¿Cómo se vive un espacio y su naturaleza? ¿Cómo se piensa el desarrollo sostenible? Estudio de los imaginarios urbanos en el conflicto entre el Club atlético Aldosivi y la Reserva Natural Puerto Mar del Plata

How are an urban space and its nature lived? How is the sus­tain­able devel­op­ment thought?Study of urban imag­i­nar­ies in the con­flict between Club Atléti­co Aldo­sivi and Reser­va Nat­ur­al Puer­to Mar del Pla­ta

María Belén Loyza*

Recibido: 22 de mar­zo de 2018
Acep­ta­do: 14 de octubre de 2018

Resumen

El interés por el conocimien­to de cómo los difer­entes espa­cios urbanos son vivi­dos por los habi­tantes de las ciu­dades adquiere una rel­e­van­cia cre­ciente en el mar­co de los estu­dios urbanos. El pre­sente artícu­lo, que anal­iza un con­flic­to en el área por­tu­ar­ia de Mar del Pla­ta, parte de ese interés toman­do las voces de los actores medi­ante entre­vis­tas en pro­fun­di­dad que recon­struyen los sen­ti­dos que guían sus acciones, es decir los “imag­i­nar­ios actantes” (Hier­naux 2008). En el año 2010 comien­za el con­flic­to urbano ambi­en­tal en la zona sur de la ciu­dad de Mar del Pla­ta cuan­do el Con­sor­cio Region­al Por­tu­ario de Mar del Pla­ta le cede un ter­reno lin­dante a la Reser­va Nat­ur­al Puer­to Mar del Pla­ta al Club Atléti­co Aldo­sivi para que real­ice su esta­dio deporti­vo. Al comen­zar las obras sin la cor­re­spon­di­ente Eval­u­ación de Impacto Ambi­en­tal se ini­cia la dis­pu­ta entre diver­sas agru­pa­ciones ambi­en­tal­is­tas y veci­nales y la enti­dad deporti­va. Las for­mas de enten­der el espa­cio y sus difer­entes usos, la nat­u­raleza del lugar y en gen­er­al y el desar­rol­lo esper­a­do para la ciu­dad des­de la per­spec­ti­va de la sus­tentabil­i­dad, son algunos de los aspec­tos de los imag­i­nar­ios que se anal­izan en este tra­ba­jo.

Pal­abras clave: imag­i­nar­ios urbanos — con­flic­tos ambi­en­tales — actores sociales — nat­u­raleza — desar­rol­lo sostenible

Abstract

In the urban stud­ies field, there is increas­ing inter­est in know­ing how urban spaces are lived by cit­i­zens. The cur­rent paper, which analis­es a con­flict in the Port area of Mar del Pla­ta, fol­lows that inter­est tak­ing into account the voic­es of the social actors through in-depth inter­views. In such inter­views, the sens­es that guide their actions are rebuilt, in oth­er words “actants imag­i­nar­ies” (Hier­naux 2008). The envi­ron­men­tal urban con­flict in the south side of Mar del Pla­ta begins in 2010, when the organ­ism in charge of the Port “Con­sor­cio Region­al Por­tu­ario de Mar del Pla­ta” gives Club Atléti­co Aldo­sivi a piece of land next to the city’s nat­ur­al reserve. When Club Atleti­co Aldo­sivi begins to build the sta­di­um with­out the nec­es­sary Envi­ron­men­tal Impact Assess­ment that is required by law, dif­fer­ent envi­ron­men­tal and neigh­bor­ing orga­ni­za­tions start a dis­pute with the sports Club. The ways of under­stand­ing a space and its dif­fer­ent uses, the nature of the area and in gen­er­al, and the devel­op­ment expect­ed for the city from a sus­tain­abil­i­ty per­spec­tive, are some of the aspects of the imag­i­nar­ies that are analysed in this research.

Key words: urban imag­i­nar­ies — envi­ron­men­tal con­flicts — social actors — nature — sus­tain­able devel­op­ment

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Introducción

Más de la mitad de la población mundi­al vive hoy en áreas urbanas (54%); ese número es mucho may­or en algunos país­es, como es el caso de Argenti­na donde lle­ga al 92% de población urbana [Jefatu­ra de Gabi­nete de Min­istros 2017]. Frente a este panora­ma, el desar­rol­lo urbano es un pro­ce­so de pre­ocu­pación cre­ciente. Las for­mas que puede adquirir el mis­mo en las ciu­dades pueden ser múlti­ples e ir cam­bian­do. Es aquí, donde las reser­vas nat­u­rales urbanas adquieren un rol fun­da­men­tal para cier­tas for­mas de desar­rol­lo. La con­ser­vación que se car­ac­ter­i­za por preser­var por­ciones de eco­sis­temas autóctonos y pro­te­ger y uti­lizar espa­cios y recur­sos garan­ti­zan­do su sosteni­bil­i­dad a futuro, ofrece a los habi­tantes de las áreas urbanas eco­sis­temas tan­to para su uso actu­al, como para el de las gen­era­ciones venideras.

La impor­tan­cia rad­i­ca en preser­var áreas rep­re­sen­ta­ti­vas de cada ecor­región para su conocimien­to y dis­frute, pero tam­bién para man­ten­er o mejo­rar la cal­i­dad de los recur­sos. Debido al avance del desar­rol­lo urbano, las reser­vas nat­u­rales urbanas adquieren un rol muy impor­tante purif­i­can­do el aire, evi­tan­do inun­da­ciones, absorbi­en­do olores y amor­tiguan­do rui­dos. Además de los ser­vi­cios ambi­en­tales que ofre­cen, la edu­cación ambi­en­tal que allí se brin­da, con­tribuye a gener­ar una may­or con­cien­cia hacia el desar­rol­lo sus­tentable.

Por lo tan­to, a niv­el mundi­al grandes ciu­dades impul­saron el desar­rol­lo y pro­lif­eración de reser­vas urbanas, acom­pañadas por medi­das a man­era de impul­sos de espa­cios verdes (par­ques, plazas, jar­dines y bal­cones). Estos dos tipos de áreas verdes poseen difer­en­cias, ya que uno recrea y preser­va un eco­sis­tema autóctono, logran­do cumplir con el obje­ti­vo de la diver­si­dad biológ­i­ca, y el otro pre­sen­ta una “nat­u­raleza orde­na­da”; sin embar­go, ambos espa­cios impul­san la idea “sus­tentabil­i­dad” al inte­ri­or de las ciu­dades.

La Reser­va Nat­ur­al Puer­to Mar del Pla­ta sigue esta línea de con­ser­vación, sien­do la úni­ca reser­va urbana de la ciu­dad de Mar del Pla­ta.[1] Su aporte de ser­vi­cios ambi­en­tales se reivin­di­ca con may­or fuerza ya que se ubi­ca en un área de múlti­ples usos donde se encuen­tran activi­dades pro­duc­ti­vas, recre­ati­vas, turís­ti­cas y res­i­den­ciales con­vivien­do de for­ma armóni­ca en algunos casos y prob­lemáti­ca en otros. Al mis­mo tiem­po que brin­da ser­vi­cios ambi­en­tales, con­ser­va parte de los eco­sis­temas autóctonos de la región, encon­trán­dose rep­re­sen­ta­dos una var­iedad de ellos: humedal, médano, lagu­na, pas­ti­za­les y playa. A su vez, estos eco­sis­temas alber­gan una impor­tante diver­si­dad de especies de flo­ra y fau­na: 170 especies de veg­e­tales, más de 150 especies de aves que rep­re­sen­tan el 79% de la avi­fau­na del Par­tido de Gen­er­al Pueyrre­don, el 50% de mamífer­os, el 70% de los peces de agua dulce, el 50% de los anfibios y el 27% de los rep­tiles [Solís 2010–2018; De Mar­co 2011].

La sosteni­bil­i­dad de las ciu­dades se abor­da des­de difer­entes aris­tas, sien­do la con­ser­vación de las áreas pro­te­gi­das una de ellas. La posi­bil­i­dad de entrar en con­tac­to con nat­u­raleza sil­vestre se vuelve suma­mente impor­tante frente a una ciu­dad que se expande y den­si­fi­ca cada vez más.

Con el avance de la con­cien­cia ambi­en­tal a niv­el mundi­al se propa­garon organ­is­mos y pro­gra­mas para impul­sar otras for­mas de desar­rol­lo que abor­den los aspec­tos ambi­en­tales como lo es el desar­rol­lo sostenible. Es bajo este con­tex­to que se crea la Fun­dación de la Reser­va Nat­ur­al Puer­to Mar del Pla­ta en el año 1987 impul­san­do la efec­ti­va pro­tec­ción de dicho espa­cio. En el año 1990 se san­ciona la Orde­nan­za N° 7.927 que la declara Reser­va Munic­i­pal, pero al pertenecer dicho espa­cio a la juris­dic­ción provin­cial siem­pre se buscó y se impul­só, tam­bién durante el con­flic­to, una Ley que la declare Reser­va Provin­cial.

