Expansión urbana y cambios en el uso del suelo en la ciudad de Curuzú Cuatiá, Corrientes, Argentina, entre los años 1990 y 2016

Urban expan­sion and changes in land use in the city of Curuzú Cuatiá, Cor­ri­entes, Argenti­na, between the years 1990 and 2016

Lau­ra Fabi­ana Gómez*
Mir­ta Lil­iana Ramírez**

Recibido: 29 de mar­zo de 2018
Acep­ta­do: 24 de sep­tiem­bre de 2018

Resumen

Los estu­dios geográ­fi­cos han plantea­do des­de siem­pre la necesi­dad de obser­var y describir el ter­ri­to­rio que habita­mos, así como inda­gar acer­ca de los cam­bios y las rela­ciones entre sus com­po­nentes. El ter­ri­to­rio es obje­to de inter­ven­ción y plan­i­fi­cación per­ma­nente y las admin­is­tra­ciones nacionales, provin­ciales, munic­i­pales, locales, con­viv­en con toma de deci­siones nece­sarias para encam­i­narse hacia un ter­ri­to­rio sus­tentable y efi­caz. En este con­tex­to, dispon­er de infor­ma­ción ter­ri­to­r­i­al actu­al­iza­da y acce­si­ble es pri­mor­dial, es un recur­so que hace posi­ble la plan­i­fi­cación y la par­tic­i­pación de actores sociales, políti­cos, económi­cos y académi­cos. El obje­ti­vo de esta con­tribu­ción es gener­ar evi­den­cia, infor­ma­ción y conocimien­to sobre las car­ac­terís­ti­cas de la expan­sión urbana de la ciu­dad de Curuzú Cuatiá, provin­cia de Cor­ri­entes, para lo cual se deter­mi­naron y analizaron los cam­bios en los usos del sue­lo entre 1990 y 2016. Como fuente de datos se uti­lizaron imá­genes del satélite Land­sat 5 ‑sen­sor TM- y Land­sat 8 ‑sen­sor OLI- para cada uno de estos momen­tos, las que se clasi­fi­caron en cin­co cat­e­gorías. Los resul­ta­dos mues­tran par­tic­u­lar­i­dades de la expan­sión urbana reciente, el cre­ciente con­sumo de sue­lo urbano, los cam­bios y la vari­abil­i­dad en el uso del sue­lo y la con­sol­i­dación de una ciu­dad de bajas den­si­dades.

Pal­abras clave: expan­sión urbana — con­sol­i­dación urbana — cam­bios de uso del sue­lo

Abstract

Geo­graph­i­cal stud­ies have always raised the need to observe and describe the ter­ri­to­ry we inhab­it as well as to inquire about the changes and rela­tion­ships between its com­po­nents. The ter­ri­to­ry is the object of per­ma­nent inter­ven­tion and plan­ning and the, nation­al, provin­cial, munic­i­pal, local admin­is­tra­tions coex­ist with deci­sion-mak­ing nec­es­sary to move towards a sus­tain­able and effec­tive ter­ri­to­ry. In this con­text, hav­ing updat­ed and acces­si­ble ter­ri­to­r­i­al infor­ma­tion is para­mount since it enables the plan­ning and par­tic­i­pa­tion of social, polit­i­cal, eco­nom­ic and aca­d­e­m­ic actors. The aim of this con­tri­bu­tion is to gen­er­ate evi­dence, infor­ma­tion and knowl­edge about the char­ac­ter­is­tics of the urban expan­sion of the city of Curuzú Cuatiá, province of Cor­ri­entes, for which the changes in land use were deter­mined and analysed between 1990 and 2016. As a data source, images from the Land­sat 5 satel­lite — sen­sor TM — and Land­sat 8 — sen­sor OLI — were used for each of these moments, which were clas­si­fied into five cat­e­gories. The results show par­tic­u­lar­i­ties of recent urban expan­sion, the increas­ing con­sump­tion of urban land, the changes and the vari­abil­i­ty in land use and the con­sol­i­da­tion of a city of low den­si­ties.

Key words: urban expan­sion — urban con­sol­i­da­tion — changes in land use

~•~

Introducción

El fenó­meno del crec­imien­to urbano excede ampli­a­mente el incre­men­to pobla­cional en las ciu­dades, se tra­ta de un fenó­meno que ini­cial­mente ha sido con­sid­er­a­do como una señal de pros­peri­dad económi­ca; sin embar­go, en la actu­al­i­dad esos ben­efi­cios están sien­do con­tin­u­a­mente debati­dos y bal­ancea­d­os con­tra los impactos ambi­en­tales que pro­duce, entre ellos, los que incluyen los cam­bios de usos del sue­lo [Yuan et al. 2005, cit. en López Vázquez et al. 2008].

Según el Pro­gra­ma de Naciones Unidas para los Asen­tamien­tos Humanos (ONU- Hábi­tat), la urban­ización ráp­i­da ‑espe­cial­mente en ciu­dades de país­es en vías de desar­rol­lo- plantea numerosos desafíos en la dis­tribu­ción espa­cial de per­sonas y recur­sos, así como en el uso y con­sumo de sue­lo. En algu­nas regiones como en la Argenti­na, el sue­lo urbano ha cre­ci­do mucho más rápi­do que la población urbana, lo que ha dado lugar a mod­e­los de uso del sue­lo menos den­sos y menos efi­cientes [Cfr. Lan­franchi et al. 2018]. En este sen­ti­do, la expan­sión urbana y las den­si­dades de población bajas gen­er­an pre­ocu­pación, por ejem­p­lo en el informe sobre “Crec­imien­to urbano opor­tu­nidades y acce­so: un desafío para Améri­ca Lati­na” se expre­sa que mien­tras la población urbana en Améri­ca Lati­na ha aumen­ta­do alrede­dor del 10% des­de finales de la déca­da pasa­da, en el mis­mo perío­do la flota de automóviles ha cre­ci­do más del 40% y la de moto­ci­cle­tas casi se trip­licó [CAF 2017]. Como con­se­cuen­cia, los mod­e­los urbanos cen­tra­dos en el automóvil, o vehícu­lo par­tic­u­lar, siguen sien­do la nor­ma gen­er­al según la cual, políti­cas de zonifi­cación estric­tas, div­i­den el espa­cio urbano en zonas res­i­den­ciales, com­er­ciales e indus­tri­ales [ONU 2017]. En 2014 la ONU señaló que el 54% de la población mundi­al residía en áreas urbanas y se pre­vé que para 2050 lle­gará al 66% [ONU 2014], sin embar­go el con­ti­nente amer­i­cano es el más urban­iza­do con por­centa­jes que, en muchos país­es de Améri­ca del Sur, super­an el 80% [Bel­let 2000] e inclu­so exce­den el 90% [Ban­co Mundi­al 2017].

Pero el crec­imien­to y la expan­sión urbana no son propias de las grandes ciu­dades, metrópo­lis o megaci­u­dades, es un fenó­meno que des­de finales del siglo pasa­do se ha traslada­do a las denom­i­nadas ciu­dades inter­me­dias, cuya defini­ción no se aco­ta en la noción de can­ti­dad, ya que tan o más impor­tante que la can­ti­dad, es el papel y la fun­ción que la ciu­dad jue­ga en su ter­ri­to­rio más o menos inmedi­a­to, la influ­en­cia y relación que ejerce y mantiene en éste, así como los flu­jos y rela­ciones que gen­era hacia el exte­ri­or [UNESCO 1999]. Las “ciu­dades inter­me­dias” con­sti­tuyen nodos de la red ter­ri­to­r­i­al que con­fig­u­ran el sis­tema urbano mundi­al, hoy en día fuerte­mente dirigi­do por la dinámi­ca de la glob­al­ización económi­ca. En una red ter­ri­to­r­i­al con­sol­i­da­da, éstas pueden ser cen­tros regionales de equi­lib­rio y de reg­u­lación, tan­to des­de el pun­to de vista demográ­fi­co como des­de el económi­co, lo que puede ten­er un impacto sobre la reduc­ción de la pobreza, la vio­len­cia y los per­juicios ecológi­cos en las grandes ciu­dades [UNESCO 1999].

