“Aprove­cho la opor­tu­nidad para felic­i­tar al grupo por las jor­nadas real­izadas la sem­ana pasa­da. Fueron suma­mente intere­santes”, dijo cer­ran­do su mail unx de lxs autorxs del próx­i­mo número; y nos con­quistó. Y es que a comien­zos de abril se efec­tu­aron las Primeras Jor­nadas de Inves­ti­gación del Grupo de Estu­dios Sociales y Marí­ti­mos (GES­Mar), que dio vida a esta revista en 2008 y fueron un éxi­to rotun­do. Fue un encuen­tro tan fruc­tífero como afa­ble, tan pro­duc­ti­vo como gra­to. La REMS fue lau­da­da reit­er­ada­mente. Y nos hace felices saber que la revista ha cre­ci­do en impacto, tan­to como com­pro­bar que se sostienen los obje­tivos pri­mor­diales de “acom­pañar y estim­u­lar los debates que ayu­dan a com­pren­der y a actu­ar para hac­er más vivi­ble el mun­do en que vivi­mos” (José Mateo, 2008). 

Se tra­ta del ter­cer número edi­ta­do en con­tex­to de pan­demia y a pesar de todas las difi­cul­tades que atrav­es­amos, nos vemos eufóri­ca­mente impeli­dos a acor­tar espa­cios y achicar tiem­pos, pub­li­can­do el ejem­plar que en real­i­dad cor­re­sponde a julio 2021, y sabién­donos ya arte­sanos del de diciem­bre. Los once artícu­los y tres reseñas de esta REMS #19 son la mejor expre­sión de nues­tra con­tin­ua vol­un­tad de con­ju­gar propiedad y respon­s­abil­i­dad académi­ca, acce­si­bil­i­dad y democ­ra­ti­zación, en con­so­nan­cia con el com­pro­miso social. Y la pan­demia nos mues­tra otra fac­eta de nue­stro exi­s­tir públi­co, des­de el cual asum­i­mos con cri­te­rio y sen­satez seguir cuidán­donos para cuidar a lxs que más quer­e­mos. No podemos más que anhelar el cese de los sufrires pandémi­cos.

Les deseamos un bel­lo via­je por estas pági­nas que van ded­i­cadas des­de lo más humano de lo académi­co a Gladys, que con las amHo­ras com­par­tidas con sus nietxs con­tribuyó a que Sil­vana y Agustín des­ti­naran aún más respon­s­abil­i­dad y empeño a la activi­dad cien­tí­fi­ca; que ‑cristin­ista inclau­di­ca­ble- estu­vo deci­di­da a escribir­le una car­ta per­son­al a “la jefa” cuan­do se cometió la injus­ti­cia con­icetera –red­im­i­da al año sigu­iente- de no otor­gar­les la beca pos­doc. Así te recor­damos Gladys y así te agrade­ce­mos. Todo nue­stro amor –y más- para Sil­vana,

quienes hace­mos la REMS.