Des­de su con­for­ma­ción como Reser­va, se enfren­tó a difer­entes prob­le­mas para su con­ser­vación como, por ejem­p­lo, la exposi­ción a pro­ce­sos de con­t­a­m­i­nación por parte de la harinera Molien­das del Sur que vertía sus resid­u­os. Sin embar­go, el may­or con­flic­to al cual se enfren­tó comen­zó en el año 2010 cuan­do el Con­sor­cio Region­al Por­tu­ario de Mar del Pla­ta le cede medi­ante la Ley N° 14.193 un ter­reno lin­dante a la Reser­va al Club Atléti­co Aldo­sivi[2] para con­stru­ir allí su can­cha. Con el ini­cio de las obras, como des­maleza­mien­to y rel­leno de lagu­nas, sin con­tar con la cor­re­spon­di­ente Eval­u­ación de Impacto Ambi­en­tal (exigi­da por la Ley Gen­er­al de Ambi­ente N° 25.675 a niv­el nacional y la Ley N° 11.723 a niv­el provin­cial) difer­entes veci­nos y orga­ni­za­ciones se agru­paron para defend­er el área pro­te­gi­da. La trascen­den­cia que tuvo dicho con­flic­to, como así tam­bién la clar­i­dad del mis­mo para evi­den­ciar los diver­sos usos de los espa­cios urbanos y los difer­entes sig­nifi­ca­dos ancla­dos a los mis­mos, con­for­maron esta dis­pu­ta en un obje­to de interés para la pre­sente inves­ti­gación.

El análi­sis de un con­flic­to urbano ambi­en­tal[3] puede ser enten­di­do des­de difer­entes ángu­los; sin embar­go, nos enfo­camos des­de el análi­sis de la pro­duc­tivi­dad social de los mis­mos [Melé 2003, Mer­lin­sky 2009]. Un con­flic­to deja múlti­ples efec­tos que trans­for­man el esta­do de cosas ante­ri­or a su apari­ción, que son nece­sar­ios analizar, como son los cam­bios jurídi­cos (jurid­i­fi­cación), políti­cos (irrup­ción del con­flic­to en el espa­cio públi­co) y de apropiación sim­bóli­ca (ter­ri­to­ri­al­ización).

En este caso nos enfo­care­mos en cómo el con­flic­to per­mite ver las difer­entes sig­nifi­ca­ciones referi­das al espa­cio, estu­dian­do para ello las voces de los actores inter­vinientes. Los espa­cios son con­ce­bidos, percibidos y al mis­mo tiem­po son vivi­dos [Lefeb­vre 1974]. Este tra­ba­jo per­mite con­tribuir a los estu­dios urbanos que se cen­tran en este últi­mo aspec­to rescatan­do de esta for­ma la lóg­i­ca propia de los habi­tantes de las ciu­dades. Estos sen­ti­dos que guían a los actores en sus viven­cias de los espa­cios son los diver­sos imag­i­nar­ios urbanos actantes [Hier­naux 2008] que se anal­izan en el pre­sente tra­ba­jo.

¿Cómo se vive el espa­cio del con­flic­to? ¿Qué usos debe ten­er el mis­mo? ¿Cómo se entiende la nat­u­raleza en gen­er­al? ¿Y en este espa­cio pro­te­gi­do? ¿Cómo se pien­sa el desar­rol­lo sostenible? ¿Es incor­po­ra­do lo ambi­en­tal en las miradas del desar­rol­lo? ¿Para quién es pen­sa­do el desar­rol­lo? Son algu­nas de las pre­gun­tas que se bus­can respon­der pro­fun­dizan­do para ello en “las rep­re­senta­ciones, los sím­bo­los, las ide­ologías, las utopías, los sueños, los planes de vida, los mod­os de tra­ba­jo; en fin, lo que aquí se bus­ca inte­grar en un solo con­cep­to: los imag­i­nar­ios sociales” [Ipar­raguirre 2017: 251].

Consideraciones metodológicas

Para recon­stru­ir los difer­entes sen­ti­dos que guían las acciones de los actores [Hier­naux 2008] den­tro de sus dis­putas urbanas, es fun­da­men­tal con­tar con las voces en primera per­sona de los involu­cra­dos. Para ello se efec­tuó un análi­sis cual­i­ta­ti­vo con­for­ma­do por entre­vis­tas en pro­fun­di­dad y análi­sis doc­u­men­tal.

Sobre el primer aspec­to, se realizaron un total de siete entre­vis­tas (cin­co a ambi­en­tal­is­tas y dos a hin­chas). Para la selec­ción de casos se tomaron en cuen­ta los actores clave del con­flic­to por el lado de los defen­sores de la Reser­va, es decir aque­l­los ref­er­entes de cada orga­ni­zación, sien­do una de las encar­gadas de edu­cación ambi­en­tal (que además fue clave en el con­flic­to como expre­saron los demás entre­vis­ta­dos y como se evi­den­cia en el mane­jo del blog de la Reser­va) la infor­mante enlace que per­mi­tió con­tac­tar a los demás entre­vis­ta­dos. Por el lado de Aldo­sivi, se tomaron en cuen­ta las voces de los hin­chas del Club. Esta decisión responde a causas analíti­cas y oper­a­ti­vas, como lo son la imposi­bil­i­dad de con­tac­tar a los miem­bros de la comisión direc­ti­va y la inten­ción de dar­le lugar a aque­l­los imag­i­nar­ios de los ciu­dadanos “de a pie”.

Sobre el segun­do aspec­to se inda­garon los prin­ci­pales por­tales de noti­cias elec­tróni­cos y sus respec­tivos comen­tar­ios, videos en YouTube y artícu­los de opinión en blogs, como así tam­bién doc­u­men­tos ofi­ciales, como informes ambi­en­tales pre­sen­ta­dos por el Club o res­olu­ciones judi­ciales. Este pro­ce­so que se desar­rol­ló en pro­fun­di­dad durante un año, abor­dó fuentes des­de el 2010 has­ta el 2017.

Como puede obser­varse, el análi­sis de los imag­i­nar­ios se car­ac­ter­i­za por la sep­a­ración en dos grandes gru­pos, los defen­sores de la Reser­va y los defen­sores del Club, abor­dan­do no sólo los sen­ti­dos que entran en ten­sión sino además bus­car aque­l­los pun­tos de con­tac­to. Si bien exis­ten difer­en­cias inter­nas en cada uno de ellos, a las que se hará ref­er­en­cia cuan­do sea nece­sario, no serán tenidas en cuen­ta en la pre­sente inves­ti­gación.

A con­tin­uación, describi­mos el con­flic­to cen­trán­donos en los usos del espa­cio en cuestión, los actores inter­vinientes y lo suce­di­do en la dis­pu­ta de man­era sin­téti­ca para después aden­trarnos propi­a­mente en los imag­i­nar­ios.

Breve descripción del conflicto urbano ambiental

El espa­cio donde rad­i­ca la Reser­va y su zona aledaña, actual­mente perteneciente al Club Atléti­co Aldo­sivi, es un área de con­flu­en­cia de difer­entes activi­dades y por ende, difer­entes usos y rep­re­senta­ciones. Esto se rela­ciona al mis­mo tiem­po con el carác­ter mul­ti­propósi­to del Puer­to que com­ple­jiza aún más el uso que se hace de esa zona, tenien­do así activi­dades indus­tri­ales, de depósi­to y com­er­cial­ización, navales, turís­ti­cas, recre­ati­vas, pes­queras, entre otras. Sabi­en­do que el Puer­to además cuen­ta con una zona res­i­den­cial, al mis­mo tiem­po que limi­ta con otro bar­rio como es el de Pun­ta Mogotes y los bal­n­ear­ios que le pertenecen, dec­i­mos que es una zona de muy diver­sos usos, que en muchos casos, y en este en par­tic­u­lar, entran en con­flic­to.

En sus orí­genes el espa­cio donde rad­i­ca la Reser­va fue uti­liza­do como fuente de mate­rias pri­mas para la con­struc­ción de blo­ques de hormigón nece­sar­ios para con­for­mar las escolleras del Puer­to. Este uso de un espa­cio donde sólo tiene val­or por lo que posee y apor­ta para otros, dio ori­gen a un uso muy difer­ente que se fue des­en­ca­de­nan­do con el tiem­po. La extrac­ción de rocas por los fines antes men­ciona­dos gen­eró la for­ma­ción de cavas, que fueron con­vir­tién­dose en depósi­tos de agua. La imper­me­abi­lización de la zona por el incre­men­to de res­i­dentes, como así tam­bién la con­struc­ción de los esta­cionamien­tos de cemen­to de los bal­n­ear­ios en la déca­da del ´80 aumen­taron el escur­rim­ien­to hacia esa zona [De Mar­co 2011] con­for­man­do lo que es hoy día la Reser­va del Puer­to y la cade­na de lagu­nas con­tigua (declar­adas tam­bién en 1997 como parte del área pro­te­gi­da). Así, aparece un eco­sis­tema que con el auge de la pre­ocu­pación ambi­en­tal y diver­sos actores que bus­can lle­var­lo a cabo a niv­el local, requiere ser preser­va­do. Pasamos de esta for­ma de un espa­cio que se usa para servir a otros, a uno que bus­ca ser con­ser­va­do (tam­bién existe la idea de ser­vi­cio ambi­en­tal, pero no a par­tir de la extrac­ción y mod­i­fi­cación del mis­mo).