La defini­ción fun­cional de ciu­dad inter­me­dia es com­ple­men­ta­da, nece­sari­a­mente, con la noción cuan­ti­ta­ti­va. En Argenti­na se define a la ciu­dad inter­me­dia como aque­l­la que alber­ga entre los 50.000 y el 1.000.000 de habi­tantes [Bel­let 2000]; en el año 2010, 114 asen­tamien­tos humanos reg­is­traron población com­pren­di­da entre esos umbrales, lo que rep­re­sen­ta un 10,5% del total de ciu­dades de más de 2000 habi­tantes que se cen­saron en ese año; asimis­mo la mitad de ese con­jun­to de urbes reg­istró entre 50.000 y 100.000 habi­tantes, es decir que la red de ciu­dades inter­me­dias de nue­stro país es lo sufi­cien­te­mente den­sa como para artic­u­lar activi­dades económi­cas y financieras entre provin­cias o regiones del país pero no lo sufi­cien­te­mente fuerte como para susti­tuir la cen­tral­i­dad ejer­ci­da por la Área Met­ro­pol­i­tana Buenos Aires (AMBA). Estos cen­tros han cre­ci­do, des­de los años ’90, a un rit­mo más acel­er­a­do que las grandes metrópo­lis y pre­cisa­mente por esta car­ac­terís­ti­ca de “inter­me­dias”, no reciben aún la debi­da aten­ción de las autori­dades nacionales, regionales o juris­dic­cionales ya que no tienen la impor­tan­cia demográ­fi­ca, políti­ca, financiera, económi­ca y téc­ni­ca como lo tienen las grandes ciu­dades y es por ello que care­cen de una plan­i­fi­cación urbana ade­cua­da.

En un reciente tra­ba­jo referi­do a la expan­sión de los grandes aglom­er­a­dos urbanos argenti­nos (GAUs), se estu­di­aron trein­ta y tres de ellos y se con­cluyó que, excep­tuan­do el AMBA que está urban­iza­do prác­ti­ca­mente en su total­i­dad, entre 2003 y 2016 las ciu­dades argenti­nas crecieron en prome­dio el doble en ter­ri­to­rio que en habi­tantes, con picos de has­ta seis veces [Lan­franchi et al. 2018], esta cir­cun­stan­cia iden­ti­fi­ca­da en la may­oría de las cap­i­tales provin­ciales no es difer­ente en ciu­dades del inte­ri­or de las provin­cias que actúan como cen­tros regionales. En los últi­mos años se han anal­iza­do un número intere­sante de ciu­dades de la región [Cfr. Ramírez y Pér­tile 2017, Ramírez y Pér­tile 2015, Ramírez y Pér­tile 2013a, Ramírez y Pér­tile 2013b] en las que se detec­tó el sosten­imien­to y avance de ciu­dades con bajas den­si­dades for­t­ale­cien­do el mod­e­lo de ciu­dad dis­per­sa o difusa, motor­iza­do por el fuerte empu­je del mer­ca­do inmo­bil­iario que ejerce pre­sión sobre el ter­ri­to­rio y los recur­sos nat­u­rales. De este modo hay un con­tin­uo crec­imien­to y con­sumo del sue­lo urbano que no se apoya en un incre­men­to demográ­fi­co acorde con ese ascen­so; los planes de vivien­da social lle­va­dos a cabo por el esta­do así como las políti­cas públi­cas que impul­san pro­gra­mas que per­miten acced­er a la vivien­da par­tic­u­lar, con pref­er­en­cia por las res­i­den­cias uni­fa­mil­iares, definen mod­e­los de ciu­dad con pre­domi­no de bajas den­si­dades. La pref­er­en­cia por este tipo de res­i­den­cia, que define el mod­e­lo dis­per­so o difu­so de ciu­dad, con­ll­e­va con­se­cuen­cias o cos­tos de tipo social, ambi­en­tal y económi­co que han sido muy bien recogi­dos por Magrinyà y Herce en su tra­ba­jo “Los costes ambi­en­tales de la ciu­dad de baja den­si­dad” [Cfr. Magrinyà y Herce 2007]. Para­le­la­mente otros autores han abona­do acer­ca de las bon­dades de la ciu­dad difusa como por ejem­p­lo la cal­i­dad del entorno o un menor cos­to económi­co del sue­lo [Este­ban 2006 cit. en May­or Far­guell 2007].

El interés de este tra­ba­jo se cen­tra en la necesi­dad de gener­ar evi­den­cia respec­to de la expan­sión urbana y de los cam­bios en el uso del sue­lo en la ciu­dad de Curuzú Cuatiá entre los años 1990 y 2016, enten­di­en­do que se tra­ta de una ven­tana tem­po­ral de alrede­dor de un cuar­to de siglo que puede ser sufi­ciente para analizar los dos aspec­tos antes señal­a­dos y porque además 1990 coin­cide con el ini­cio del pro­ce­so de crec­imien­to urbano en ciu­dades inter­me­dias deter­mi­na­do por la expul­sión de la población rur­al debido a la  adop­ción del mod­e­lo agroex­por­ta­dor de la últi­ma déca­da del siglo pasa­do. Esta ciu­dad for­ma parte del con­jun­to de ciu­dades inter­me­dias del sis­tema urbano cor­renti­no en el nordeste argenti­no y como tal enfrenta las prob­lemáti­cas derivadas del crec­imien­to urbano con escasa plan­i­fi­cación. La idea fuerza o la hipóte­sis que sosten­emos es que en Curuzú Cuatiá, al igual que otros asen­tamien­tos urbanos de la región, a la vez que se con­sol­i­da el área urbana exis­tente se incre­men­ta el con­sumo de sue­lo urbano en una pro­por­ción may­or respec­to del aumen­to pobla­cional; en este sen­ti­do se for­t­alece la con­fig­u­ración de una ciu­dad dis­per­sa que se opone al desar­rol­lo de ciu­dades equi­tati­vas, sostenibles y con gestión de ser­vi­cios efi­ciente. Con­sid­er­amos que la pro­duc­ción de esta evi­den­cia y su conocimien­to es rel­e­vante para la toma de deci­siones de los actores involu­cra­dos en la plan­i­fi­cación urbana.

Los obje­tivos de esta con­tribu­ción se pueden sin­te­ti­zar del sigu­iente modo: a) cuan­tificar el crec­imien­to de la población y la expan­sión del sue­lo urbano en Curuzú Cuatiá (provin­cia de Cor­ri­entes, Argenti­na) entre 1990 y 2016; b) iden­ti­ficar los cam­bios en el uso del sue­lo dis­crim­i­nan­do las cat­e­gorías: área urbana con­sol­i­da­da (AUC), área peri­ur­bana (AP), infraestruc­tura (INF), cuer­pos y cur­sos de agua (CCA), áreas verdes y cober­tu­ra veg­e­tal urbana (AVCVU); c) car­ac­teri­zar las cubier­tas según per­sis­ten­cia, ganan­cias, pér­di­das, cam­bio neto y cam­bio total del sue­lo en cada una de ellas y, d) detec­tar las cubier­tas que pre­sen­tan may­or vari­abil­i­dad en el lap­so con­sid­er­a­do. Todo ello nos per­mi­tirá recoger evi­den­cia respec­to de la con­fig­u­ración y del tipo de ciu­dad que cor­re­sponde a Curuzú Cuatiá.

El asen­tamien­to urbano obje­to de estu­dio (figu­ra 1‑derecha) for­ma parte de la provin­cia de Cor­ri­entes que se local­iza en la región Nordeste de la Repúbli­ca Argenti­na[1] (figu­ra 1‑izquierda) se ubi­ca en el cen­tro-sur de la juris­dic­ción cita­da (29°47′30″LS y 58°03′16″LW) a 328 kilómet­ros al sudoeste de la cap­i­tal cor­renti­na. Es la cabecera del depar­ta­men­to y del munici­pio de nom­bre homón­i­mo que además incluye las local­i­dades de Cazadores Cor­renti­nos y Peru­gor­ría, (Figu­ra 1‑derecha). En el año 2010 el munici­pio de Curuzú Cuatiá con­ta­ba con una población de 39.319, ubicán­dose en cuar­to lugar según su población, después de Cor­ri­entes, Goya y Paso de los Libres. Asimis­mo en base a las proyec­ciones y esti­ma­ciones del Insti­tu­to Nacional de Estadís­ti­ca y Cen­sos, al año 2017, el munici­pio estaría alcan­zan­do una población total de 42.500 habi­tantes [INDEC 2017].

Figura 1. División política de la República Argentina y de la Provincia de Corrientes

Fuente: Elab­o­ración propia sobre la base de archivos vec­to­ri­ales del Insti­tu­to Geográ­fi­co Nacional (IGN)

Curuzú Cuatiá pre­sen­ta una posi­ción geográ­fi­ca estratég­i­ca ya que, como diji­mos, está ubi­ca­da en el cen­tro-sur de la provin­cia, esta ubi­cación la con­vierte en un paso oblig­a­do en el recor­ri­do des­de la cap­i­tal cor­renti­na hacia sureste y tam­bién, dadas las condi­ciones nat­u­rales de la provin­cia,[2] hacia el este de este ter­ri­to­rio; de este modo se con­vierte en un nodo orga­ni­zador del sec­tor cen­tro-sur, imprim­ién­dole car­ac­terís­ti­cas de ciu­dad inter­me­dia. Es un asen­tamien­to urbano que for­ma parte de un con­jun­to de 37 ciu­dades de más de 2000 habi­tantes que con­sti­tuyen el sis­tema urbano de Cor­ri­entes (Grá­fi­co 1) en el que desta­ca la pri­macía que, por su tamaño pobla­cional, ejerce la ciu­dad cap­i­tali­na ya que alber­ga alrede­dor de un ter­cio de los habi­tantes de la provin­cia y tiene cua­tro veces más población que la segun­da ciu­dad de la red urbana que es Goya y diez veces más población que Curuzú Cuatiá.

