Con mucha satis­fac­ción pre­sen­ta­mos la REMS nº 11, corres­pon­dien­te al segun­do núme­ro del año 10. La feli­ci­dad es múl­ti­ple por­que en el trans­cur­so del corrien­te año indi­za­mos la revis­ta en Lan­tin­dex Catá­lo­go y en ERIHPLUS. Lo logra­do fue posi­ble gra­cias a la cola­bo­ra­ción entre quie­nes ya hace tiem­po par­ti­ci­pa­mos del pro­yec­to y quie­nes se incor­po­ra­ron recien­te­men­te, reno­van­do para mejor la diná­mi­ca inter­na del comi­té cien­tí­fi­co. Otra nove­dad del pre­sen­te núme­ro es la sec­ción Tra­duc­cio­nes, don­de damos lugar a la publi­ca­ción de tex­tos que con­si­de­ra­mos un apor­te sus­tan­ti­vo al cam­po de estu­dios de refe­ren­cia. Si bien ya había­mos publi­ca­do tra­duc­cio­nes, las mis­mas fue­ron rea­li­za­das para otras sec­cio­nes (Deba­tes y Dos­sier), como par­te inte­gran­te de un con­jun­to de tex­tos en diá­lo­go. Tam­bién inau­gu­ra­mos las ver­sio­nes HTML de los artícu­los para una mejor y más fle­xi­ble difu­sión de lo publi­ca­do en las pági­nas de la REMS.

Como decía­mos, la ale­gría es múl­ti­ple por­que logra­mos sos­te­ner este pro­yec­to edi­to­rial (una revis­ta cien­tí­fi­ca orien­ta­da a las cien­cias socia­les y huma­nís­ti­cas) en un con­tex­to nacio­nal y regio­nal nada fácil para el sec­tor. Los muchos recor­tes y ajus­tes que se están eje­cu­tan­do sobre el con­jun­to del sis­te­ma cien­tí­fi­co nacio­nal impac­tan nega­ti­va­men­te en el queha­cer coti­diano de quie­nes, con pasión y voca­ción, tra­ba­ja­mos por una cien­cia crí­ti­ca y orien­ta­da a las pro­ble­má­ti­cas socia­les. Man­te­ner a lo lar­go de una déca­da un empren­di­mien­to edi­to­rial como este es de por sí difí­cil, ya que se tra­ba­ja ad hono­rem y sin con­ten­ción ins­ti­tu­cio­nal efec­ti­va. Cla­ro que la incer­ti­dum­bre actual no nos para­li­za, segui­re­mos bre­gan­do para ofre­cer, a quie­nes se acer­can a las pági­nas de la REMS, una publi­ca­ción fru­to del tra­ba­jo man­co­mu­na­do de quie­nes for­ma­mos par­te de ella. Como siem­pre, la últi­ma pala­bra sobre la rele­van­cia y cali­dad de lo ofre­ci­do la tie­nen ustedes…