Sin embar­go, al mis­mo que tiem­po que se quiere con­ser­var esa zona a par­tir de la con­for­ma­ción en 1987 de la Fun­dación de la Reser­va, el sec­tor esta­ba sien­do uti­liza­do para alma­ce­na­je de gas en los car­ac­terís­ti­cos “glo­bos de Gas del Esta­do” y de com­bustible en los tan­ques de YPF, que hoy día se encuen­tran aban­don­a­dos.

La insta­lación tam­bién de difer­entes harineras, como Molien­das del Sur, puso en ten­sión el uso que se hacía del espa­cio. Como lugar para arro­jar los dese­chos que apare­cen como exter­nal­i­dades neg­a­ti­vas del pro­ce­so pro­duc­ti­vo frente a la necesi­dad de pro­te­ger el área. El sec­tor indus­tri­al toma el espa­cio entonces, como lugar para localizarse y desar­rol­lar sus activi­dades de for­ma com­ple­ta, ya que tam­bién se incluye el fin en for­ma de dese­chos. Cualquier otro uso no es tenido en cuen­ta, ya que, el obje­ti­vo al ser un actor mera­mente económi­co [Pírez 1995] es obten­er ben­efi­cios. En este sen­ti­do empre­sar­ios del Puer­to como tam­bién informes del Con­sor­cio Region­al Por­tu­ario de Mar del Pla­ta mostraron su interés de uti­lizar el espa­cio donde se encuen­tra emplaza­da la Reser­va para poder expandir el área indus­tri­al del Puer­to, medi­ante la con­struc­ción de via­duc­tos para trans­porte pesa­do, depósi­to de con­tene­dores o insta­lación de plan­tas pes­queras. El espa­cio era vis­to de esta man­era como un espa­cio “vacío” y nece­sario para poder seguir cre­cien­do como sec­tor.

Con el paso del tiem­po la insta­lación de bal­n­ear­ios con­tigu­os a la Reser­va tam­bién gen­eró ten­siones, pero que fueron solu­cionadas con pron­ti­tud dada la ade­cuación de los mis­mos a la Eval­u­ación de Impacto Ambi­en­tal cor­re­spon­di­ente, como fue el caso del bal­n­eario Are­nas Blan­cas.

El otro uso que aquí se desta­ca es el deporti­vo-económi­co[4] desen­vuel­to por Aldo­sivi. Con ante­ri­or­i­dad a la cesión de tier­ras como proyec­to de con­struc­ción de la can­cha propia (Ley N° 14.193/10), el club ya disponía de un ter­reno lin­dante a los Glo­bos de Gas, donde se disponían can­chas y ves­tu­ar­ios úni­ca­mente. Este fue el perío­do de relación armóni­ca con la Reser­va, dado que com­partían el edi­fi­cio con la sede de dicha Fun­dación. Sin embar­go, en el año 2010 con otros obje­tivos may­ores (cuan­do la Man­zana de los Cir­cos dejó de ser una opción) la con­viven­cia se volvió insostenible dada la no pre­sentación de la Eval­u­ación de Impacto Ambi­en­tal pre­vio al comien­zo de obras que implic­a­ban mod­i­fi­ca­ciones sus­tan­ciales a ese sue­lo, como rel­lenos y des­maleza­mien­tos.

Podemos decir entonces, que los usos son muy diver­sos y que en algunos casos se da con­viven­cia y relación, y en otros ten­siones e incom­pat­i­bil­i­dades de uso. Esto últi­mo es lo que sucede en el con­flic­to con el Club Atléti­co Aldo­sivi aquí estu­di­a­do.

La apari­ción de un obje­ti­vo de may­or enver­gadu­ra por parte del Club gen­eró la par­tic­i­pación de veci­nos pre­ocu­pa­dos por el futuro del área pro­te­gi­da, dado que un esta­dio ponía en ries­go su con­tinuidad. Las primeras acciones fueron lle­vadas a cabo por la Fun­dación de la Reser­va Nat­ur­al de Mar del Pla­ta que demandó que se fre­nen las obras has­ta con­tar con la habil­itación cor­re­spon­di­ente.

Al mis­mo tiem­po que esta orga­ni­zación téc­ni­co-pro­fe­sion­al crea­da para la pro­tec­ción de la Reser­va efec­tu­a­ba las acciones legales, un grupo de per­sonas (veci­nos, pro­fe­sion­ales, activis­tas ambi­en­tales) se reunían para poder saber lo que esta­ba pasan­do. Ante la neg­a­ti­va de la Fun­dación de con­tin­uar con las acciones legales cuan­do un juez sobre­seyó al pres­i­dente del Club, los veci­nos con­for­maron la Asam­blea de Veci­nos Auto­con­vo­ca­dos Tra­ba­jan­do en Acciones por la Reser­va (A.V.A.T.A.R.). Así, con­trataron al abo­ga­do de la Fun­dación y de esta for­ma con­tin­uaron real­izan­do acciones legales para fre­nar las obras de la enti­dad deporti­va. Si bien, las mis­mas nun­ca pararon a pesar de las múlti­ples deci­siones judi­ciales, provin­ciales y munic­i­pales, en el año 2015 la Corte Supre­ma de Jus­ti­cia fal­ló a favor de la Reser­va.

Durante todo este pro­ce­so legal lle­va­do a cabo por la Asam­blea de Veci­nos, que al mis­mo tiem­po desar­rol­la­ban diver­sas acciones para colo­car el tema en la agen­da públi­ca y políti­ca, se les sumó un actor de rel­e­van­cia: Green­peace. Algunos vol­un­tar­ios ya par­tic­i­pa­ban de la defen­sa de la Reser­va den­tro de la Asam­blea, pero fue recién en el año 2012 cuan­do la ONG encabezó su propia cam­paña, la primera de índole local a niv­el nacional, “Salvá la Reser­va del Puer­to”. La mis­ma tenía como obje­ti­vo poder lograr una Ley que declare a la Reser­va como provin­cial, ya que el ter­reno era de esta juris­dic­ción como se dijo ante­ri­or­mente (hubo inten­tos ante­ri­ores, pero sin éxi­to). Dado el impacto políti­co que tuvo el con­flic­to como tam­bién la capaci­dad de lob­by de dicha orga­ni­zación se pudo san­cionar la Ley N° 14.688 que declara a la Reser­va como Reser­va Provin­cial de Obje­tivos definidos Mix­tos, Botáni­co, Faunís­ti­co y Educa­ti­vo en el año 2014.

Usos incom­pat­i­bles, diver­sos actores y dis­tin­tas for­mas de enten­der el espa­cio, la nat­u­raleza y el desar­rol­lo sostenible en juego. Aspec­tos que se desar­rol­larán a con­tin­uación.

Algunos de los imaginarios presentes

La nat­u­raleza sil­vestre, ¿peli­grosa o valiosa?

Uno de los aspec­tos a analizar sobre las diver­sas ideas pre­sentes en los actores del con­flic­to es la noción de nat­u­raleza[5] ya que se está hablan­do de un área nat­ur­al pro­te­gi­da. ¿Qué se entiende por nat­u­raleza en gen­er­al y en este espa­cio en par­tic­u­lar?

Una de las ideas recu­per­adas habla del carác­ter útil de la nat­u­raleza. Des­de algunos sec­tores se enfa­ti­za en la nat­u­raleza como dado­ra de mate­rias pri­mas mera­mente, mien­tras que defen­sores de la Reser­va, por ejem­p­lo, rescatan los múlti­ples ser­vi­cios ambi­en­tales que brin­da sin necesi­dad de sacar nada de ella, como purifi­cación de aire, reg­u­lación hídri­ca y climáti­ca, reduc­ción de olores y rui­dos. Estas apre­cia­ciones se evi­den­cian en este caso en par­tic­u­lar, mostran­do si la Reser­va tiene o no util­i­dad.

Des­de los defen­sores, como se dijo con ante­ri­or­i­dad, rescatan el val­or de este espa­cio por los ser­vi­cios ambi­en­tales que otor­ga.