Gráfico 1. Cantidad de habitantes en ciudades de más de 2.000 habitantes de la Provincia de Corrientes

Fuente: Elab­o­ración propia en base a datos del Cen­so Nacional de Población, Hog­a­res y Vivien­das (2010) proce­sa­do con Retadam+SP

La plan­ta urbana de la ciu­dad se situó entre los arroyos Sarandí al norte y noreste y Castil­lo al sur (Figu­ra 2), erigién­dose a par­tir de la plaza cen­tral y dejan­do a los arroyos Marote y Curuzú Cuatiá como límites nat­u­rales al norte. Esta situación geográ­fi­ca nos per­mite deducir que la direc­ción que sigu­ió ‑y sigue- la expan­sión urbana es hacia el occi­dente, el crec­imien­to hacia los otros sec­tores requiere de una may­or inver­sión de infraestruc­tura para poder vin­cu­lar al área urbana con­sol­i­da­da con los ter­renos ubi­ca­dos más allá de los arroyos que la delim­i­tan. Se puede apre­ciar que actual­mente, aunque de for­ma frag­men­ta­da, el espa­cio urbano alcanzó la ruta nacional nº 119 en el oeste.

Figura 2. Planta urbana de Curuzú Cuatiá

Fuente: Inte­gración en base a SIG 250-IGN y Google Earth

Metodología

Según San­tos Pre­ci­a­do “un conocimien­to geográ­fi­co del ter­ri­to­rio requiere, en bue­na parte, de la disponi­bil­i­dad de instru­men­tos car­tográ­fi­cos pre­cisos, que per­mi­tan un acer­camien­to e inter­pretación del com­ple­jo y cam­biante mun­do en el que vivi­mos” [San­tos Pre­ci­a­do et al. 2014: 664]. Con­sid­er­amos que las imá­genes de satélite for­man parte de este con­jun­to de instru­men­tos o recur­sos indis­pens­ables al momen­to de dis­eñar y lle­var a cabo una inves­ti­gación o estu­dio sobre expan­sión urbana. El análi­sis, iden­ti­fi­cación e inter­pretación de la infor­ma­ción temáti­ca que se deri­va de las imá­genes es el insumo que se ha emplea­do con may­or fre­cuen­cia para detec­tar los cam­bios en las difer­entes cubier­tas ter­restres, así ha sido posi­ble detec­tar con ade­cua­da pre­cisión la dinámi­ca de la cubier­ta urbana en numerosas ciu­dades [Cfr. Anzoátegui Mer­ca­do et al. 2006, Navar­ro et al. 2009, San­doval Ver­dugo 2009, Ramírez y Pér­tile 2013a y 2013b, Romero Rojas 2015, Ramírez y Pér­tile 2015, Jaramil­lo Mag­a­ña 2016, Tibaquira Cas­tro 2016, OFU 2017, Ramírez y Pér­tile 2015].

En tér­mi­nos gen­erales las imá­genes adquiri­das por sen­sores remo­tos son de fácil acce­so a través de servi­dores gra­tu­itos ya que un gran número de misiones espa­ciales de diver­sos país­es las ponen a dis­posi­ción de los usuar­ios intere­sa­dos; en caso de ten­er que abonar por ellas el cos­to es cada vez más bajo, tienen alta peri­od­i­ci­dad, ade­cua­da res­olu­ción espa­cial y espec­tral para los análi­sis de tipo urbano, de modo que todo ello las con­vierte en un recur­so que actual­mente no se puede deses­ti­mar cuan­do se tra­ta de analizar espa­cios urbanos. Tre­itz y Rogan sostienen que los méto­dos basa­dos en la telede­tec­ción han demostra­do ser una her­ramien­ta efi­caz para la detec­ción de los cam­bios en el uso del sue­lo y los oca­sion­a­dos en el medio físi­co, los cuales cuan­tif­i­can el eco­sis­tema nat­ur­al y urbano, pro­por­cio­nan­do una visión inte­gral de la dinámi­ca espa­cio-tem­po­ral de la cober­tu­ra y los patrones del uso del sue­lo, con­tribuyen­do con ello a la for­mu­lación de políti­cas de desar­rol­lo region­al [Jiménez-Moreno 2011].

En esta con­tribu­ción las imá­genes que se uti­lizaron se refieren al path/row 225/081 de los días 08/06/1990 y 15/06/2016. La que cor­re­sponde al año 1990 es una ima­gen de la platafor­ma Land­sat 5, sen­sor TM (The­mat­ic Map­per) que posee res­olu­ción espa­cial de 30 met­ros en seis ban­das mul­ti­espec­trales y 120 met­ros en la ban­da tér­mi­ca. Para el año 2016 se uti­lizó una ima­gen pro­por­ciona­da por la platafor­ma Land­sat 8, sen­sor OLI (Oper­a­tional Land Imager), con nueve ban­das espec­trales de las cuales ocho poseen res­olu­ción espa­cial de 30 met­ros y una pan­cromáti­ca de 15 met­ros.

A las imá­genes como prin­ci­pal fuente de datos se añadieron otras fuentes tales como el impre­scindible mate­r­i­al bib­li­ográ­fi­co que per­mi­tió pro­fun­dizar el entendimien­to del fenó­meno glob­al de la expan­sión urbana y adver­tir las diver­sas metodologías que se emplean para analizar este hecho con base en imá­genes de satélite. Asimis­mo se han uti­liza­do datos estadís­ti­cos pro­por­ciona­dos por el Insti­tu­to Nacional de Estadís­ti­ca y Cen­sos (INDEC) de la Argenti­na que per­mi­tieron analizar el crec­imien­to pobla­cional de Curuzú Cuatiá y además se emplearon geodatos de acce­so libre y gra­tu­ito disponibles en el sitio web del Insti­tu­to Geográ­fi­co Nacional (IGN) de la Argenti­na, lo que per­mi­tió con­tex­tu­alizar espa­cial­mente el área de estu­dio.

Los datos pro­por­ciona­dos por las fuentes fueron trata­dos con recur­sos, soft­ware o apli­ca­ciones que per­miten, en primer lugar, su tratamien­to y, en segun­do lugar, obten­er nue­va infor­ma­ción, en este caso desta­camos el uso de Sis­temas de Infor­ma­ción Geográ­fi­ca (SIG/GIS) y, en par­tic­u­lar, del Mod­e­lador de Cam­bios del Ter­reno disponible en el soft­ware Idrisi.

La metodología segui­da en esta con­tribu­ción se describe a con­tin­uación a modo de fas­es que per­miten apre­ciar la secuen­cia de labores real­izadas.

Primera fase: lec­tura de antecedentes referi­dos al crec­imien­to pobla­cional de la ciu­dad de Curuzú Cuatiá que se com­ple­men­tó con la lec­tura de bib­li­ografía referi­da al estu­dio y análi­sis de la expan­sión urbana medi­ante el uso de imá­genes de satélite.

Segun­da fase: adquisi­ción de las imá­genes para ambos años con­sid­er­a­dos (1990 y 2016) a través de la pági­na del Ser­vi­cio Geológi­co de los Esta­dos Unidos. (www.earthexplorer.usgs.gov, fecha de visi­ta: 28 de junio de 2016).

Ter­cera fase: recorte y obten­ción del sub­set del eji­do urbano de la ciu­dad y sus alrede­dores en ambos momen­tos. Para lograr esta delim­itación se usó una más­cara basa­da en el polí­gono urbano pro­vis­to por el IGN (www.ign.gob.ar, fecha de visi­ta: agos­to de 2015), y con el fin de evi­tar que en el segun­do perío­do anal­iza­do la man­cha urbana exce­da la exten­sión delim­i­ta­da por el IGN, se amplió su exten­sión en 1 kilómetro uti­lizan­do para ello un buffer[3] de polí­gono.

Cuar­ta fase: mejo­ramien­to visu­al de las imá­genes, en ese caso se ensa­yaron numerosas com­posi­ciones y se alcanzó el mejor detalle y dis­crim­i­nación de las cubier­tas en las com­posi­ciones 453-Land­sat 5‑TM y la 543-Land­sat 8‑OLI. Las imá­genes resul­tantes con­ser­van una res­olu­ción espa­cial de 30 m.