El pre­sen­te núme­ro se com­po­ne de un Dos­sier coor­di­na­do por la Dra. Romi­na Casa­li. Dicho dos­sier agru­pa cin­co tra­ba­jos que, des­de dis­tin­tas geo­gra­fías y tem­po­ra­li­da­des de nues­tra Amé­ri­ca meri­dio­nal, ver­san sobre las com­ple­jas rela­cio­nes entre poder y salud en situa­cio­nes de con­tac­to inter­ét­ni­co. La deta­lla­da y cui­da­da pre­sen­ta­ción rea­li­za­da por la Dra. Casa­li ofre­ce las coor­de­na­das para ubi­car con­tex­tual­men­te a cada uno de los cin­co artícu­los en el cam­po de estu­dios espe­cí­fi­co. En la sec­ción Artícu­los con­ta­mos con un tra­ba­jo del Lic. Pablo Becher sobre la con­flic­ti­vi­dad pro­ta­go­ni­za­da por el movi­mien­to de des­ocu­pa­dos bahien­se entre media­dos de los años noven­ta y el año 2003. Lxs autorxs del segun­do artícu­lo de la sec­ción, Brián Ferre­ro y Mer­ce­des Gomi­to­lo,  se ocu­pan de pro­ble­ma­ti­zar la com­ple­ja rela­ción entre natu­ra­le­za y polí­ti­ca hacien­do eje en el pro­ce­so de des­po­li­ti­za­ción de la natu­ra­le­za en las áreas natu­ra­les pro­te­gi­das de nues­tro país. Gra­cias a la tra­duc­ción hecha por Nico­lás Rabino, en la sec­ción ter­ce­ra invi­ta­mos a leer en espa­ñol el ya clá­si­co artícu­lo de Rober­to Fran­zo­si, un tex­to impres­cin­di­ble para quie­nes se intere­san por ela­bo­rar bases de datos sobre con­flic­ti­vi­dad social en base a la infor­ma­ción brin­da­da por los perió­di­cos comer­cia­les. Con­clui­mos el núme­ro con dos Cri­ti­cas de libros: “Más allá de la his­to­ria ofi­cial. La ver­da­de­ra his­to­ria de las Falklands/Malvinas”; y “Monar­quía his­pá­ni­ca y fun­da­cio­nes en Entre Ríos”. Espe­ra­mos que su esta­día en nues­tra revis­ta sea provechosa.

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Antes de des­pe­dir­nos, no que­ría­mos dejar de expre­sar nues­tro más sen­ti­do pesar por el hun­di­mien­to de “El Repun­te” y pro­nun­ciar toda nues­tra soli­da­ri­dad para con las recla­ma­cio­nes de fami­lia­res y amigxs de los mari­ne­ros falle­ci­dos y des­apa­re­ci­dos. Tam­bién que­re­mos dejar en cla­ro que tras el mito del tra­ba­ja­dor bien pago se escon­de una reali­dad nada feliz. Los mari­ne­ros pes­ca­do­res (y sus fami­lias) sufren, de for­ma per­ma­nen­te, ines­ta­bi­li­dad, des­arrai­go y ries­go de vida gra­cias al arbi­trio de un empre­sa­rio que debe garan­ti­zar la segu­ri­dad de sus tra­ba­ja­do­res pero no lo hace. Esto ocu­rre por­que, por sobre la vida de los tra­ba­ja­do­res, los empre­sa­rios de la pes­ca prio­ri­zan sus ganan­cias millo­na­rias. Es por esto últi­mo que las “fata­li­da­des” como la de “El Repun­te” no son tra­ge­dias, como común­men­te se dice, sino crí­me­nes socia­les cuyos res­pon­sa­bles direc­tos son los empre­sa­rios y los fun­cio­na­rios estatales.

En los años cua­ren­ta del pasa­do siglo la «fie­bre» la pro­du­cía el cazón, cuyo acei­te de híga­do coti­za­ba al rit­mo de la segun­da gue­rra mun­dial. Un cuar­to de siglo más tar­de la «fie­bre»  la pro­vo­ca el lan­gos­tino cuyo pre­cio es tan exa­ge­ra­do como su inex­pli­ca­ble abun­dan­cia. Entre medio, los nau­fra­gios se cuen­tan por dece­nas y quie­nes siguen ama­san­do for­tu­nas lo hacen a cos­ta de pér­di­das irre­pa­ra­bles. La iro­nía de esta incon­clu­sa his­to­ria recae en la metá­fo­ra médi­ca: la fie­bre nun­ca es el pro­ble­ma sino el emer­gen­te de fuer­zas indó­mi­tas y pro­fun­das que pue­den hacer entrar en cri­sis a todo el organismo.

Hoy, como ayer, fami­lia­res y amigxs se hacen escu­char en las calles mar­pla­ten­ses, recla­man­do una bate­ría de medi­das que pon­ga un freno defi­ni­ti­vo a estos crí­me­nes socia­les. Por­que los bar­cos y sus tri­pu­lan­tes siguen salien­do, por­que el ries­go está más laten­te que nun­ca, por­que los fami­lia­res y amigxs de los que ya no están mere­cen ver­dad y jus­ti­cia. Por­que sus vidas mere­cen ser vividas:

«¡Nin­gún hun­di­mien­to más!»