Uno de los objetivos es mencionar, hablar, introducir el tema de los servicios ambientales, como superador de los recursos naturales de algo que yo uso, lo gasto y ya está (…) Entonces depende de qué grupo de edad, en todos se puede introducir el tema de servicios ambientales, de servicios ecosistémicos. Entonces, un parche chiquito, aunque sea chiquito de naturaleza, en la ciudad, me da muchos servicios, pero yo no me doy cuenta. No me doy cuenta porque como el aire no lo veo, digamos el oxígeno no lo veo, la absorción del agua no la veo y hay un montón de cosas que no las veo y como nadie me las muestra y no me la enseñaron en la escuela y mi papá y mi mamá no la saben, entonces, ese es un tema que trabajamos mucho (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).

Pero no sólo poseen una per­spec­ti­va antropocén­tri­ca, es decir, val­o­rar el espa­cio por lo que le brin­da a la sociedad, sino que se encon­traron algunos aspec­tos que dan cuen­ta del val­or de la bio­di­ver­si­dad inde­pen­di­en­te­mente del humano, es decir pos­turas biocén­tri­c­as[6] donde se resalta el reconocimien­to de la flo­ra y la fau­na. Gudy­nas [2015] hace ref­er­en­cia al giro biocén­tri­co real­iza­do des­de diver­sos movimien­tos que luego se plas­man en dos con­sti­tu­ciones, la de Ecuador y la de Bolivia, donde la nat­u­raleza comien­za a ser vista como suje­to de dere­cho.[7] Si bien no es la mira­da pre­dom­i­nante en este con­flic­to, hay indi­cios de algu­nas incor­po­ra­ciones de este enfoque.

Y la importancia justamente por la diversidad de fauna, de flora autóctona y por ser una estación donde las aves nidifican y hay una variedad y una cantidad impresionante de aves. En un contexto donde, bueno yo también me interesé por el tema porque hace tantos años que vivo en el bosque y siempre me interesó el tema de la naturaleza, y sobre todo el tema de las aves es un tema que siempre me gustó. Y creo que somos una sociedad que nos vamos alejando de la naturaleza, entonces la posibilidad de tener una (piensa) un lugar dentro de lo que es la ciudad y con plena naturaleza es más que interesante (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).

Por parte de los hin­chas del Club la nat­u­raleza del lugar no tiene ningún tipo de util­i­dad ya que se encuen­tra en el medio de eji­do urbano y por ende desconec­ta­da de otros espa­cios de nat­u­raleza, como al mis­mo tiem­po no brin­da ningún recur­so y aparece ante la vista de gran parte de los hin­chas como un lugar aban­don­a­do y peli­groso.

Que se yo, está todo, encima tenés ahí los globos de YPF, todo y decís, está bien una reserva natural, pero está como muy contaminada ya de por sí. Está como en un centro de caos, entonces ya ¿qué tanto de Reserva hay?, ¿de qué tanto sirve que esté ahí? (Entrevista hincha de Aldosivi 1, enero de 2018).

Yo creo que ese lugar dejó de ser nat­ur­al hace mucho tiem­po, en el momen­to que lo sep­a­raron del humedal de toda la cos­ta (…) Para mí ya no que­da nada de nat­ur­al, para mí ya está con­t­a­m­i­na­do todo” (Entre­vista hin­cha de Aldo­sivi 2, enero de 2018).

Des­de los dos gru­pos de actores encon­tramos entonces un pun­to en común, la nat­u­raleza tiene util­i­dad. Sin embar­go, en este caso podemos obser­var las difer­entes acep­ciones al momen­to de pen­sar en la mis­ma, como mero recur­so que se uti­liza y descar­ta o como ser­vi­cios que brin­da siem­pre y cuan­do se con­serve los espa­cios donde se encuen­tra la mis­ma. Estas difer­en­cias se trasladan a la man­era de enten­der el espa­cio: como vacío[8] de recur­sos por lo tan­to no es valiosa su nat­u­raleza o como lleno de bio­di­ver­si­dad y ser­vi­cios ambi­en­tales.

Sin embar­go, hay otro debate que está por detrás cuan­do se hace ref­er­en­cia a un espa­cio nat­ur­al: la cuestión de su ori­gen y de su apari­ción den­tro de la ciu­dad. Foladori, al realizar una sín­te­sis de las difer­entes nociones de nat­u­raleza explici­ta una de ellas como “b) nat­u­raleza como con­jun­to de las cosas que exis­ten sin inter­ven­ción humana, con espon­tanei­dad no delib­er­a­da. Esta con­cep­ción dis­tingue lo nat­ur­al como aque­l­lo que existe fuera de la inter­ven­ción humana, de lo arti­fi­cial pro­duc­to de la acción humana” [2005: 96]. Esta defini­ción está pre­sente en algu­nas rep­re­senta­ciones recolec­tadas de medios elec­tróni­cos de hin­chas de Aldo­sivi donde se expone como una posi­ción dicotómi­ca, lo arti­fi­cial de lo nat­ur­al, realzan­do entonces el ori­gen antrópi­co de la Reser­va como una defini­ción que excluye su carác­ter de área nat­ur­al digna a pro­te­ger:

La laguna no es natural, se formó cuando se construyó el conducto pluvial que cruza todo este sector paralelo a la playa y que por lógica hace las veces de tapón al deslizamiento de las aguas (Opinión de Daniel Sosa).[9]
Es el día de hoy que en ese sector todavía hay enterradas partes de barcos que se desguazaban, por ende, ese predio era de piedra, arena y tierra firme. No se lo puede considerar laguna o humedal natural, toda vez que fue la mano del hombre la que modificó el sector (Opinión de Daniel Sosa).
Le dicen Reserva Natural, pero de natural no tiene nada. Porque 1977 eso estaba seco (Opinión de Ricardo Alonso).[10]

Den­tro de los imag­i­nar­ios referi­dos a la nat­u­raleza encon­tramos la idea de util­i­dad, el ori­gen y aparece otro aspec­to, el miedo a lo sal­va­je y aban­don­a­do.[11] La lejanía de los espa­cios nat­u­rales gen­era una fal­ta de con­tac­to que se trasla­da en miedos hacia la mis­ma, como lo expre­san veci­nos defen­sores de la Reser­va entre­vis­ta­dos.

Esperan África y peligro, son preconceptos. Entonces implica mucho peligro, meterse en un lugar donde no está cortado el pasto ya debe ser peligroso (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).
Yo lo que veo es que las personas ven la naturaleza como algo extraño al ser humano o como paisaje, pero como paisaje que miro como podría mirar un cuadro. Sí ya me tengo que poner en contacto con la tierra, con las plantas, con los animales, yo creo que hasta se vive con miedo, con extrañeza, con indiferencia. Como algo que es ajeno (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).

Esta nat­u­raleza sil­vestre, infunde temor, por sus “per­ros sal­va­jes” y “enfer­medades infec­to­con­ta­giosas” por ejem­p­lo. Y al mis­mo tiem­po, se pre­sen­ta como un lugar aban­don­a­do con todo lo que esto mis­mo con­ll­e­va. Sin util­i­dad, sucio, peli­groso.

No podías pasar, no podías pasar porque era mugre en serio, mugre de bolsas, de todo, basura, basura, basura, era un lugar con basura (Entrevista hincha de Aldosivi 2, enero de 2018).
Yo creo que lo que pasa en el Puerto, por lo que he hablado con mucha gente del Puerto que dice “bueno es una mugre, etc.” Es verdad, siempre es una mugre, peligroso, con gatos salvajes, con perros salvajes, etc. Las organizaciones estas no se preocupaban mucho antes de que salte la perdiz del tema Aldosivi. Había un abandono total (Entrevista hincha de Aldosivi 2, enero de 2018).
Las tareas de limpieza del Predio Deportivo y sus zonas aledañas produjeron también un impacto positivo para la salud ya que se retiraron residuos acumulados a cielo abierto, y de esta manera se eliminó un importante potencial foco de enfermedades infectocontagiosas, y de vectores transmisores de las mismas (Estudio de Impacto ambiental presentado por el Club Atlético Aldosivi).

La nat­u­raleza para los hin­chas del Club tiene que ten­er algu­na util­i­dad, referi­da prin­ci­pal­mente como recur­so y no al espa­cio nat­ur­al en sí mis­mo, y esta aso­ci­a­da con la idea de sal­va­je y peli­gro, por lo tan­to, gen­era miedos a los habi­tantes de las ciu­dades. Es nece­sario inter­venir­la y con­tro­lar­la, bus­can­do así la pres­en­cia de nat­u­raleza orde­na­da en las ciu­dades. El imag­i­nario que está pre­sente en los defen­sores del Club hace alusión a que siem­pre la inter­ven­ción y con­struc­ción de los seres humanos es pos­i­ti­va para con­tro­lar aque­l­lo que infunde temor. Los espa­cios urbanos debier­an ser inter­venidos y la nat­u­raleza sólo es desea­da siem­pre y cuan­do aparez­ca de modo orde­na­do, no sal­va­je. Así, el Club mejoró ese espa­cio porque limpió el “yuyal” y plan­tó césped y palmeras, ele­men­tos que se desta­can de la con­ser­vación de la nat­u­raleza según el Estu­dio de Impacto Ambi­en­tal pre­sen­ta­do.[12] Este aspec­to sin embar­go, es rec­haz­a­do por algunos de los entre­vis­ta­dos por el lado de la Reser­va, donde se defiende la idea de la nat­u­raleza de modo sil­vestre.