Quin­ta fase: iden­ti­fi­cación de cubier­tas y elab­o­ración de la leyen­da. Esta eta­pa con­sis­tió en estable­cer las cat­e­gorías o cubier­tas con­sid­er­adas las más rep­re­sen­ta­ti­vas del área de estu­dio. Para alcan­zar la leyen­da defin­i­ti­va (Tabla 1) se con­sul­taron numerosos tra­ba­jos pre­vios cuyos antecedentes han sido rel­e­vantes; asimis­mo se con­sid­er­aron las par­tic­u­lar­i­dades de Curuzú Cuatiá, que tienen que ver, por ejem­p­lo, con la pres­en­cia de cuer­pos y cur­sos de agua, estas apre­cia­ciones sur­gen del reconocimien­to o inspec­ción visu­al de imá­genes de alta res­olu­ción que actu­aron como fuentes com­ple­men­tarias y tam­bién de la obser­vación en ter­reno.

Tabla 1. Categorías presentes en la clasificación supervisada (leyenda)
Área Urbana Con­sol­i­da­da.

AUC

El área urbana com­prende todo aquel frac­cionamien­to en man­zanas o unidades equiv­a­lentes, deter­mi­nadas total o par­cial­mente por calles, como asimis­mo aque­l­las parce­las que no estando frac­cionadas estén rodeadas par­cial o total­mente por frac­cionamien­to en man­zanas o unidades equiv­a­lentes, des­ti­nadas a asen­tamien­tos humanos inten­sivos, en los que se desar­rol­lan usos vin­cu­la­dos con la res­i­den­cia, las activi­dades ter­cia­rias y de pro­duc­ción com­pat­i­bles.[4]

Área Peri­ur­bana.

AP

- Área a con­sol­i­dar: Aquél­las con ser­vi­cio de alum­bra­do públi­co o de agua potable, como mín­i­mo.

- De expan­sión: Aquél­la con­tigua a las ante­ri­ores con posi­bil­i­dades de conex­ión a redes de pro­visión de ser­vi­cios, vin­cu­la­dos con vía o calle públi­ca exis­tente.[5]

Infraestruc­tura.

INF

Con­sid­era las rutas provin­ciales y nacionales, vías fér­reas, aerop­uer­tos e infraestruc­tura rela­ciona­da con las activi­dades urbanas y rurales.

Cuer­pos y cur­sos de agua.

CCA

Cur­sos de agua per­ma­nente y no per­ma­nente.

Áreas o espa­cios ane­gables e inund­ables.

Áreas verdes y cober­tu­ra veg­e­tal urbana.

AVCVU

Espa­cio con pre­do­minio de par­ques, plazas, jar­dines, paseos, parter­res (espa­cios verdes lin­eales y jar­dines cen­trales en vías públi­cas) plan­tíos, veg­etación arbórea.

Fuente: Elab­o­ración propia

Sex­ta fase: adquisi­ción de mues­tras y clasi­fi­cación de imá­genes. Las mues­tras espec­trales de cada cat­e­goría infor­ma­cional, para cada momen­to de análi­sis, fueron recogi­das en múlti­ples oca­siones has­ta alcan­zar una ade­cua­da dis­crim­i­nación entre ellas. Esta labor se apoyó en la com­para­ción reit­er­a­da de las fir­mas espec­trales que, en cada ocasión, arro­jaron las mues­tras. Esta eta­pa del pro­ce­so resultó con­cluyente, tan­to para con­sol­i­dar la leyen­da emplea­da (Tabla 1) como para avan­zar hacia la clasi­fi­cación super­visa­da.

La clasi­fi­cación se apoyó en un clasi­fi­cador autom­a­ti­za­do de tipo super­visa­do que emplea el cri­te­rio de máx­i­ma prob­a­bil­i­dad, “el cual per­mite ajus­tar con may­or robustez la dis­posi­ción orig­i­nal de los datos” [Moli­na 1998 cit. en López Vázquez et al. 2009: 89]. Dicho clasi­fi­cador autom­a­ti­za­do usa como base a las fir­mas espec­trales obtenidas de las mues­tras adquiri­das y asigna cada píx­el a la cat­e­goría a la cual es más prob­a­ble que pertenez­ca.

En esta fase se uti­lizaron como apoyo para la obten­ción de mues­tras imá­genes de Google Earth con may­or res­olu­ción espa­cial a fin de lograr una mejor adquisi­ción de mues­tras de cada cat­e­goría.

Sép­ti­ma fase: medición de cam­bios y cál­cu­lo de vari­abil­i­dad de las cubier­tas. Se cuan­tificó la super­fi­cie que abar­ca cada cat­e­goría en cada momen­to, tras lo cual fue posi­ble iden­ti­ficar el cam­bio neto de cada clase, las ganan­cias, pér­di­das y per­sis­ten­cia que man­i­fi­es­ta cada cat­e­goría, todo ello es lo que deri­va en el cam­bio total. Por otro lado tam­bién se recono­cen los inter­cam­bios, es decir la super­fi­cie que sien­do de una cat­e­goría pasa a otra y de esta últi­ma a la primera. Con el propósi­to de ser más explíc­i­tos a con­tin­uación se definen cada uno de estos con­cep­tos (Tabla 2).

Tabla 2. Definición de conceptos clave en el análisis de cambios de uso del suelo
Cam­bio neto Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi:

Val­or abso­lu­to de la sus­trac­ción entre la super­fi­cie de la cat­e­goría  en un tiem­po  (segun­do momen­to con­sid­er­a­do), respec­to de un tiem­po ante­ri­or  (primer momen­to con­sid­er­a­do).

CN (Xi ) = | Sup (Xi)T2 — Sup (Xi)T1 |

Per­sis­ten­cia Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi :

Pers(Xi): Por­ción de super­fi­cie de la cat­e­goría de análi­sis Xi que se man­tu­vo con­stante entre T1 (primer momen­to con­sid­er­a­do) y T2 (segun­do momen­to con­sid­er­a­do).

Ganan­cia Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi:

Gan(Xi): Por­ción de super­fi­cie de la cat­e­goría de análi­sis Xi en el tiem­po T2 (segun­do momen­to con­sid­er­a­do) que en el tiem­po T1 (primer momen­to con­sid­er­a­do) fue de algu­na otra super­fi­cie X1, X2, …Xj, …Xn, con i≠j.

El val­or de la mis­ma se cal­cu­lará medi­ante la difer­en­cia:

Sup (Xi)T2 — Pers (xi )

Pér­di­da Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi:

Perd(Xi): Por­ción de super­fi­cie de la cat­e­goría de análi­sis Xi en el tiem­po T1 (primer momen­to con­sid­er­a­do) que en el tiem­po T2 (segun­do momen­to con­sid­er­a­do) fue de algu­na super­fi­cie X1, X2, …Xj, …Xn, con i≠j.

El val­or de la mis­ma se cal­cu­lará medi­ante la difer­en­cia:

Sup (Xi)T1 — Pers (xi )

Cam­bio total Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi:

Suma­to­ria de super­fi­cie gana­da por la cat­e­goría Xi y la super­fi­cie per­di­da por la cat­e­goría Xi entre el T2 (segun­do momen­to con­sid­er­a­do) y el T1 (primer momen­to con­sid­er­a­do).

CT (Xi) = Gan(Xi ) + Perd(Xi)

Inter­cam­bio Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi:

Doble pro­duc­to entre el val­or mín­i­mo de la super­fi­cie gana­da por la cat­e­goría Xi y la super­fi­cie per­di­da por la cat­e­goría Xi entre el T2 (segun­do momen­to con­sid­er­a­do) y el T1 (primer momen­to con­sid­er­a­do).

Inter(Xi) = 2 ∙ mín {Gan(Xi); Perd(Xi)}

Tran­si­ciones a una cat­e­goría Respec­to de una cat­e­goría de análi­sis Xi:

Super­fi­cie de la cat­e­goría Xi en T1 (primer momen­to con­sid­er­a­do) que se trans­for­mó en otra cat­e­goría X1, X2, …Xj, …Xn, con i≠j, en el T2 (segun­do momen­to con­sid­er­a­do).

Trans (Xi)T1 = (Xi)T2; i≠j

Fuente: Elab­o­ración propia basa­do en Pon­tius et al. (2004)

En sín­te­sis, el esque­ma metodológi­co segui­do es el que se mues­tra en la Figu­ra 3.

