des­de las orga­ni­za­cio­nes esta­ta­les (ambien­ta­lis­mo esta­tal) y des­de las bases y deman­das popu­la­res (ambien­ta­lis­mo social) véa­se Gutié­rrez e Isua­ni [2014].

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  Cómo citar ¬

María Belén Loyza, «¿Cómo se vive un espacio y su naturaleza? ¿Cómo se piensa el desarrollo sostenible? Estudio de los imaginarios urbanos en el conflicto entre el Club atlético Aldosivi y la Reserva Natural Puerto Mar del Plata», Revista de Estudios Marítimos y Sociales [En línea], publicado el [insert_php] echo get_the_time('j \d\e\ F \d\e\ Y');[/insert_php], consultado el [insert_php] setlocale(LC_ALL,"es_ES"); echo strftime("%e de %B del %Y");[/insert_php]. URL: https://estudiosmaritimossociales.org/archivo/rems-14/dossier-loyza/
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