Los animales están, la gente tiene conceptos, espera ir como si fuera el zoológico. Pasás por la jaula del mono y el mono está, pasás por la jaula del águila y el águila está, pasás por la jaula de la jirafa y la jirafa está, siempre están no importa si es 31 de diciembre a las 12 de la noche. Siempre están en el mismo lugar. Entonces hacés el mismo recorrido y vas a encontrar. Bueno, la naturaleza no es así. Los animales si no quieren que vos los veas se van a esconder y eso se lo tenés que mostrar a las personas, no mostrarles donde se esconden (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).
O lo ven con ojos urbanitas, de persona que vive en la urbe, con ese funcional de la plaza de pasto cortito y árboles plantados y flores en hilera que se mueren a los dos meses y vienen y plantan flores en hilera, la naturaleza no crece en hilera, no es ordenadita. Esos jardines ordenaditos, todas flores celestes acá, las flores amarillas allá no existen en la naturaleza (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).

Tan­to las entre­vis­tas, como doc­u­men­tos, carte­les e imá­genes dan cuen­ta de las nociones sobre la nat­u­raleza que for­man parte de los imag­i­nar­ios que están pre­sentes en este con­flic­to. La rep­re­sentación de aban­dono y el miedo que trae apare­ja­da la nat­u­raleza sil­vestre en la ciu­dad, el con­trol medi­ante la inter­ven­ción y la con­struc­ción orde­na­da y la con­tracara de pen­sar los ser­vi­cios ambi­en­tales y los val­ores intrínsec­os que trans­for­man un área den­tro de la ciu­dad como un espa­cio dig­no y nece­sario para pro­te­ger son ideas fuertes que se pien­san como algunos de los tan­tos imag­i­nar­ios pre­sentes durante el con­flic­to.

El desar­rol­lo sostenible, des­de las pri­or­i­dades has­ta la armonía

Los miedos a lo aban­don­a­do, la con­fi­an­za en las obras y en la con­struc­ción como sím­bo­lo de pro­gre­so, la con­ser­vación de áreas nat­u­rales sin inter­ven­ción, son algunos de los imag­i­nar­ios que se rela­cio­nan con la nat­u­raleza y se refieren al aspec­to que se anal­iza a con­tin­uación: los mod­e­los de desar­rol­lo y las ideas sobre el desar­rol­lo sostenible.

Después de analizar las entre­vis­tas y doc­u­men­tos sobre los involu­cra­dos, podemos decir que la idea del desar­rol­lo está pre­sente, se sigue pen­san­do en este como un obje­ti­vo deseable, pero no se deposi­ta en él una fe cie­ga, sino que se pien­sa al mis­mo ancla­do en una serie de condi­ciones. Esto sig­nifi­ca que siem­pre se pien­sa en el pro­gre­so, pero esta idea viene acom­paña­da de una serie de cues­tion­amien­tos como ¿Qué incluye el desar­rol­lo? ¿A quiénes tiene en cuen­ta? ¿Cuáles son los obje­tivos prin­ci­pales? ¿Cómo se logra? ¿Quiénes par­tic­i­pan?

Estas difer­en­cias mues­tran que además del desar­rol­lo tradi­cional, aquel que está may­or­mente enfo­ca­do en los aspec­tos económi­cos y sociales, apare­cen nuevos obje­tivos y aspec­tos que deben ser tenidos en cuen­ta. Como, por ejem­p­lo, los ambi­en­tales. Así, la pres­en­cia o no de imag­i­nar­ios sobre el desar­rol­lo sostenible y de qué man­era aparece este mod­e­lo de desar­rol­lo en las cos­mo­vi­siones de los actores es lo que se abor­da a con­tin­uación.

Antes de comen­zar a mar­car estas difer­en­cias sobre cómo enten­der el desar­rol­lo sostenible es nece­sario dar cuen­ta de un aspec­to fuerte­mente incor­po­ra­do en todas las visiones, de una for­ma nat­u­ral­iza­da: la idea de crec­imien­to.

Den­tro de las proyec­ciones de los diver­sos actores para el futuro como algo deseable, se encuen­tra el pro­gre­si­vo avance de sus activi­dades. Si bien podría pen­sarse que esto se encuen­tra con may­or fuerza en los obje­tivos de aumen­tar los espa­cios disponibles ya sea con­tan­do con una can­cha propia por parte de los hin­chas del Club o espa­cio para crec­imien­to de la zona indus­tri­al por parte de los empre­sar­ios por­tu­ar­ios involu­cra­dos, tam­bién des­de los actores rela­ciona­dos con la Reser­va se mues­tra como algo pos­i­ti­vo poder dispon­er por ejem­p­lo de senderos y cen­tros de inter­pretación, y demás acciones de mane­jo donde se evi­den­cie un avance de la situación actu­al.

Par­tien­do de este aspec­to com­par­tido donde se percibe el crec­imien­to como algo innegable y deseable, aparece una cuestión más con­tro­ver­sial, ¿qué ele­men­tos debe incor­po­rar el desar­rol­lo? ¿Cómo se incor­po­ra la pre­ocu­pación ambi­en­tal?

La necesi­dad de abo­car las cues­tiones ambi­en­tales gen­eró el surgimien­to de un con­cep­to referi­do a una nue­va for­ma de desar­rol­lo, el desar­rol­lo sostenible. Esta noción vio la luz en el año 1987 con el informe Brundt­land que inten­tó man­co­mu­nar dos aspec­tos que la teoría del crec­imien­to cero[13] había sep­a­ra­do: el crec­imien­to y la pre­ocu­pación ambi­en­tal. Se puede con­tin­uar el crec­imien­to económi­co siem­pre y cuan­do se lo haga de man­era ade­cua­da para poder preser­var el ambi­ente para las gen­era­ciones venideras. Se pasa entonces de la primera per­spec­ti­va ambi­en­tal donde la solu­ción era fre­nar el crec­imien­to a esta idea de la sosteni­bil­i­dad donde se bus­ca la for­ma de inter­conec­tar estos aspec­tos.

Esta nue­va per­spec­ti­va que hace ref­er­en­cia a una com­ple­ji­dad de ele­men­tos a ten­er en cuen­ta buscó ser opera­cional­iza­da en la Cum­bre de Río de 1992 donde se gener­aron obje­tivos y pro­gra­mas con­cre­tos para poder abo­carse al mis­mo. Hoy en día esta noción, sin embar­go, ter­mi­na actuan­do como un con­cep­to paraguas donde deba­jo apare­cen diver­sas posi­ciones. Las dis­tin­tas cor­ri­entes den­tro del aban­i­co del desar­rol­lo sostenible pueden ser clasi­fi­cadas tenien­do en cuen­ta aspec­tos como des­de donde focalizar las causas y las posi­bles solu­ciones de las prob­lemáti­cas ambi­en­tales y los “dis­tan­ci­amien­tos y las críti­cas a las estrate­gias de desar­rol­lo con­ven­cionales” [Gudy­nas 2015: 251], tenien­do así nociones más mod­er­adas y otras más rad­i­cal­izadas. Gudy­nas [2015] y Foladori y Pier­ri [2005] clasi­f­i­can estas nociones en dis­tin­tos gra­di­entes de sus­tentabil­i­dad, tenien­do la sus­tentabil­i­dad débil, fuerte y super­fuerte que con­ll­e­van el paso des­de un ambi­en­tal­is­mo mod­er­a­do a una ecología pro­fun­da.

Esta incor­po­ración de la prob­lemáti­ca ambi­en­tal que se da des­de los organ­is­mos inter­na­cionales se ve refle­ja­da en las difer­entes orga­ni­za­ciones ecol­o­gis­tas y ambi­en­tal­is­tas que par­tic­i­paron del con­flic­to. La pre­ocu­pación ambi­en­tal en este caso está encar­na­da en el deseo de con­ser­var la Reser­va Nat­ur­al Puer­to Mar del Pla­ta. Por eso, la arista ambi­en­tal que inten­ta reval­orizar esta per­spec­ti­va del desar­rol­lo es enar­bo­la­da por este sec­tor del con­flic­to.

La pre­gun­ta que nos hace­mos es, ¿Qué val­orización de las prob­lemáti­cas ambi­en­tales se encuen­tran más allá de las per­spec­ti­vas de los defen­sores de la Reser­va, es decir, en los hin­chas del Club? Y aquí es cuan­do encon­tramos que en la actu­al­i­dad con­viv­en diver­sas for­mas de pen­sar el desar­rol­lo.