Figura 3. Esquema metodológico (síntesis)

Fuente: Elab­o­ración Propia

Resultados

Acer­ca del crec­imien­to de la población y expan­sión del área urbana con­sol­i­da­da

En ocasión del cen­so de población 1991, la ciu­dad de Curuzú Cuatiá con­ta­ba con 28.806 habi­tantes, pos­te­ri­or­mente en 2001 el con­teo arro­jó 31.875 per­sonas y en el últi­mo cen­so de 2010 alcanzó a 34.470 habi­tantes [INDEC 2010]. Si con­sid­er­amos las proyec­ciones y esti­ma­ciones del INDEC, como apun­ta­mos ante­ri­or­mente, la ciu­dad ya habría super­a­do los 37.000 habi­tantes aprox­i­mada­mente, rep­re­sen­ta­do así un incre­men­to total entre 1991 y 2016 del 28,4%, en tér­mi­nos abso­lu­tos se tra­ta de unas 8.194 per­sonas. En otro sen­ti­do tenien­do como apoyo las imá­genes clasi­fi­cadas para los años 1990 y 2016[6] (Figu­ra 4), se pudo deter­mi­nar que el AUC en el año 1990 ocu­pa­ba una exten­sión de 500,76 hec­táreas mien­tras que en 2016 alcan­z­a­ba a 668,07 hec­táreas aprox­i­mada­mente, esto sig­nificó un incre­men­to del 33,4%, rep­re­sen­tan­do, en tér­mi­nos abso­lu­tos, unas 167,31 hec­táreas. En defin­i­ti­va el incre­men­to del sue­lo urbano superó al crec­imien­to pobla­cional en con­cor­dan­cia con la inves­ti­gación real­iza­da en los GAUs (up. supra).

De la relación entre población y área urbana con­sol­i­da­da podemos obten­er un reg­istro aprox­i­ma­do de la den­si­dad de población para ambos momen­tos con­sid­er­a­dos; en 1990 Curuzú Cuatiá alcanzó un val­or de 57,5 habi­tantes por hec­tárea, mien­tras que en 2016 se reg­istró alrede­dor de 59,9 habi­tantes por hec­tárea. En ambos casos esta­mos frente a den­si­dades muy bajas que rep­re­sen­tan más de 150 met­ros cuadra­dos por per­sona, definien­do una ciu­dad dis­per­sa, exten­di­da en sen­ti­do hor­i­zon­tal, una par­tic­u­lar­i­dad que casi no se ha mod­i­fi­ca­do en un cuar­to de siglo.

Figura 4. Clasificación supervisada de la Ciudad de Curuzú Cuatiá, 1990 y 2016

Fuente: Elab­o­ración propia

La apre­ciación visu­al de las imá­genes clasi­fi­cadas nos mues­tra, además de una clara expan­sión hacia el oeste has­ta alcan­zar, y en algunos casos sobrepasar, la ruta nacional Nº 119, una fuerte con­sol­i­dación en el cen­tro y en el ori­ente, sitios en los que dejan de obser­varse numerosos inter­sti­cios o aber­turas en la cat­e­goría urbana con­sol­i­da­da. La expan­sión de esta clase se desar­rol­la respetan­do un con­ve­nio fir­ma­do en 1985 entre el munici­pio de la ciu­dad y la direc­ción de planeamien­to del Min­is­te­rio de Obras y Ser­vi­cios Públi­cos de la provin­cia, a través del cual se limi­ta la expan­sión tenien­do en cuen­ta las áreas de anegamien­to que pueden oca­sion­ar los des­bor­des de los arroyos Curuzú Cuatiá al norte y Castil­lo al sur (Figu­ra 2). Asimis­mo, ini­cial­mente, esta “expan­sión se real­izó medi­ante la con­struc­ción de bar­rios FONAVI (fon­do nacional de vivien­das) y vil­las mil­itares en el sec­tor noroeste de la ciu­dad dotán­do­los de todos los ser­vi­cios” [Mari 2000: 139], en la actu­al­i­dad los “nuevos” espa­cios clasi­fi­ca­dos como área urbana con­sol­i­da­da se aso­cian a emer­gentes áreas res­i­den­ciales de ini­cia­ti­va par­tic­u­lar, planes de vivien­da social, con­struc­ciones vin­cu­ladas a diver­sas activi­dades y ser­vi­cios urbanos. La infraestruc­tura que aparece como un anil­lo exter­no al AUC se aso­cia, además de la red vial y fer­roviaria, a la activi­dad del com­er­cio may­orista que requiere, entre otras insta­la­ciones, de depósi­tos y galpones. Análoga­mente se incluyen en esta cat­e­goría a los establec­imien­tos e equipamien­tos aso­ci­a­dos a las labores rurales que proveen bienes y ser­vi­cios para sat­is­fac­er las necesi­dades de tal activi­dad.

Vari­abil­i­dad de las cubier­tas según per­sis­ten­cia, ganan­cias, pér­di­das, cam­bio neto y cam­bio total

El mod­e­lador de cam­bios del ter­reno (TerrSet Land Change Mod­eller de Idrisi©), per­mi­tió obten­er la matriz de tab­u­lación cruza­da (Tabla 3) que com­para imá­genes clasi­fi­cadas en dos momen­tos, así es posi­ble cono­cer la dinámi­ca o com­por­tamien­to de las cubier­tas o cat­e­gorías anal­izadas. Los val­ores que se ubi­can en la diag­o­nal de la tabla 3 indi­can la super­fi­cie que fue clasi­fi­ca­da con idén­ti­ca cat­e­goría en ambos momen­tos, es decir la per­sis­ten­cia. Fuera de la diag­o­nal, hacia la derecha, se puede apre­ciar la can­ti­dad de hec­táreas que reg­is­traron cam­bios en cada cat­e­goría.

Tabla 3. Matriz de tabulación cruzada (valores en hectáreas)
  2016
INF CCA AUC AVCVU AP Total
1990 INF 213,84 30,96 175,23 35,91 82,89 538,83
CCA 124,92 155,16 89,01 49,14 75,15 493,38
AUC 49,68 5,49 287,82 29,07 4,05 376,11
AVCVU 22,77 18,72 27,81 27,09 7,38 103,77
AP 256,23 92,25 88,20 33,12 333,63 803,43
Total 667,44 302,58 668,07 174,33 503,10 2315,52

Fuente: Elab­o­ración Propia

Si con­sid­er­amos el año ini­cial, el 43,9% del área de estu­dio se mantiene estable, en este sen­ti­do, la may­or per­sis­ten­cia en tér­mi­nos rel­a­tivos de super­fi­cie, cor­re­sponde al AUC (76,53%) segui­da por el AP (41,52%); la INF, los CCA y las AVCVU per­manecen esta­bles en menos del 50% de la super­fi­cie que ocu­pa­ban en 1990. Tam­bién es posi­ble visu­alizar cuán­to ha gana­do y per­di­do cada cat­e­goría (Grá­fi­co 2). Así vemos que el AP, la INF y los CCA son las cat­e­gorías que pier­den may­or can­ti­dad de super­fi­cie. No obstante, la INF tam­bién es la que más ha gana­do super­fi­cie, razón por la cual es impor­tante analizar tam­bién el cam­bio neto como se verá a con­tin­uación (Tabla 4).

Gráfico 2. Ganancias y pérdidas por categorías entre 1990 y 2016 (valor expresados en hectáreas)

Fuente: Elab­o­ración propia

El cam­bio neto per­mite cono­cer cuán vari­able es una cat­e­goría de uso de sue­lo en el lap­so con­sid­er­a­do, en ese sen­ti­do, las cober­turas que se incre­men­taron en los 26 años que se anal­izan fueron la INF (128,61 hec­táreas, o sea un 19,27% de aumen­to), el AUC (291,96 hec­táreas, lo que sig­nifi­ca un 43,7% de crec­imien­to) y AVCVU (70,56 hec­táreas, es decir un 40,47%). En oposi­ción, las cat­e­gorías CCA y AP dis­min­uyeron su super­fi­cie en 190,80 hec­táreas (63,03%) y 300,33 hec­táreas (59,70%) en cada caso (Tabla 4).

Tabla 4. Cambios y transiciones entre Categorías (valores en hectáreas)
Cam­bio total Cam­bio neto Ganan­cia Pér­di­da Inter­cam­bio
INF 778,59 128,61 453,6 324,99 649,98
CCA 485,64 190,80 147,42 338,22 294,84
AUC 468,54 291,96 380,25 88,29 176,58
AVCVU 223,92 70,56 147,24 76,68 153,36
AP 639,27 300,33 169,47 469,8 338,94
Total 2595,96 982,26 1297,98 1297,98 1613,7

Fuente: Elab­o­ración Propia

Sin embar­go, si anal­izamos los inter­cam­bios de super­fi­cie entre cubier­tas adver­ti­mos que no existe coin­ci­den­cia entre la cober­tu­ra de may­or cam­bio neto y la cober­tu­ra de may­or inter­cam­bio, ya que, como vimos, la cat­e­goría AP es la de may­or cam­bio neto, mien­tras que la cat­e­goría INF es la de may­or inter­cam­bio (Tabla 4). Se debe tomar en cuen­ta que el inter­cam­bio, dada su defini­ción, expre­sa el doble de la ganan­cia o la pér­di­da de una cat­e­goría (el mín­i­mo), es decir, que para un deter­mi­na­do val­or de ganan­cia (o pér­di­da) de una cat­e­goría se gana (o se pierde) la mis­ma can­ti­dad (up supra, Tabla 2).

