El saco de Marx
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Resumen
Marx define el capitalismo como el proceso de universalización de la producción de mercancías. Escribe en el prefacio de la primera edición de El Capital que “la forma de valor que reviste la mercancía es la célula económica de la sociedad burguesa”1. La “célula económica” de la que se ocupa el primer capítulo de El Capital toma la forma de un saco. El saco aparece no como un objeto que es hecho y es usado sino como una mercancía que es intercambiada. Y lo que define al saco como una mercancía, para Marx, es que podemos no usarlo y puede no abrigarnos. Pero, aunque la mercancía es una fría abstracción, ella se nutre, como un vampiro, del trabajo humano. Los humores contradictorios de El Capital de Marx son un intento por capturar el espíritu de contradicción del capitalismo mismo: la más abstracta sociedad que jamás ha existido y, a la vez, una sociedad que consume cada vez más cuerpos humanos concretos. La abstracción de esta sociedad está representada por la forma-mercancía. La mercancía deviene mercancía no como una cosa sino como un valor de cambio. Alcanza su pura forma, de hecho, cuando se vuelve más vaciada de particularidades y coseidad.
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