La búsque­da de armo­nizar múlti­ples aspec­tos del desar­rol­lo es pues­ta fuerte­mente en duda por los hin­chas entre­vis­ta­dos y los comen­tar­ios recaba­dos de medios elec­tróni­cos, donde aparece una idea con recur­ren­cia: las pri­or­i­dades. Si bien recono­cen en algunos casos la cuestión ambi­en­tal no la con­sid­er­an pri­or­i­taria. Las sigu­ientes fras­es dan cuen­ta de esta situación:

Entonces al lado nos está pasando un tsunami, y por otro lado están preocupados por el vientito (Entrevista hincha Aldosivi 2, enero de 2018).
Hay un montonazo de ítems que nadie ve, nos preocupamos por lo ambiental, pero acá hay personas, me parece que hay personas, mujeres, niños, una sociedad que se está rompiendo en todo sentido. Eso va en contra del Puerto. (…) Un montonazo de cosas que se suman que hacen que nos preocupamos por el medioambiente, pero nos olvidamos de un montonazo de cosas, pero por qué, la realidad es tan en contra, es tan abstracta la diferencia, que este se preocupa por lo medioambiental porque nunca se entera de esto o no le interesa enterarse o pasa algo que. (Entrevista hincha de Aldosivi 2, enero de 2018).
Les parece, es más, cuando yo he tenido oportunidad de hablar con alguien que podía tomar alguna decisión en ese sentido, el concepto de la Justicia ‘con todos los problemas que tenemos vienen con esas pavadas. (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).
Lo que está haciendo Aldosivi ahí, en un futuro nos va a hacer mejor que un montón de agua podrida, mugre y perros pulgosos. si quieren hacer algo que de verdad ayude, porqué no usan toda esa energía que usan para jodernos a nosotros, para ayudar a comedores infantiles que no tienen ayuda del estado, con pañales, ropa o comida? estoy segura que haciendo eso tendrían todo nuestro apoyo (Comentario hincha de Aldosivi en Internet).[14]
¿Por qué la justicia no se ocupa más de los delincuentes y deja que el club siga que le está dando mucho a los chicos y a los hinchas? (Comentario hincha de Aldosivi en Internet).
Son más importantes los chicos que saca Aldosivi de la calle que los cuatro patos que según ustedes perdemos (Comentario hincha de Aldosivi en Internet).

El tema de las pri­or­i­dades es entonces una cuestión com­ple­ja. Una mil­i­tante de una orga­ni­zación ecol­o­gista plante­a­ba que en el día a día pueden apare­cer deman­das con may­or urgen­cia, pero ello no puede impedir que se vea lo de fon­do tam­bién. Es decir, aunque haya pri­or­i­dades sociales, la cuestión ambi­en­tal no debe ser rel­e­ga­da a un segun­do plano.

Está bien por ahí la situación en general, la gente tiene otros problemas en el día a día, pero a veces tenés que levantar la cabeza de tu día a día y ver que mañana y pasado y traspasado y eso va a influir que tu día a día sea mejor (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).
Por ahí en una sociedad con tantos problemas y carencias tan básicas algunos pueden ver que dedicarse al medioambiente es como un lujo, vos decís si tuviéramos otras cuestiones básicas resueltas podemos... pero en algún momento tenemos que empezar a hacerlo porque si no lo hacés los problemas básicos van a empeorar (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).

Des­de los demás defen­sores de la Reser­va tam­bién se desta­ca la impor­tan­cia de abor­dar la cuestión ambi­en­tal, pero en este aspec­to pun­tual­mente hay diver­gen­cias al mis­mo tiem­po a su inte­ri­or. Si bien en este tra­ba­jo las difer­entes posi­ciones inter­nas no serán detal­ladas, podemos estable­cer aquí una breve ref­er­en­cia a las mis­mas. Des­de algu­nas veci­nas par­tic­i­pantes del con­flic­to se desta­ca que más allá de la pre­ocu­pación ecológ­i­ca, a la cual recono­cen, no se pueden desa­ten­der cues­tiones sociales, es decir, no tomar un ses­go que imp­i­da ver otros aspec­tos. Estas veci­nas no com­parten ple­na­mente las acciones de las orga­ni­za­ciones más ecol­o­gis­tas, porque muchas veces no toman en cuen­ta las necesi­dades o difer­en­cias sociales. Esta con­tracara de enfo­ques de una Asam­blea de Veci­nos a una orga­ni­zación ecol­o­gista es un aspec­to intere­sante que se pro­pone abor­dar en futuras inves­ti­ga­ciones.

A pesar de estas diver­gen­cias inter­nas podemos dar cuen­ta que para un sec­tor hay pri­or­i­dades dejan­do así lo ambi­en­tal a un lado. Para el otro lado, no puede haber un ses­go ni ecológi­co ni social de man­era com­ple­ta y todo debe ser tenido en cuen­ta, podemos decir, de for­ma armóni­ca. Aquí puede plantearse que hay una uti­lización de con­cep­tos y visiones del desar­rol­lo sostenible, aunque no hay un uso muy vas­to del con­cep­to de ambi­ente (el cual incluye los aspec­tos sociales y ecológi­cos) [Leff 2006].

Y en armonía con el medio ambiente, no hay otra forma. Sino no es sostenible, tiene que estar en armonía con el medioambiente (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).
Hay varias ciudades que son interesantes en el mundo para tomar de ejemplo, como Curitiba, ciudades que tienen mucho, ciudades sustentables y basadas con energías alternativas, energías limpias y con buenos procesos de la basura y con mucha naturaleza dentro de la ciudad bien manejada (…) Sí, como imaginar imagino montones de cosas interesantes que se podrían hacer para que la ciudad sea más amigable con la naturaleza, pero lo veo imposible (Entrevista referente, participante de la Asamblea de Vecinos, encargada de educación ambiental en la Reserva, diciembre de 2017).
Si no hay un crecimiento sustentable, no vamos a seguir (Entrevista vocera de Greenpeace, julio de 2017).

La idea de la com­ple­men­tariedad de aspec­tos a ten­er en cuen­ta, no focal­izán­dose en ninguno en par­tic­u­lar sino toman­do la inter­relación de los mis­mos, es un ele­men­to pre­sente de esta idea de la sosteni­bil­i­dad en los actores defen­sores de la Reser­va. Sin embar­go, existe otra car­ac­terís­ti­ca aso­ci­a­da al desar­rol­lo sostenible que poseen todos los gru­pos inter­vinientes del con­flic­to: pen­sar en las gen­era­ciones venideras en las proyec­ciones a futuro. Este aspec­to se incluye en la defini­ción clási­ca de este tipo de desar­rol­lo “un desar­rol­lo que sat­isfa­ga las necesi­dades del pre­sente sin pon­er en peli­gro la capaci­dad de las gen­era­ciones futuras para aten­der sus propias necesi­dades”.

Es algo que te trasciende, no es algo que hacer por un bien para vos. Es algo que a vos te trasciende. Porque vos se lo estás dejando a las generaciones que vienen, y no hay un motivo tuyo personal, económico, egoísta (Entrevista vocera Greenpeace, julio de 2017).
Estamos afectando la vida y la posibilidad de vida de las generaciones que vienen, no sólo de la nuestra (Entrevista vecina participante de la Asamblea, junio de 2017).
Los que defendemos la reserva y todos los espacios naturales de la ciudad somos marplatenses que nos preocupa el futuro ambiental del barrio y la ciudad (Opinión vecino en página de Internet).
Dejen crecer al barrio, dejen crecer a la ciudad, nosotros no tenemos la culpa que en sus barrios no haya un club como Aldosivi que está apostando al futuro, a ustedes los mata la envidia (Opinión hincha en página de Internet).
El estadio y las canchas auxiliares el predio en si es un beneficio para la comunidad y los chicos que van a tener un lugar para tener un futuro lejos de la calle de la mano con el deporte. (Opinión hincha en página de Internet).

Podemos con­cluir que los habi­tantes de las ciu­dades, de man­era gen­er­al, tienen incor­po­ra­dos dos aspec­tos: el crec­imien­to y la pre­ocu­pación por las gen­era­ciones venideras. El primero de ellos cor­re­sponde a aque­l­la cos­mo­visión tradi­cional del desar­rol­lo, mien­tras que el segun­do mues­tra el impacto del par­a­dig­ma del desar­rol­lo sostenible.

Después de estos pun­tos en común obser­va­mos cómo hay diver­gen­cias entre sec­tores que pri­or­izan más un lado de la bal­an­za que el otro (sociales, económi­cos, ambi­en­tales) mien­tras que otros recal­can la necesi­dad del equi­lib­rio. Aquí vemos como si bien se incor­poró la temáti­ca ambi­en­tal a las agen­das públi­cas y políti­cas[15] no todos la con­sid­er­an impor­tante colocán­dola deba­jo en una escala de pri­or­i­dades, o los que sí reivin­di­can su rel­e­van­cia lo hacen de man­era tal que no encuen­tran un equi­lib­rio. Podríamos atrever­nos a esbozar una hipóte­sis tenien­do en cuen­ta el caso anal­iza­do: esta­mos en un perío­do con per­spec­ti­vas fuerte­mente dico­tomizadas, pri­or­i­dad a lo ambi­en­tal con­tra la igno­ran­cia de este aspec­to, donde se encuen­tran algu­nas visiones de equi­lib­rio, pero de for­ma minori­taria.