En efec­to, el cam­bio total es un con­cep­to rel­e­vante al momen­to de cono­cer la dinámi­ca o vari­abil­i­dad de las cubier­tas, ya que la uti­lización ais­la­da del cam­bio neto per se no per­mite apre­ciar las muta­ciones que se pro­ducen entre las cubier­tas. En efec­to el análi­sis del cam­bio total y del inter­cam­bio son métri­c­as que enrique­cen el conocimien­to de las trans­for­ma­ciones (cam­bio neto  inter­cam­bio) ocur­ri­das. En este caso es tam­bién la infraestruc­tura (INF) la que pre­sen­ta may­or cam­bio total 778,59 hec­táreas, segui­da por la cat­e­goría peri­ur­bana (AP) 639,27 hec­táreas, luego los cuer­pos y cur­sos de agua (CCA) 485,64 hec­táreas, y final­mente el área urbana con­sol­i­da­da (AUC) y el área verde y cober­tu­ra veg­e­tal urbana (AVCVU) con 468,54 y 223,92 hec­táreas respec­ti­va­mente (Tabla 4).

Sigu­ien­do con este análi­sis, si se tomara en cuen­ta solo el análi­sis del cam­bio neto sufri­do por la total­i­dad del área de estu­dio que fue de poco menos de 1.000 hec­táreas aprox­i­mada­mente, se estaría subes­ti­man­do en más de 1600 hec­táreas la dinámi­ca de cam­bio real refle­jadas por el cam­bio total que es de 2.595,96 hec­táreas.

Dinámi­ca del área urbana con­sol­i­da­da (AUC)

Entre 1990 y 2016 el cam­bio neto del AUC fue de 291,96 hec­táreas, este val­or surge a par­tir de la dis­min­u­ción, descen­so o pér­di­da de super­fi­cie en las otras clases o cat­e­gorías que se han con­sid­er­a­do en este análi­sis. En este orden de inda­gación las cat­e­gorías que apor­taron en may­or medi­da al incre­men­to de la clase urbana con­sol­i­da­da fueron la INF (125,55 hec­táreas), el AP (84,15 hec­táreas) y los CCA (83,52 hec­táreas). La úni­ca cat­e­goría que no aportó al incre­men­to del AUC fue el AVCVU (Grá­fi­co 3).

Gráfico 3. Contribución de cada categoría al cambio neto del Área Urbana Consolidado entre 1990 y 2016 (valores en hectáreas)

Fuente: Elab­o­ración Propia

En cuan­to a la espa­cial­i­dad de este cam­bio (Figu­ra 5) es posi­ble señalar, en tér­mi­nos gen­erales, que el área de may­or vari­abil­i­dad es el sec­tor per­iféri­co que envuelve la super­fi­cie de per­sis­ten­cia de AUC apre­cián­dose may­ores expan­siones en el sec­tor sur y oeste y tam­bién una fran­ja de alta con­tinuidad de ganan­cias en el límite noreste en con­tac­to con el arroyo Curuzú Cuatiá. En cuan­to a las pér­di­das de AUC no se dis­tingue un patrón especí­fi­co, sino que son espa­cios e inter­sti­cios dis­per­sos en el área que se anal­iza.

Figura 5. Espacialidad de las ganancias y pérdidas en la categoría Área Urbana Consolidada (AUC)

Fuente: Elab­o­ración Propia

Sin­te­ti­zan­do, la cat­e­goría AUC reg­is­tra un cam­bio total de 468,54 hec­táreas que supera ampli­a­mente la mitad de lo refle­ja­do por el val­or de cam­bio neto que es de 291,96 hec­táreas (Tabla 4). Esto sig­nifi­ca que el AUC tuvo inter­cam­bios con las restantes cat­e­gorías anal­izadas que no se ven refle­ja­dos en el dato brinda­do por el cam­bio neto ni en el val­or que apor­ta cada una de las otras cat­e­gorías, razón por la cual esta infor­ma­ción estadís­ti­ca y espa­cial es rel­e­vante al momen­to de plan­i­ficar ya que, por ejem­p­lo, el AUC y el AVCVU se ven mutu­a­mente influ­en­ci­adas mod­i­ficán­dose recíp­ro­ca­mente en casi el 100%. En menor mag­ni­tud, el AUC y la INF son influ­en­ci­adas entre sí y se mod­i­f­i­can recíp­ro­ca­mente en más del 75% (Tabla 5).

Tabla 5: Transiciones entre categorías que involucran al AUC
Leyen­da ha Leyen­da ha Difer­en­cia en ha
INF a AUC 175,23 AUC a INF 49,68 125,55
CCA a AUC 89,01 AUC a CCA 5,49 83,52
AVCVU a AUC 27,81 AUC a AVCVU 29,07 -1,26
AP a AUC 88,20 AUC a AP 4,05 84,15
380,25 88,29 291,96

Fuente: Elab­o­ración propia

La Figu­ra 6 nos per­mite visu­alizar la espa­cial­i­dad de estas tran­si­ciones, advir­tién­dose cuáles son los espa­cios de INF que pasan a for­mar parte del AUC, se tra­ta de áreas cir­cun­dantes que orig­i­nal­mente forma­ban parte de insta­la­ciones o ser­vi­cios des­ti­na­dos a activi­dades tan­to urbanas como rurales, es decir galpones, almacenes, depósi­tos, que en el segun­do momen­to se adi­cio­nan al AUC. En cuan­to a los CCA son tam­bién trib­u­tar­ios; en este caso es intere­sante apre­ciar que estos espa­cios se ubi­can en la per­ife­ria encer­ran­do al AUC, se tra­ta de sec­tores ane­gadi­zos que son recu­per­a­dos para urban­ización pero con las poten­ciales con­se­cuen­cias de ries­go por inun­dación debido al des­bor­de de los arroyos. En cuan­to a la super­fi­cie que apor­ta el AP se tra­ta de sec­tores que cor­re­spon­den al sur, suroeste y oeste coin­ci­di­en­do con el área de may­or expan­sión de Curuzú Cuatiá (up. supra Figu­ra 4).

Figura 6. Espacialidad de los intercambios de las distintas categorías al AUC entre 1990 y 2016

Fuente: Elab­o­ración Propia

Dis­cusión de los resul­ta­dos

Las fuentes empleadas y el pro­ced­imien­to metodológi­co segui­do en esta con­tribu­ción han per­mi­ti­do arrib­ar a resul­ta­dos que respon­den a los obje­tivos o pre­gun­tas que guiaron el desar­rol­lo de este aporte. En tér­mi­nos gen­erales se puede afir­mar que la ciu­dad de Curuzú Cuatiá, a nue­stro juicio ciu­dad inter­me­dia den­tro del sis­tema urbano cor­renti­no, pre­sen­ta un mod­e­lo de ciu­dad dis­per­sa, afir­ma­ción que se apoya, entre otras par­tic­u­lar­i­dades, en la pres­en­cia de den­si­dades de población muy bajas, infe­ri­ores a 60 habi­tantes por hec­tárea (aprox­i­mada­mente 160 m2 por habi­tante), y en un con­sumo de sue­lo urbano exce­si­vo ya que si con­sid­er­amos los datos del perío­do anal­iza­do, vemos que la relación entre el incre­men­to pobla­cional (8.194 habi­tantes) y el aumen­to del AUC (291,96 hec­táreas), deter­mi­na que esta cat­e­goría se incre­mente a razón de una hec­tárea por cada 28 habi­tantes.

Otros resul­ta­dos mues­tran el crec­imien­to del AUC como con­se­cuen­cia del aporte des­de del área peri­ur­bana, la infraestruc­tura y los cuer­pos y cur­sos de agua que, a su vez, son las de may­or inter­cam­bio, cam­bio total y cam­bio neto. A su vez el AP es la de may­or pér­di­da y la INF la de may­or ganan­cia. Por lo tan­to son estas últi­mas dos cubier­tas men­cionadas las de may­or vari­abil­i­dad sobre las cuales el incre­men­to del AUC se sostiene.  Tam­bién es de rel­e­van­cia con­sid­er­ar como un resul­ta­do impor­tante el dato de la dis­min­u­ción de CCA a favor del AUC, esta infor­ma­ción estaría dan­do cuen­ta del avance de la urban­ización sobre sec­tores ane­gadi­zos poten­cial­mente inund­ables.

En cuan­to a la espa­cial­ización de las métri­c­as cal­cu­ladas se apre­cia, en tér­mi­nos gen­erales, un for­t­alec­imien­to de la expan­sión urbana en anil­los con­cén­tri­cos que rodean al AUC, con una asimetría de may­or crec­imien­to hacia el oeste superan­do a la ruta nacional N° 119 y tam­bién hacia el sur sobrepasan­do la bar­rera de la red fer­roviaria e inclu­so exce­di­en­do el arroyo Castil­lo que durante mucho tiem­po fue el límite nat­ur­al de la ciu­dad.