Cómo se plas­man estas nociones sobre la nat­u­raleza y el desar­rol­lo sostenible a los espa­cios urbanos de la ciu­dad es lo que abor­dare­mos a con­tin­uación.

¿Con­ser­var o con­stru­ir? Ideas del espa­cio

Las nociones de nat­u­raleza y de desar­rol­lo se com­bi­nan de for­ma tal de plas­mar los temores, obje­tivos y deseos en los espa­cios urbanos de las ciu­dades, y en este espa­cio en par­tic­u­lar.

Si bien nota­mos las diver­gen­cias inter­nas, podemos sin­te­ti­zar que existe un grupo que ve a la nat­u­raleza del lugar como sin util­i­dad, peli­grosa, y además cualquier cuestión ambi­en­tal no es fuerte­mente rel­e­vante para pre­ocu­parse de ella. Frente a esto encon­tramos un grupo de actores que desta­ca la rel­e­van­cia de la nat­u­raleza sal­va­je de la Reser­va, dada su bio­di­ver­si­dad, la preser­vación de la iden­ti­dad nat­ur­al orig­i­nar­ia [Berto­nat­ti 2015] y los ser­vi­cios ambi­en­tales que brin­da, suma­do esto a la incor­po­ración de la arista ambi­en­tal en sus pre­ocu­pa­ciones.

Estas dos posi­ciones se trasladan en cómo el espa­cio es vivi­do: como un esce­nario para otras activi­dades o como un espa­cio con val­or en sí mis­mo. Si el lugar es sal­va­je y peli­groso es nece­sario inter­venir­lo y desar­rol­lar allí algún tipo de activi­dad que se aboque a las pri­or­i­dades sociales, como sacar a lo chicos de la calle como dicen algunos hin­chas. Si el espa­cio es sal­va­je, sien­do esto es un aspec­to pos­i­ti­vo ya que la nat­u­raleza no debe apare­cer de for­ma orde­na­da, y es de vital impor­tan­cia sus ser­vi­cios y su bio­di­ver­si­dad, es nece­sario con­ser­var­lo de la for­ma que se encuen­tra.

Si bien como vimos en la his­to­ria de los usos del espa­cio pueden con­vivir en un espa­cio activi­dades dis­ímiles, es común que se destaquen posi­ciones del esti­lo ‘blan­co o negro’ como bien lo expre­sa un hin­cha, “Era hac­er la can­cha o era no hac­er­la, como que no había un pun­to medio decir bueno hace­mos una can­cha acá, entonces guardamos una parte porque tam­poco es un espa­cio muy grande (Entre­vista hin­cha de Aldo­sivi 1, enero de 2018)”.

A pesar de que el obje­ti­vo de los defen­sores de la Reser­va, guia­dos por el pro­ced­imien­to legal para pro­te­gerla, era lograr que Aldo­sivi pre­sente la Eval­u­ación de Impacto Ambi­en­tal para pre­venir y cor­re­gir cualquier impacto neg­a­ti­vo al ambi­ente por las obras y activi­dades a desar­rol­lar allí pudi­en­do con­vivir después de ello, en los imag­i­nar­ios existe una incom­pat­i­bil­i­dad de usos, obje­tivos e imag­i­na­ciones sobre el espa­cio. Con­stru­ir como sím­bo­lo de orden, limpieza y pro­gre­so o man­ten­er todo como está como señal de pro­tec­ción y pro­gre­so tam­bién hacia un futuro más sostenible son las dos visiones en fuerte ten­sión.

Conclusiones

Analizar los con­flic­tos urbanos des­de una mira­da de pro­duc­tivi­dad social per­mite enten­der que los mis­mos no son anom­alías que ocur­ren cuan­do hay desajustes, sino que son parte con­sti­tu­ti­va de las sociedades. Pro­ducen efec­tos en las are­nas políti­cas, judi­ciales y sim­bóli­cas. Pero más allá de esas con­se­cuen­cias rel­e­vantes, evi­den­cian las difer­entes cos­mo­vi­siones que entran en ten­sión en las sociedades y en la pro­duc­ción de las ciu­dades.

Con respec­to a esos imag­i­nar­ios en ten­sión cabe hac­er­nos algu­nas pre­gun­tas, ¿es posi­ble que pueden con­vivir usos difer­entes del sue­lo urbano cuan­do los obje­tivos de desar­rol­lo y las visiones de nat­u­raleza son incom­pat­i­bles? ¿Se pueden ajus­tar a los mecan­is­mos legales exis­tentes para lograr una con­viven­cia? ¿Cómo se actúa des­de las plan­i­fi­ca­ciones estatales para rela­cionar estas pos­turas? Puede con­cluirse, abrien­do de esta for­ma una hipóte­sis para may­ores pro­fun­diza­ciones, que las con­tradic­ciones que se ven en los imag­i­nar­ios, exis­ten en las plan­i­fi­ca­ciones urbanas, por ejem­p­lo coex­is­ten políti­cas para lograr ciu­dades sostenibles y apoyos a la finan­cia­rización de las ciu­dades.

Al mis­mo tiem­po surge otra pre­gun­ta, ¿es una utopía pen­sar que puede exi­s­tir una visión ide­al que nos guíe para pro­ducir ciu­dad? La respues­ta en este momen­to de la inves­ti­gación es que esas con­tradic­ciones e incom­pat­i­bil­i­dades que apare­cen en todos los nive­les no se pueden solu­cionar elim­i­nan­do deter­mi­nadas visiones y reval­orizan­do otras, sino que hay que mirar en cada caso par­tic­u­lar la for­ma de gener­ar mecan­is­mos donde los múlti­ples actores pueden no sólo opinar sino ten­er inci­den­cia en qué val­ores y usos dar­le a los espa­cios urbanos.

Com­pren­der a los actores rad­i­ca en enten­der aque­l­las idea­ciones men­tales que le dan sen­ti­do a sus acciones, los imag­i­nar­ios actantes, y además es nece­sario pro­fun­dizar en sus trayec­to­rias que mod­i­f­i­can sus miradas hacia los espa­cios en cuestión. Esto quiere decir que se posi­cio­nan de acuer­do a sus pasa­dos, por ejem­p­lo, que los hin­chas van a ‘entrar’ al con­flic­to con muchas desilu­siones a cues­tas por no haber podi­do conc­re­tar su sueño de con­tar con un esta­dio pro­pio, o para el caso de los ambi­en­tal­is­tas, con pér­di­das de bio­di­ver­si­dad en otros con­flic­tos en difer­entes escalas.

Estas trayec­to­rias y estos imag­i­nar­ios en su con­jun­to car­ac­ter­i­zan a los diver­sos actores que jue­gan sus pape­les en las ciu­dades. Bus­car com­pat­i­bil­i­dad, con­viven­cia y homo­genei­dad es una tra­ba­jo casi imposi­ble y se podría dudar si es desea­do, por lo que la tarea que nos que­da como inves­ti­gadores o gestores de políti­cas urbanas es escuchar e inter­pre­tar a los actores des­de sus miradas com­ple­jas per­mi­tien­do que se den todos los mecan­is­mos de par­tic­i­pación posi­ble, en con­so­nan­cia con el prin­ci­pio de la gestión democráti­ca de las ciu­dades. Rescata­mos entonces la impor­tan­cia de los imag­i­nar­ios y de los estu­dios locales, ya que de esta for­ma pro­fun­dizamos las miradas y posi­ciones que van con­struyen­do las ciu­dades de hoy en día.

Citas

* Lic. En Soci­ología, Becaria de la Uni­ver­si­dad Nacional de Mar del Pla­ta (UNMdP). Inte­grante del Grupo de Estu­dios Sociour­banos, Cen­tro de Estu­dios Sociales y Políti­cos (CESP) de la Fac­ul­tad de Humanidades, Uni­ver­si­dad Nacional de Mar del Pla­ta. mbelenloyza@gmail.com

[1] Exis­ten otras reser­vas nat­u­rales en la ciu­dad, como la Reser­va Nat­ur­al de la Lagu­na de los Padres o la Reser­va Fore­stal Educa­ti­va Verde Mun­do, pero no están local­izadas den­tro de áreas propi­a­mente urban­izadas.