Conclusiones

En la Argenti­na, de acuer­do con datos del Cen­so 2010, nueve de cada diez habi­tantes eran urbanos y solo una provin­cia (sobre un total de vein­tic­u­a­tro) reg­istró menos del 70% de población urbana; en el caso de Cor­ri­entes el 82% de sus habi­tantes residían en ciu­dades. En el con­tex­to local que anal­izamos, la población urbana del munici­pio de Curuzú Cuatiá alcanzó en 2010, como se ha comen­ta­do ante­ri­or­mente, el 87,7%. Estos comen­tar­ios nos ayu­dan a for­t­ale­cer la idea de que el pro­ce­so de urban­ización es inde­pen­di­ente de las escalas geográ­fi­cas, ya que se man­i­fi­es­ta en todas ellas: glob­al, region­al, nacional, provin­cial, munic­i­pal.

Sin dudas el crec­imien­to de la población y la pref­er­en­cia de ésta por áreas urbanas es un fenó­meno que no men­guará y es por esta razón que con­sid­er­amos que la selec­ción y uti­lización del con­jun­to de métri­c­as cuyos resul­ta­dos se pre­sen­taron suma­dos a las rep­re­senta­ciones car­tográ­fi­cas derivadas, resul­tan de util­i­dad para inter­pre­tar y explicar las for­mas de expan­sión y se pueden con­ver­tir en potentes instru­men­tos de obser­vación de los cam­bios y de la dinámi­ca urbana. De este modo se apor­ta infor­ma­ción ter­ri­to­r­i­al de tipo local, otor­gan­do conocimien­to para que los difer­entes actores involu­cra­dos puedan realizar una mejor y más efi­caz plan­i­fi­cación ter­ri­to­r­i­al.

En otro orden de comen­tar­ios finales tam­bién creemos que acced­er a este tipo de conocimien­tos que brin­da infor­ma­ción de tipo local, puede ori­en­tar las acciones de cara al cumplim­ien­to de los Obje­tivos de Desar­rol­lo Sostenible –ODS- en par­tic­u­lar al ODS 11: Lograr que las ciu­dades y los asen­tamien­tos humanos sean inclu­sivos, seguros, resilientes y sostenibles, entre cuyas metas se encuen­tra la necesi­dad de aumen­tar la urban­ización inclu­si­va y sostenible y la capaci­dad para la plan­i­fi­cación y la gestión par­tic­i­pa­ti­vas. En este sen­ti­do con­sid­er­amos que el tra­ba­jo real­iza­do es un aporte sig­ni­fica­ti­vo para que los dis­tin­tos actores, políti­cos, sociales, académi­cos y económi­cos, puedan cono­cer las car­ac­terís­ti­cas y la dinámi­ca de la expan­sión urbana de la ciu­dad de Curuzú Cuatiá y pro­ced­er en con­se­cuen­cia hacia una ciu­dad y comu­nidad sostenible.

 Citas

* Depar­ta­men­to de Agri­men­su­ra, Fac­ul­tad de Cien­cias Exac­tas y Nat­u­rales y Agri­men­su­ra (FaCE­NA), Uni­ver­si­dad Nacional del Nordeste (UNNE). laura.f.gomez@gmail.com

** Depar­ta­men­to e Insti­tu­to de Geografía, Fac­ul­tad de Humanidades. Uni­ver­si­dad Nacional del Nordeste (UNNE). Insti­tu­to de Inves­ti­ga­ciones en Desar­rol­lo Ter­ri­to­r­i­al y Hábi­tat Humano (IIDTHH), UNNE. CONICET (Con­se­jo Nacional de Inves­ti­ga­ciones Cien­tí­fi­cas y Téc­ni­cas) lramirez@hum.unne.edu.ar / liliana.ramirez.resistencia@gmail.com

[1] El Nordeste Argenti­no –NEA- es una región que se encuen­tra con­for­ma­da por cua­tro provin­cias: Cha­co, For­mosa, Misiones y Cor­ri­entes.

[2] En el cen­tro-norte se emplazan los Esteros del Iberá, exten­so humedal inter­na­cional que abar­ca entre 15.000 y 25.000 km², que con­sti­tuyen una bar­rera para las infraestruc­turas y para el asen­tamien­to de la población.

[3] “Las áreas cubier­tas por estos polí­gonos refle­jan las zonas de influ­en­cia de cada enti­dad, influ­en­cia que se con­sid­era la ejerce has­ta una dis­tan­cia dada. Pueden verse tam­bién en de for­ma inver­sa, como una influ­en­cia recibi­da, de tal modo que todos los ele­men­tos den­tro de la zona de influ­en­cia afectan a la enti­dad que la gen­era” [Olaya 2014: 846].

[4] Ley Orgáni­ca de las Munic­i­pal­i­dades / Ley N° 4752

[5] Ley Orgáni­ca de las Munic­i­pal­i­dades / Ley N° 4752

[6] Las imá­genes que se incluyen son el resul­ta­do de la clasi­fi­cación super­visa­da con un pos­te­ri­or pospro­ce­so de fil­tra­do o suaviza­do para mejo­rar la visu­al­ización de las mis­mas.

Bibliografia

Anzoátegui Mer­ca­do, Boris; José Argume­do Alar­cón, Edermith Pérez Díaz, y Luis Ser­ra­no Sánchez
2006 Estu­dio sobre la Expan­sión Urbana de la Ciu­dad de Mon­tería, uti­lizan­do imá­genes de satélite de los años 1991 y 2001. Depar­ta­men­to de Geografía y Medio Ambi­ente, Uni­ver­si­dad de Cór­do­ba. http://observatoriogeograficoamericalatina.org.mx/egal11/Geografiasocioeconomica/Geografiaurbana/28.pdf.

Ban­co Mundi­al
2016 Conocimien­to del Desar­rol­lo. https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.URB.TOTL.IN.ZS (con­sul­ta: 08/08/2017).

Capel, Hora­cio
2003 Redes, chabo­las y ras­ca­cie­los. Las trans­for­ma­ciones físi­cas y la plan­i­fi­cación en las áreas met­ro­pol­i­tanas”. Ciu­dades, Arqui­tec­tura y Espa­cio Urbano, 3: 199–238.

Fer­nan­des Nogueira, Ana Clau­dia, Fábio San­son y Karen Pes­soa
2007 A expan­são urbana e demográ­fi­ca da cidade de Man­aus e seus impactos ambi­en­tais. Anais XIII Sim­pó­sio Brasileiro de Sen­so­ri­a­men­to Remo­to, INPE: 5427–5434.

INDEC
2010 Cen­so Nacional de Población, Hog­a­res y Vivien­das. https://www.indec.gob.ar/nivel4_default.asp?id_tema_1=2&id_tema_2=41&id_tema_3=135 (con­sul­ta: 15/07/2017).
2017 Proyec­ciones y esti­ma­ciones.
https://www.indec.gob.ar/nivel3_default.asp?id_tema_1=2&id_tema_2=24 (con­sul­ta: 24/10/2017).

Jaramil­lo Mag­a­ña, Diego Fer­nan­do
2016 Análi­sis mul­ti­tem­po­ral de la expan­sión urbana del munici­pio de San­ti­a­go de Cali, Colom­bia. Tesis Pro­gra­ma Espe­cial­ización en Sis­temas de Infor­ma­ción Geográ­fi­ca. Uni­ver­si­dad de Man­iza­les, Fac­ul­tad de Cien­cias e Inge­niería. http://ridum.umanizales.edu.co:8080/xmlui/handle/6789/3003.

Jiménez-Moreno, María Jose­fa; Manuel de Jesús González-Guillen, Miguel Escalona-Mau­rice, José René Valdez-Lazalde y Car­los Arturo Aguirre-Sal­a­do
2011 Com­para­ción de méto­dos espa­ciales para detec­tar cam­bios en el uso del sue­lo urbano. Revista Chapin­go Serie Cien­cias Fore­stales y del Ambi­ente 17(3): 389–406.

Lan­franchi, Gabriel; Juan Igna­cio Duarte y Guadalupe Granero Reali­ni
2018 La expan­sión de los Grandes Aglom­er­a­dos Urbanos argenti­nos. Doc­u­men­to de Políti­cas Públicas/Recomendación N°197. CIPPEC, Buenos Aires.

López Vazquez, Vic­tor Hugo y Wences­lao Pla­ta Rocha
2009 Análi­sis de los cam­bios de cober­tu­ra de sue­lo deriva­dos de la expan­sión urbana de la Zona Met­ro­pol­i­tana de la Ciu­dad de Méx­i­co, 1990–2000. Inves­ti­ga­ciones Geográ­fi­cas, Boletín del Insti­tu­to de Geografía, 68: 85–101.

López Tri­gal, Loren­zo
2010 Dic­cionario de tér­mi­nos sobre la ciu­dad y lo urbano. Bib­liote­ca Nue­va, Madrid.

Magrinyà, Franceesc y Manuel Herce
2007 Los costes ambi­en­tales de la ciu­dad de baja den­si­dad, en La ciu­dad de baja den­si­dad Lóg­i­cas, gestión y con­tención, Fran­ciso Indov­ina (Coord.). Colec­ción Estu­dios. Serie Ter­ri­to­rio 1, Barcelona: 243–264.

Mari, Oscar Ernesto
2000a Car­ac­ter­i­zación y Expan­sión Urbana de la ciu­dad de Curuzú Cuatiá. Comu­ni­ca­ciones Cien­tí­fi­cas y Tec­nológ­i­cas 2000. Uni­ver­si­dad Nacional del Nordeste.
2000b Orga­ni­zación y Desar­rol­lo Urbano de las Ciu­dades de Goya. Mer­cedes, Monte Caseros, Esquina y Curuzú Cuatiá. CEDODAL, Buenos Aires.

May­or Far­guell, Xavier
2007 Reflex­iones sobre la ciu­dad: más allá de la ciu­dad difusa, más allá de la ciu­dad den­sa, en La ciu­dad de baja den­si­dad Lóg­i­cas, gestión y con­tención, Fran­ciso Indov­ina (Coord.). Colec­ción Estu­dios. Serie Ter­ri­to­rio 1, Barcelona: 265–276.

Navar­ro, San­to Rafael; Luis Pérez Mén­dez, Cami­lo Williams y José Javier Aguas­vi­vas San­tana
2009 Análi­sis del crec­imien­to urbano en el Área Met­ro­pol­i­tana de San­to Domin­go a través de las imá­genes mul­ti­espec­trales del satelitale Land­sat TM. A Sev­enth LACCEI Latin Amer­i­can and Caribbean Con­fer­ence for Engi­neer­ing and Tech­nol­o­gy Ener­gy and Tech­nol­o­gy for the Amer­i­c­as: Edu­ca­tion, Inno­va­tion, Tech­nol­o­gy and Prac­tice. Venezuela.

Obser­va­to­rio Fed­er­al Urbano, Min­is­te­rio del Inte­ri­or, Obras Públi­cas y Vivien­da, Sub­sec­re­taria de Plan­i­fi­cación Ter­ri­to­r­i­al de la Inver­sión Públi­ca
2017 Análi­sis de la expan­sión urbana de Comodoro Riva­davia. Argenti­na. https://www.mininterior.gov.ar/planificacion/pdf/planes-loc/CHUBUT/Analisis-de-Expansion-Urbana-Comodoro-Rivadavia.pdf.

Olaya, Vic­tor
2014 Sis­temas de infor­ma­ción geográ­fi­ca. Recu­per­a­do de: http://www. icog.es/TyT/files/Libro_SIG.pdf.

ONU
2014 Depar­ta­men­to de Asun­tos Sociales y Económi­cos http://www.un.org/es/development/desa/news/population/world-urbanization-prospects-2014.html (con­sul­ta: 15/08/2017).
2017 Hábi­tat. https://es.unhabitat.org/temas-urbanos/planificacion-y-disenho/ (con­sul­ta: 20/08/2017).

Pon­tius, Robert; Emi­ly Shusas y Men­zie Mceach­ern
2004 Detect­ing impor­tant cat­e­gor­i­cal land changes while account­ing for per­sis­tence. Agri­cul­ture, Ecosys­tems and Envi­ron­ment, 101: 251–268.

Ramírez, Lil­iana y Viviana Pér­tile
2013a. Cam­bios de Uso de Sue­lo y Ten­den­cias de la Expan­sión Urbana entre 1990 y 2030 en Juan José Castel­li y Vil­la Ángela, Cha­co, Argenti­na. Revista dig­i­tal del Grupo de Estu­dios sobre Geografía y Sis­temas de Infor­ma­ción Geográ­fi­ca (GESIG), 5(5): 194–216.
2013b. Análi­sis com­par­a­ti­vo de la expan­sión urbana y el crec­imien­to pobla­cional en el sudoeste chaque­ño 1990–2010, medi­ante el uso de Sen­sores Remo­tos. II Con­gre­so Nacional de Tec­nologías de la Infor­ma­ción Geográ­fi­ca y II Jor­nadas de Sis­temas de Infor­ma­ción Geográ­fi­ca. Insti­tu­to del Conur­bano. Uni­ver­si­dad Nacional de Gen­er­al Sarmien­to, Buenos Aires.
2015 El pro­ce­so de urban­ización del Cha­co, expan­sión urbana, cam­bios de uso en ciu­dades inter­me­dias de la Provin­cia del Cha­co, Argenti­na. 6º Sem­i­nario de Políti­cas Urbanas, Gestión Ter­ri­to­r­i­al y Ambi­en­tal para el Desar­rol­lo Local. Fac­ul­tad de Arqui­tec­tura y Urban­is­mo de la UNNE y Min­is­te­rio de Edu­cación de la Nación.
2017 Crec­imien­to pobla­cional, expan­sión urbana y cam­bio de usos de sue­lo en ciu­dades inter­me­dias de la provin­cia del Cha­co, Argenti­na. El caso de Juan José Castel­li. Estu­dios Socioter­ri­to­ri­ales, 21, Enero-junio: 111–131.

Romero Rojas, María Cristi­na
2015 Evolu­ción urbana y per­spec­ti­vas al año 2020 en la ciu­dad de Loja. Tesis. Uni­ver­si­dad San Fran­cis­co De Quito. http://192.188.53.14/bitstream/23000/4932/1/122675.pdf.

San­doval Ver­dugo, Gino San­dro
2009 Análi­sis del pro­ce­so de cam­bio de uso y cober­tu­ra de sue­lo en la expan­sión urbana del Gran Val­paraí­so, su evolu­ción y esce­nar­ios futur­os. Uni­ver­si­dad de Chile. http://repositorio.uchile.cl/tesis/uchile/2009/aq-sandoval_g/pdfAmont/aq-sandoval_g.pdf

San­tos Pre­ci­a­do, José Miguel y Fran­cis­co Javier Gar­cía Lázaro
2012 La vivien­da uni­fa­mil­iar, fenó­meno car­ac­terís­ti­co de la ciu­dad dis­per­sa. Con­trastes sec­to­ri­ales en la aglom­eración urbana de Madrid. Anales de Geografía, 32 (1): 153–179.

San­tos Pre­ci­a­do, José Miguel; María Euge­nia Pri­eto Flo­res, María del Pilar Bor­derías Uribeon­do, María Vic­to­ria Azcárate Luxán, David Cocero Mate­sanz, María del Car­men Mugu­ruza Cañas y Fer­nan­do San­ta Cecil­ia Mateos
2014 Análi­sis de la estruc­tura urbana, medi­ante bases de datos de detalle. Apli­cación al estu­dio del sec­tor 3, bar­rio res­i­den­cial del munici­pio de Getafe. Tec­nologías de la infor­ma­ción para nuevas for­mas de ver el ter­ri­to­rio. XVI Con­gre­so Nacional de Tec­nologías de Infor­ma­ción Geográ­fi­ca, AGE, Madrid.

Tibaquira Cas­tro, Hei­dy Gisedd
2016 Análi­sis mul­ti­tem­po­ral del crec­imien­to urbano de la zona de expan­sión para el peri­o­do de 1987–2015 en el munici­pio de Ibagué, Toli­ma. Tesis. Uni­ver­si­dad Mil­i­tar Nue­va Grana­da. Fac­ul­tad de Inge­niería. http://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/15506/1/TibaquiraCastroHeidyGisedd2016.pdf

UIA
1999 Declaración de Llei­da sobre ciu­dades inter­me­dias y urban­ización mundi­al. http://www.ceut.udl.cat/wp-content/uploads/4C.LLEIDA_ES.pdf (Con­sul­ta: 10/08/2017).

~•~

  Cómo citar ¬

Laura Fabiana Gómez y Mirta Liliana Ramírez, «Expansión urbana y cambios en el uso del suelo en la ciudad de Curuzú Cuatiá, Corrientes, Argentina, entre los años 1990 y 2016», Revista de Estudios Marítimos y Sociales [En línea], publicado el [insert_php] echo get_the_time('j \d\e\ F \d\e\ Y');[/insert_php], consultado el [insert_php] setlocale(LC_ALL,"es_ES"); echo strftime("%e de %B del %Y");[/insert_php]. URL: https://estudiosmaritimossociales.org/archivo/rems-14/dossier-gomez/
~•~
Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento — No Comercial — Compartir Igual 4.0 Internacional.