[2] Des­de su Fun­dación en el año 1913 el Club mues­tra su ancla­je con el Puer­to de la ciu­dad, trans­for­mán­dose en un sím­bo­lo de la iden­ti­dad por­tu­ar­ia, que poseían sus tra­ba­jadores, en gran parte inmi­grantes, y todas las famil­ias que allí residían. Pero no sólo el aspec­to iden­ti­tario y ter­ri­to­r­i­al lo definen como el Club del Puer­to. Los actores que par­tic­i­pan en la comisión direc­ti­va del Club son parte de los empre­sar­ios de este sec­tor pro­duc­ti­vo, tan­to des­de el comien­zo has­ta la actu­al­i­dad. Pueden destacarse así apel­li­dos de renom­bre en el sec­tor pro­duc­ti­vo en car­gos como pres­i­dentes, vicepres­i­dentes entre otros de la comisión direc­ti­va en difer­entes épocas del Club, sien­do Moscuz­za, Saler­no, Mat­tera, ejem­p­los de ello. Esto per­mite ver al Club no sólo como enti­dad social y deporti­va, sino como rela­ciona­da con algunos de los gru­pos económi­cos más fuertes de la ciu­dad.
El Club cuen­ta con su equipo de fút­bol en primera, usan­do el Esta­dio de la ciu­dad, José María Minel­la, para jugar sus par­tidos, después de haber con­ta­do con dos can­chas en el bar­rio como lo fueron “La Can­tera” y la can­cha del Min­is­te­rio de Obras Públi­cas, ambas cer­radas por dis­tin­tos motivos. Hoy en día, como lo evi­den­cia este con­flic­to los hin­chas quieren con­tar con un esta­dio pro­pio en su zona.

[3] Los con­flic­tos socioam­bi­en­tales se mul­ti­pli­can en la actu­al­i­dad, sien­do de muy diver­so ori­gen y local­ización. Sin embar­go, podemos recur­rir a una clasi­fi­cación real­iza­da por Dan­ny Trom [1999] retoma­da por Mer­lin­sky [2015]. Los con­flic­tos ambi­en­tales entonces se div­i­den en dos aque­l­los que afectan a los cuer­pos de las per­sonas, sin impor­tar la local­ización; por ejem­p­lo, la con­t­a­m­i­nación o los desas­tres nuclear­es y los que se man­i­fi­es­tan en un espa­cio par­tic­u­lar el cual está dota­do de car­ac­terís­ti­cas propias.

[4] Cabe aclarar que hace­mos esta nom­i­nación dado que el Club si bien tiene obje­tivos deportivos al ser una enti­dad civ­il son actores económi­cos que bus­can el rédi­to en este caso tam­bién. Por ejem­p­lo, la con­struc­ción de la can­cha le dejaría ingre­sos al momen­to de pon­er­la en uso, como así tam­bién al no ten­er que pagar­le a la Munic­i­pal­i­dad para alquilar el esta­dio Minel­la. El buen mane­jo del Club impacta en su carác­ter de actores económi­cos con inci­den­cia en la ciu­dad.

[5] Debates sobre este con­cep­to que sirvieron de guía y soporte para este análi­sis se encuen­tran en Gudy­nas [2010].

[6] Esta dis­tin­ción entre antropocen­trisi­mo y bio­cen­tris­mo va a estar desar­rol­la­da por Gudy­nas [2015] planteán­dolas como dos éti­cas difer­entes que como su nom­bre lo indi­ca lo ponen el foco en dis­tin­tos aspec­tos, ya sea en los intere­ses del hom­bre (antropocen­tris­mo) o en pen­sar al hom­bre como uno más den­tro de todo el eco­sis­tema donde todos los seres vivos tienen el mis­mo val­or (bio­cen­tris­mo o eco­cen­tris­mo) Por ejem­p­lo, pro­te­ger un bosque puede ser vis­to des­de una per­spec­ti­va antropocén­tri­ca pen­san­do en que esto garan­ti­za may­ores recur­sos y ser­vi­cios ambi­en­tales a los hom­bres o que los seres vivos allí tienen dere­cho a vivir, ancla­dos en los dere­chos de la nat­u­raleza.

[7] Cabe destacar una dis­tin­ción entre lo que son los dere­chos de ter­cera gen­eración y los dere­chos de la nat­u­raleza. Mien­tras que los primeros que hacen ref­er­en­cia al dere­cho ciu­dadano de con­tar con un ambi­ente sano se basan en una per­spec­ti­va antropocén­tri­ca, los dere­chos de la nat­u­raleza que se enfo­can en su pro­tec­ción porque se debe preser­var la vida inde­pen­di­en­te­mente de cualquier tipo de util­i­dad al hom­bre se basan en la per­spec­ti­va biocén­tri­ca. En Argenti­na en el año 1994 se incor­po­raron a la Con­sti­tu­ción los dere­chos ambi­en­tales, no así los dere­chos de la nat­u­raleza que de man­era explíci­ta se encuen­tran en las con­sti­tu­ciones de Ecuador y de Bolivia.

[8] Esta idea se puede rela­cionar con el con­cep­to de vacío urbano que da cuen­ta de la con­struc­ción de espa­cios como vacíos para después llenar­los con cier­tos proyec­tos par­tic­u­lares. Ver Mar­cús y Vázquez en Mar­cús [2017].

[9] Per­sona impor­tante del Puer­to, creador del par­tido “Mar del Pla­ta, Puer­to y Región. Asesor del Con­sor­cio Region­al Puer­to Mar del Pla­ta Recu­per­a­da en https://revistapuerto.com.ar/2013/03/el-consorcio-va-por-la-reserva-del-puerto/ febrero de 2017.

[10] Diri­gente sindi­cal del per­son­al fer­ro­por­tu­ario, recu­per­a­do en https://revistapuerto.com.ar/2013/04/debate-sobre-la-reserva-del-puerto/ febrero de 2017.

[11] Esto puede encon­trarse como las difer­entes topo­fo­bias anal­izadas des­de los estu­dios urbanos. Un desar­rol­lo sobre este tema puede encon­trarse en Lindón [2008].

[12] Durante el con­flic­to el Club pre­sen­tó un Estu­dio de Impacto Ambi­en­tal el cual fue aproba­do por el OPDS, pero no tuvo validez dado que por el tipo de emprendimien­to la Eval­u­ación debía ser real­iza­da por la Munic­i­pal­i­dad. Al mis­mo tiem­po los difer­entes par­tic­i­pantes ambi­en­tal­is­tas des­de sus trayec­to­rias y acom­paña­dos por una biólo­ga mostraron la poca solidez de dicho Estu­dio por no cor­re­spon­der con lo solic­i­ta­do por la ley y por no con­tar con ningún indi­cador sobre qué acciones tomar para mit­i­gar los impactos de las obras. Por esto, dicho estu­dio nun­ca fue aproba­do por la Munic­i­pal­i­dad.

[13] Esta teoría surge a par­tir de un informe elab­o­ra­do en 1972 por el Mass­a­chus­sets Insti­tute of Tech­nol­o­gy (MIT) denom­i­na­do Los límites del crec­imien­to donde expre­saron que la tier­ra tiene límites físi­cos por lo que no podía seguir cre­cien­do ni económi­ca ni demográ­fi­ca­mente para evi­tar cualquier con­se­cuen­cia neg­a­ti­va como los daños al ambi­ente.

[14] Los comen­tar­ios fueron recu­per­a­dos de las sigu­ientes noti­cias http://www.0223.com.ar/nota/2015–8‑28-la-justicia-ordeno-a-aldosivi-a-parar-las-obras; http://www.somosaldosivi.com.ar/2013/08/agresion-hacia-el-club-y-mas-mentiras.htm; http://www.0223.com.ar/nota/2015–9‑22–los-pajaros-elijen-estar-del-lado-de-las-canchas;http://www.lacapitalmdp.com/contenidos/rc/la-reserva-del-puerto/;http://www.0223.com.ar/nota/2015–8‑28-reserva-del-puerto-con-el-fallo-de-la-suprema-corte-no-hay-mas-excusas; https://www.youtube.com/watch?v=beX90X8F6Ao; http://reservapuertomdq.blogspot.com/
Muchas pági­nas hoy en día desac­ti­varon sus comen­tar­ios por lo que aque­l­las fras­es encon­tradas en el año 2015, hoy en día es imposi­ble volver a ver­las y citar­las especí­fi­ca­mente como cor­re­spondiera.

[15] Para ver detalles sobre la con­for­ma­ción del ambi­en­tal­is­mo des­de las orga­ni­za­ciones estatales (ambi­en­tal­is­mo estatal) y des­de las bases y deman­das pop­u­lares (ambi­en­tal­is­mo social) véase Gutiér­rez e Isuani [2014].

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  Cómo citar ¬

María Belén Loyza, «¿Cómo se vive un espacio y su naturaleza? ¿Cómo se piensa el desarrollo sostenible? Estudio de los imaginarios urbanos en el conflicto entre el Club atlético Aldosivi y la Reserva Natural Puerto Mar del Plata», Revista de Estudios Marítimos y Sociales [En línea], publicado el [insert_php] echo get_the_time('j \d\e\ F \d\e\ Y');[/insert_php], consultado el [insert_php] setlocale(LC_ALL,"es_ES"); echo strftime("%e de %B del %Y");[/insert_php]. URL: https://estudiosmaritimossociales.org/archivo/rems-14/dossier-loyza/
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